Los récords están para batirlos, incluso el del coche más caro jamás vendido. Uno de los últimos que ostentaban ese honor era un Ferrari 335 S Spider Scaglietti, vendido por 35,7 millones de euros durante el Rétromobile de París de este año. Sin embargo, hoy tenemos un nuevo «rey»; se acaba de vender un Ferrari 250 GTO por nada más y nada menos que 60 millones de euros, en una subasta «no oficial».
Este Ferrari en cuestión, tiene el número serial 4153 GT, uno de los 39 250 GTO que han sido producidos. Además, es un ejemplar bastante raro porque a pesar de pertenecer a una edición de carreras no ha sufrido daño alguno en carrera -cosa que no era muy normal en la época-. De la misma manera, se desmarca del resto por su color gris y amarillo en la carrocería -frente al rojo que normalmente se implementaba en este coche-.
El palmarés de esta unidad parte desde competir en circuitos de asfalto, tierra y rally, hasta campeonatos de resistencia y subidas. En sus primeros dos años de vida estuvo al cuidado del equipo belga Ecurie Francorchamps, así como por Equipe National Belge -de ahí que tenga las rayas amarillas en su carrocería-.
Este 250 GTO también terminó cuarto en las 24 Horas de Le Mans en el año 1963, conducido por Pierre Dumay y León Dernier, y ganó la prestigiosa carrera del Tour de France con Lucien Bianchi y Georges Berger al volante en 1964. Durante el próximo año a ese completó un total de 14 carreras, incluyendo el Gran Premio de Angola, en África.
Vino a nuestro país, España, desde 1966 a 1969 gracias a Eugenio Baturone, quien era propietario y piloto del mismo. Su carrera automovilística tuvo un parón hasta finales de los años 80, cuando fue comprado por Frenchman Henri Chambon, quien lo condujo en varios eventos de coches históricos y en Rallies, antes de venderlo en 1997 a Nicolaus Springer.
Con su nuevo propietario corrió en dos ocasiones en Goodwood Revival. Volvió a venderlo en el año 2.000 a un alemán, Herr Grohe, por una suma de 6,5 millones de dólares. Tres años después fue vendido a Christian Glaesel, otro entusiasta alemán que lo mantuvo activo en competiciones históricas.
Fue restaurado en los años 90 por los especialistas de Ferrari en Gran Bretaña -DK Engineering, contando con la certificación de clásico de Ferrari en 2012/2013.
El 250 GTO es un coche de leyenda, considerado por muchos como el mejor Ferrari de la historia. Tuvo una producción muy limitada, contando con 33 unidades realizadas entre 1962-63 que formaban parte de la Serie I, como el protagonista de nuestro artículo. Tres fueron construidos en 1964 con la forma y estilo del Ferrari 250 LM (Serie II), y tres más fueron construidos con motores de mayor cilindrada, y con la designación de «330 GTO». Cuatro unidades de la Serie I fueron actualizados en 1964 con un estilo menos atractivo con carrocerías de las Serie II.
El número 250 del nombre del Ferrari hace referencia al cubicaje por cilindro. Su «corazón» era un motor V12 de 3.0 litros, el cual producía unos 300 CV de potencia.
Todavía no hay confirmación oficial sobre quién es el nuevo dueño de este 250 GTO, el coche más caro jamás subastado. Se estima que el supuesto comprador es David MacNeil, el CEO de WeatherTech, empresa que se dedica a la fabricación de accesorios para coches.
Fuente: Autoclassics.