El Circuito de Estoril, en Portugal, fue nuestro lugar de reunión para el Porsche 911 Turbo y su nuevo rival, el McLaren 570S. El deportivo británico más novedoso frente al más veterano de los alemanes, ambos desafiantes en el paddock de un circuito histórico. La F1 ya no se corre aquí, pero hace 31 años la historia era muy diferente. Los motores TAG Turbo fabricados por Porsche se unieron a los chasis McLaren para que los monoplazas MP2/3 dominaran la temporada de 1984. Además fue en Estoril donde se decidió el campeón de ese año entre los dos pilotos de McLaren, con un Niki Lauda en su última oportunidad de vencer frente a un Alain Prost como estrella emergente.
Se puede hacer una analogía respecto a esto en nuestra comparativa. Hace ya cuatro años que McLaren puso a la venta su primer deportivo, y aunque han ido mejorando con nuevos modelos y versiones año tras año, sigue siendo una empresa joven. Como Prost en 1984, en McLaren siguen aprendiendo, y buscando su primera victoria en una comparativa en CAR. Mientras tanto Porsche, el sabio del mundo de los deportivos, lleva más de medio siglo fabricando el 911, y hay versiones Turbo desde hace más de cuarenta años. Puede usarse como deportivo puro o como Gran Turismo, con su inigualable comodidad para uso diario, con espacio para pasajeros o equipaje, con su magnífica visibilidad y fiabilidad. Es siempre la primera opción, y ha sido siempre también el deportivo que han tenido en el punto de mira en McLaren. “Hemos tenido 911 en el estudio para asegurarnos de que nuestro coche era, al menos, tan bueno”, nos dijo hace poco Frank Stephenson, el jefe de diseño. “La idea es que hiciera todo lo que puede hacer el 911, pero mejor. Empezamos de dentro hacia fuera, visibilidad, comodidad, capacidad de maletero, ese tipo de cosas eran la primera prioridad. Cuando miras a la pirámide, la funcionalidad y comodidad de uso está en la base”. Veremos si lo han conseguido conduciendo ambos coches por carreteras secundarias, autopistas y ciudades. Y no serán las condiciones ideales para deportivos de este tipo, ya que pasaremos por diferentes tipos de clima: de lluvioso a torrencialmente lluvioso…
COMIENZA LA BATALLA
Nuestros contendientes son rivales por muchas razones, comenzando por el precio. El Porsche 911 Turbo S cuesta 232.995 euros (200.800 el Turbo “normal”). No obstante hay que aclarar que este precio es el del nuevo 911 Turbo, que se presenta en enero en el Salón de Detroit. Rinde 20 CV más e incorpora numerosas mejoras, en línea con los nuevos 991/II Carrera. El que hemos usado en la comparativa es el que se vendía hasta ahora, el de 560 CV. El McLaren 570S de 570 CV cuesta 207.500 euros, de modo que está entre el 911 Turbo y el 911 Turbo S. A partir de primavera, el 540C –una versión más sencilla y menos equipada– se venderá desde 182.400 euros. La diferencia de potencia entre el inglés y el alemán es por tanto mínima, pero sí hay mucha disparidad en peso: el 911 pesa 1.680 kg, 250 más que el inglés. En cuanto a la aceleración los papeles dicen que el 911 pasa de 0 a 100 km/h en 3,1 segundos y el McLaren 570S en 3,2, pero el infalible “sensor” que llevo integrado a la altura de los riñones me dice que el McLaren tiene un acelerador más salvaje.
Quizá no tan bestial como su hermano mayor, el 650S, pero suficiente para aplastarme contra el asiento cuando los turbos comienzan a soplar. También le gusta subir de vueltas hasta las 8.500 rpm, más allá de donde llega el cuentavueltas del 911. En cuanto a la aceleración de 0 a 200 km/h, el Porsche tarda 10,3 segundos y el McLaren 9,5. Pero hay elementos niveladores, como por ejemplo el suelo mojado. Rodando por la autopista el Porsche dejaba atrás sin problemas al biplaza verde. La tracción total es una de las muchas cosas que diferencian a estos poderosos automóviles. Bajo la piel son tan diferentes como sugiere su aspecto, aunque tienen en común la cilindrada (3.8 litros) y el uso de dos turbos cada uno. El McLaren 570S aloja su V8 en posición central con cigüeñal plano, como los Ferrari, sobre un subchasis fijado a la célula central de fibra de carbono. Mientras, la configuración 2+2 plazas del 911 es posible gracias al motor de seis cilindros opuestos trasero, sobre una estructura que combina acero y aluminio.
