Nuevo Ford Focus RS: viagra para las emociones

En la planta de producción de Ford en Valencia se produce el motor 2.3 litros Ecoboost del que, tras haberlo probado, podemos decir sin temblar el pulso, es el mejor compacto deportivo hasta la fecha, el nuevo Ford Focus RS. Suena fuerte, pero es que es muy bestia, es un conjunto perfecto de elementos que, con ese Nitro Blue de color opcional, hace que su sola presencia te estimule los sentidos. Sus cifras ya hacen que quieras montarte en él y darle caña, mucha caña, hasta que el corazón te falle, y cuando eso pase, el coche seguirá dándotelo todo. (Vídeo y prueba del Focus RS y Focus ST) 

Una fila del nuevo Focus RS azules y detrás gris oscuro nos aguarda. El sonido al arrancar es como es ese corneta que anuncia el inicio de la preparación para la batalla, solemne y sin armar escándalo pero que pone a tu cerebro en guardia. Lo primero que nos deja trastocados es la dirección, tiene dos vueltas exactas, por lo que salir del parking nos cuesta un par de maniobras más de lo normal. Esto nos da una idea de lo directa y deportiva que es su dirección. En autopista su suspensión es firme, que no dura, no molesta, y está conjuntada con unos asientos tipo baquet que recogen muy bien, pero que no te asfixian.

Llegamos a una carretera de montaña espectacular, nuestro instinto rcar19_activa el modo Sport, y como aquel que traga la mágica pastilla azul, algo comienza a coger fuerza en nuestro cuerpo. El sonido, es radical, pero refinado, con un toque racing. Jugamos con las vueltas y los cambios y escuchamos petardeos detrás de nosotros, el escape deportivo de doble salida en el difusor trasero está encontrando el punto G de nuestros oídos. Encaramos las curvas, las atacamos y las dejamos atrás como el que le echa una carrera a un bebé. La tracción total te permite apuntar, y los 350 CV disparar, y cuando lo haces, todo ocurre al instante, sin demora. El nuevo Ford Focus RS tiene un régimen medio sensacional, con 470 Nm de par que se nota que el coche no tarda en entregarte, no te deja colgado, te comienza a entregar toda su potencia hasta llevarte a las 6.000 vueltas.

El chasis trabaja con la suspensión y la dirección para permitirte trazar como y por donde quieras. Jamás te pasarás una curva a no ser que vayas despendolado, los frenos Brembo muerden como un perro de presa a un pato abatido. No te harán comerte el volante al mínimo roce, pero si hundes el pie los 120 se transformarán en la velocidad adecuada para esa curva cerrada. De su estética poco podemos destacar que ya no lo haga por sí solo en las imágenes. Su spoiler trasero con las siglas RS anuncian a aquel que pare en el semáforo detrás que no es un Ford Focus normal. Ford Performance ha vuelto a demostrar de lo que es capaz un Ford Focus RS. Mañana en circuito podremos ver que tal es el modo Track, que activa todos los parámetros en modo sport, y también el tan comentado modo Drift, que permite convertirte en Ken Block.