Todos sabemos qué es un coche viejo. Más difícil sería ponernos de acuerdo en qué es un coche clásico. Para eludir esa dificultad, la Directiva 2014/45/UE del Parlamento Europeo y del Consejo renunció a definir el coche clásico para referirse al “vehículo de interés histórico”, toda una expresión larga y farragosa como para emplearla coloquialmente.
¿Qué es un coche clásico?

Las inversiones en vehículos de interés histórico, por no decir en coches viejos, son un fenómeno relativamente reciente en cuanto a la importancia de su dimensión económica en contraposición con otros bienes y activos intangibles.
Los inversores, y lo que es peor, los especuladores, empezaron a interesarse en los coches viejos como refugio de parte de su capital en períodos de crisis o derrumbamiento bursátil, entrando así los coches en el grupo de otros bienes tangibles ya tradicionales, como:
- Relojes
- Libros antiguos
- Botellas de vino que no se beberá nunca
- Cajas de whisky con los clavos oxidados
Después de todo, los coches viejos, en caso de una oscilación del mercado a la baja, siempre conservarán el valor del precio a peso del metal y, sobre todo, podrán seguirse conduciendo y servirnos de medio de transporte y recreo, siempre que la política liberticida de la Comisión Europea no lo impida.
Las inversiones y su impacto económico
Actualmente, las inversiones en bienes tangibles, ramo del automóvil, se cifran en muchos cientos de millones de euros al año, como reflejan los resultados de las subastas en:
- La semana de Monterey (US)
- Concursos de elegancia de Amelia Island (US)
- Villa d’Este (Italia)
- Semana de Rétromobile (París)
- Reuniones de Goodwood (GB)
- Zoute Grand Prix (Bélgica)
En ocasiones, coches viejos se adjudican por precios que superan los de obras de arte.
Sirvan de ejemplo los 135 millones de euros pagados por un Mercedes-Benz W196 de 1955 en la subasta de RM Sotheby’s (2022), que dejan atrás los 70.200.000 dólares alcanzados por un Ferrari 250 GTO de 1963 vendido en 2018.
El Pegaso Z-102 y su historia
Nuestro automóvil deportivo Pegaso Z-102, fabricado por ENASA entre 1951 y 1956, ni siquiera sueña con tales cifras, y tampoco lo hacen sus propietarios, que se conforman con cantidades amputadas de algunos ceros si miramos las que aquí preceden. Y no por falta de méritos técnicos o de atractivos históricos, sino por un fracaso en competición que lastró, sin saberlo entonces, sus futuras cotizaciones.
En efecto, los desastres del Gran Premio de Mónaco (1952), las 24 horas de Le Mans (1953) y la Carrera Panamericana (1954), en las que los Pegasos ni siquiera se clasificaron o no llegaron a la meta, han pesado en lo que habría podido ser un brillante futuro, al nivel de Ferrari, Mercedes-Benz, Jaguar, Alfa Romeo o Aston Martin.
Los Pegaso en subasta

En estas y otras reflexiones me encontraba cuando recibí la llamada de Gautier Rossignol, director del Departamento Automóviles de la casa de subastas Aguttes, para un cambio de impresiones sobre los tres Pegasos que saldrían a subasta el 11 de octubre de 2025 en el Museo Autoworld de Bruselas, citado entre los cinco grandes museos del automóvil de Europa.
Nuestro encuentro tuvo lugar al lado de los coches que acababan de desembarcar en la plaza del Cincuentenario el 2 de octubre, y nuestra conversación fue registrada y difundida por los medios audiovisuales.
Acogí con simpatía la iniciativa de rodaje de un pequeño vídeo por la valentía que supone para una casa de subastas proponer la venta de tres Pegasos el mismo día, algo que de por sí representa un récord histórico para la marca del caballo saltador (no alado).
Los modelos subastados

Más particularmente, se trataba de fijarse en los bastidores:
- 0102.153.0106 (1952) — ENASA Berlineta
- 0102.153.0134 (1953) — Saoutchik Cabriolet
- 0102.150.0137 (1954) — Saoutchik Coupé
Con valoraciones de catálogo de entre 350.000 € (ENASA) y 700.000 € (Saoutchik Coupé), es oportuno recordar que los precios alcanzados por Pegasos en subasta pública fueron entre:
- 416.976 € por un Touring Berlineta (2007)
- 744.360 € por un Saoutchik Cabriolet (2014)
La media para los seis Pegasos adjudicados entre 2007 y 2020 es de 632.456 €, una cifra honorable pero baja en comparación con coches de su clase.
Procedencia y conservación

El ENASA y el Saoutchik Cabriolet procedían de la colección de un auténtico apasionado del motor residente en el Valle de Arán, donde habían estado conservados durante 50 años. El tercero, el Saoutchik Coupé, permaneció 46 años en la misma familia, parte de los cuales como atracción del Museo de Historia de la Automoción de Salamanca, en homenaje a Demetrio Gómez Planche.
El accidente durante el transporte
Un incidente penoso se produjo durante el transporte de los coches de París a Bruselas: el Saoutchik Cabriolet (0134) sufrió un percance que le desfiguró el morro. El acero entre los faros quedó plegado como un acordeón, aunque los faros se salvaron. Los chapistas devolverán su esplendor, pero se habrán borrado las huellas del martillo de Saoutchik, perdiendo parte de su originalidad.
Ferrari, Pegaso y el valor en el mercado

En las subastas internacionales más importantes, entre los diez coches más caros del año suelen haber hasta ocho Ferraris, lo que muestra su dominio entre los inversores.
La enemistad entre Enzo Ferrari y Wifredo Ricart, si se midiera en el duelo de las subastas, no tendría color. No obstante, los Pegasos siguen siendo “lo exótico de lo exótico”, como decía un especialista, o en palabras de Ricart: “La voiture pour les connaisseurs”.
Homenajes y recuerdos
Encontrándonos en Autoworld, es inevitable recordar a Roland D’Ieteren, patrón del museo y propietario de dos Pegasos, uno de ellos el extraordinario “Thrill”. Roland fue una de las primeras víctimas del virus chino y es recordado con afecto.
Otra gran personalidad es Evert Louwman, fundador del Museo Louwman de La Haya, que posee el famoso Pegaso “Cúpula”.
Resultados de la subasta

El resultado fue desalentador: de los tres Pegasos ofrecidos, dos no se adjudicaron y el Saoutchik Coupé #137 se vendió por 355.000 €, la cifra más baja pagada por un Pegaso. Esto representa una devaluación del 15% respecto al récord anterior (416.976 € por un Touring Berlineta en 2007).
Entre los factores que explican estos resultados se encuentra el desconocimiento de la marca: si se menciona Pegaso, muchos piensan en camiones, incluso en Barcelona, donde estaba la fábrica ENASA antes de trasladarse a Barajas.
Hacia el 75 aniversario de los Pegaso
En puertas del 75 aniversario de los coches deportivos Pegaso (1951–2026), que pasará probablemente desapercibido para los ministerios, sería deseable que la iniciativa privada lo celebrara. Se oyen rumores de que Autobello podría rendir homenaje en uno de sus concursos de elegancia del próximo año.