GRANDES ACAPARADORES DE ATENCIÓN
¡Cómo nos ha gustado siempre esa trasera ancha del Turbo! Pero ni así consigue llamar la atención por las calles si tiene al lado al McLaren. Portugal es un país con mucha afición al motor, aunque creo que la mayoría de los viandantes ni siquiera sabrían cuál es la marca del coche “verde mantis”. Quien busque algo de discreción, podría encargarlo en algún tono gris metalizado. Tampoco sabrán por tanto que su estructura y su motor tienen cosas en común con el supercoche P1 de un millón de euros. Pero lo que todos creen es que este coche con pinta de Ferrari y unas espectaculares puertas de apertura vertical es mucho más caro que el Porsche. Solo nosotros sabemos que cuesta menos, aunque el Turbo S va más equipado de serie. Esto del look superstar del McLaren tiene un precio; no es que todo el mundo te hace fotos con el móvil, es que también te tocan la ventanilla para decirte que lo subas de vueltas. Respecto a esa facilidad de uso tan buscada, es cierto que los perfiles laterales de la estructura son más bajos que en el 650S y eso mejora el acceso. Pero los asientos están muy bajos, como debe ser un coche de este tipo, y para algunos nos será fácil salir. La posición de conducción es ideal, y la instrumentación digital muy clara. El interior no es tan amplio como el del Ferrari 488, y aunque no tiene las plazas traseras del 911, el maletero delantero es algo más grande –144 frente a 125 litros–. Como el 911, el McLaren 570S se vende con un cambio de doble embrague y siete marchas.
Ambos se pueden manejar mediante levas, pero mientras el Porsche mantiene la palanca, el McLaren lleva unos botones para manejar el cambio de doble embrague (D, N y R) entre los asientos. Cuando te bajas del McLaren 570S y te metes en el 911, parece que te has metido en un Cayenne por error. Es 94 mm más alto y bastante más amplio, definitivamente es menos desafiante. Como siempre la calidad es total y hay muchos más botones, algo que a nosotros nos gusta. Todas esas cuestiones banales quedan atrás cuando el Turbo se pone a andar de verdad, cuando demuestra lo extraordinariamente buena que resulta la combinación de ese chasis y ese motor. Y si lo que quieres es viajar tranquilamente, también es perfecto. Había conducido antes este coche, pero vuelvo a alucinar con lo manejable que resulta. Algo de su precisión viene de los soportes dinámicos del motor, pero es la dirección en el eje trasero lo que más le distingue de sus predecesores. En ciudad puedes mirar por el espejo y ver cómo la rueda trasera gira ligeramente, para ayudarte a aparcar. Vete a la montaña y alucinarás sintiendo cómo se comporta en cada curva, con una facilidad para cambiar de dirección propia de un coche con motor central. Siempre se ha dicho que con un 911 hay que entrar en las curvas despacio y aprovechar su motricidad para salir deprisa, pero con la tracción total y la dirección a las cuatro ruedas, entras rápido, pasas muy rápido y sales como un misil. La eficacia y el tacto de los frenos cerámicos es fantástica, igual que el cambio PDK y su gestión electrónica. En cambio la respuesta del acelerador parece un poco descafeinada si no pulsas el botón “Sport”, y sin duda lo han hecho así para favorecer los consumos, mejores que los del McLaren.
LA ENTREGA DE POTENCIA ES CONSTANTE
Respecto al hecho de ser biturbos y al posible retraso que esto suele producir en la entrega de potencia, es difícil sostener que esta falta de inmediatez existe. Donde el McLaren toma ventaja es en el tacto y pureza de la dirección, aun siendo la del Porsche excelente. La firmeza, la perfecta desmultiplicación, todo contribuye a que te permita disfrutar de cada giro. Estás unido al 100% con la carretera, y en cada curva te hace sentir que el coche inglés es más ligero que su rival. La suspensión del McLaren 570S es más sencilla que la del 650S650S no, gracias a un sistema hidráulico por el que la suspensión está interconectada. Pero de todas formas es muy cómodo y eficaz, dando confianza para pisarle más y más. Lleva dos mandos en la consola, uno para el comportamiento y otro para la respuesta. También el Porsche ofrece tres posiciones.
En el duelo McLaren/Tag Porsche entre Lauda y Prost el francés acabó primero y el austriaco segundo, lo que fue suficiente para que Niki lograra su tercera corona. ¿En nuestra prueba gana también el más experimentado? Es verdad que el 570S es el McLaren más usable a diario, pero no puede superar en este aspecto al 911, más amplio, con plazas traseras y más cómodo para entrar y salir. Además ya se sabe que el Porsche, tras décadas de evolución, es un deportivo sin defectos. Con el McLaren tendrás que ser más comprensivo, pero también es verdad que los deportivos puros y con motor central siempre exigen más sacrificios. Y este es cómodo de verdad, como un Audi R8. Es un deportivo más especial, se fabricarán muchos menos, acelera un poco más. Es lo suficientemente bueno como para hacer parecer algo convencional a todo un Porsche 911 Turbo. Y nunca pensé que escribiría esto.