Porsche 911 R: solo para puristas

La competición, la esencia más pura del automovilismo en la que la máquina debe ser ligera, potente y ágil, ha encontrado su espejo en un modelo de calle. Auténtico ADN «Racing». Esta esencia es la principal característica del nuevo Porsche 911 R, un coche que puede sea el último de una estirpe de deportivos. Su motor atmosférico de 500 CV es el músculo idóneo para el peso de 1.370 kilogramos. Dicho peso a día de hoy es el menor en un modelo 911. ¿Cómo han conseguido esto en Stuttgart? Numerosas piezas de carbono, techo de magnesio y fuera todo el equipamiento innecesario. Si hablamos de un vehículo de sensaciones únicas y puras, el cambio no podía ser otro que manual, de 6 velocidades en este caso, que va acoplado a un motor casi de competición, listo para impulsarte cuando lo necesites. Si hablamos de tiempos, el Porsche 911 R es capaz de conseguir una marca de 3,8 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y llegar hasta los 323 km/h. 

Porsche 911 R: solo para puristas

Como no todo es potencia, en cuanto a conducción se refiere, Porsche no ha escatimado en tecnología, y el 911 R incorporará la dirección independiente en ejes traseros, el sistema de bloqueo de diferencial trasero y para detener esta joya de la deportividad, frenos cerámicos PCCB. Sin decirte nada más seguro que te gustaría hacerte con uno. Si tienes 217.468 euros adelante, pero sólo habrá 991 unidades. Por ese precio podría incluir un descomunal alerón y toda una parafernalia de kit de carrocería, pero no, su estilo es muy «old school», sencillo, elegante, pero deportivo y afilado, con un «culo» al estilo del 911 GT3, pero sin su llamativo alerón. Sin duda es uno de los grandes protagonistas del Salón del Automóvil de Ginebra 2016

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Posiblemente, el Porsche 911 R, sea el último con motor bóxer de seis cilindros y aspiración natural con cambio manual. Este es un 4 litros, que a esos 500 CV entregados a los 8.500 rpm, aporta 460 Nm a 6.250 rpm. Su historia se remonta a 1967 cuando el 911 R de competición fue homologado para la carretera, habiendo participado en el Targa Florio y otros rallyes. Si algo tiene la competición es el añadido de la mejor tecnología, y aquí no se hace excepción. El sistema de frenos cerámicos “Porsche Composite Ceramic Brake” (PCCB) posibilita una eficacia de frenado máxima, sin retardo.

El tamaño de los frenos es de 410 mm delante y 390 mm detrás. Estos frenan unas llantas de construcción ligera forjadas de 20 pulgadas y cierre central en aluminio mate, equipadas con neumáticos Ultra High Performance. El sistema PSM de estabilidad ha sido configurado especialmente para el Porsche 911 R, al igual que el sistema con el que el cambio hace un «punta tacón» automático cuando se reduce de marcha. Como es un coche apetecible para ir a todas partes, en Porsche también incluyen el sistema de elevación del eje delantero en 30 mm. 

Porsche 911 R

Capó y guardabarros de carbono para conseguir esa ligereza óptima en un deportivo de su talla, con un centro de gravedad más bajo, lunetas traseras y ventanillas en plástico ligero, un aislamiento más reducido en el interior y asientos traseros eliminados. Todos estos factores hacen que el Porsche 911 R gane al 911 GT3 RS en ligereza, con 50 kg menos. Olvídate de la radio y el climatizador por supuesto. Cuenta con el sistema de propulsión del Gt3 RS y sus elementos ligeros de la carrocería. El chasis es del GT3 pero sin su alerón, que será desplegable como en los modelos Carrera. Su escape es el sistema de doble salida en el centro de la zaga y fabricado con titanio. Se podrá pedir con las líneas rojas o verdes, un claro guiño al pasado. Su interior será casi de competición, con asientos en carbono tipo baquet con una banda central de tela a cuadros, como los modelos de los 60. Para el tradicional cambio de marchas se emplea una palanca corta específica de la serie R y el pedal del embrague, y los tiradores de las puertas son lazos. 

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