El mundo Porsche de segunda mano está lleno de oportunidades aunque también puede ser un campo de minas para los incautos. Desde roadsters al precio de un Polo hasta joyas de colección que podrían costarte lo mismo que un Bugatti, Veamos que sacamos en claro.

No hace mucho, un Porsche 918 Spyder con paquete Weissach se subastó por 3,9 millones de dólares, pulverizando su precio original de 860.000 euros en 2014, tanto que hasta The Sun se hizo eco. Pero los tabloides pasaron por alto una historia todavía más llamativa, cuando hace años el fotógrafo Daniel se hizo con el Porsche Boxster que ves en estas imágenes por apenas 5.000 euros. Estos dos extremos marcan los límites de esta guía para comprar Porsche, pero entre ambos hay una amplia gama de deportivos, SUV y eléctricos cuyo precio se mueve mayoritariamente entre los 15.000 y los 100.000 euros. Es decir, sueños alcanzables para muchos lectores de CAR.

Naturalmente, el Boxster de Dan no está en estado de concurso. Los faros están amarillentos y la pintura muestra desgaste aquí y allá. Pero esta unidad temprana, con motor 2.5 litros, luce la misma combinación de plata exterior e interior terracota que el prototipo Boxster de 1993. Ya ha recorrido 13.000 kilómetros con fiabilidad absoluta, gracias únicamente a mantenimientos caseros y un silencioso trasero de segunda mano, hasta alcanzar los 160.000 km. No se puede tener más diversión por ese precio.
Ni siquiera necesitas superar los 15.000 euros para hacerte con un buen Boxster de primera generación. Y por menos de 20.000 euros puedes encontrar ejemplares impecables. Todo un escándalo si se tiene en cuenta que el Boxster fue clave para salvar a Porsche AG… y además es un coche excelente.
Con 204 CV, puede quedarse algo justo en aceleración, por lo que muchos buscan la versión 2.7 litros posterior al restyling, con 220 CV y un sistema de admisión que mejora el par (además de intermitentes ahumados y luneta trasera de cristal térmico). Pero en tramos revirados, todo gira en torno al equilibrio perfecto, el sonido vibrante del seis cilindros bóxer y una dirección tan precisa que juras sentir el aire comprimirse en los neumáticos al tomar las curvas.

Nuestro especialista en coches de altas prestaciones también los valora muy positivamente. Descarta los prejuicios sobre su imagen y alaba su comportamiento dinámico, aunque subraya la importancia de verificar que el cojinete del eje intermedio (IMS) ha sido sustituido. De no ser así, podrías enfrentarte a una avería catastrófica. ¿Su elección ideal? Un 3.2 litros “Anniversary Edition” con tapicería en negro o marrón coco. “Tienen un aire a Carrera GT... y eso nunca viene mal”, resume.
¿QUÉ TAL CON TECHO DURO?
Pasó una década y una generación para que Porsche decidiera cerrar el techo del Boxster y lanzar el Cayman en 2006, pero nuestra elección es la generación siguiente, el 981 presentado en 2012. Su diseño evolucionó hacia un aspecto casi de superdeportivo (los diseñadores ya no estaban obligados a usar puertas del 911), y su dinámica de motor central se afinó considerablemente.
Durante cuatro años gloriosos, Porsche combinó ese diseño maduro con motores atmosféricos… hasta que, como si se rayara el vinilo en plena fiesta, decidieron montar un cuatro cilindros turbo en los 718 tras el restyling (necesitarás al menos 70.000 euros para optar al GTS que más adelante recuperó el seis cilindros).

El Cayman 2.7 luce espectacular en Rojo Guards, acompañado de unas llantas opcionales de 20 pulgadas (las de serie de 18 parecen ruedas de repuesto). Su interior es austero, pero la posición de conducción es baja como en un coche de carreras, con los pedales perfectamente alineados, la palanca de cambios manual a un palmo del volante y una visibilidad excelente.
Coches similares parten desde los 30.000 euros, subiendo a 35.000 para los 3.4 S y más de 45.000 para los GTS, que ya incluyen opciones codiciadas como el pack Sport Chrono (cronómetro, soportes de motor adaptativos) o escape deportivo. Pero para nuestro amigo, la versión básica es la mejor: “son coches fabulosos, la esencia de Porsche”, afirma.
EL DEPORTIVO ETERNO
Hoy, con diez años a sus espaldas, los primeros 991 no son ni nuevos ni clásicos. Así lo confirma el propietario de un Carrera S impecable. “No es un 992 nuevo, ni un 997 clásico, pero es más moderno y utilizable que los modelos antiguos… y aún lleva el motor atmosférico”. Clavado. Un 991 de la primera serie sigue siendo una de las experiencias más satisfactorias que puede ofrecer Porsche, especialmente para el uso diario.

La calidad percibida del interior y el espacio extra suponen un salto evidente respecto al anterior 911… y también al Cayman. Según nuestro experto no hay problemas mecánicos conocidos con su motor, y lo mejor: los 991 Carrera son relativamente asequibles. Los más antiguos y básicos arrancan desde unos 60.000 euros para un 3.4 Carrera con 340 CV. Por su parte, el Carrera S sube la apuesta con un seis cilindros bóxer de 3.8 litros y 400 CV, además de sumar elementos como suspensión adaptativa.
Ahora bien, el confort de marcha no llega al nivel del Cayman: se muestra algo reactivo frente a baches cuando circulas a ritmo tranquilo, y claramente se siente como un coche más grande, más lujoso… y más aislado. Pero al aumentar la velocidad, la suspensión se suaviza y aflora una pureza dinámica innegable, ya sea por la agilidad al entrar en curva o por cómo se agarra al asfalto al acelerar y lo imperturbable que resulta al frenar. Es un 911 en toda regla.
Y el motor es sensacional. Combina la vivacidad y respuesta del Boxster y el Cayman con un rendimiento que brilla especialmente a partir de las 7.000 rpm. Esta unidad equipa el PDK de doble embrague, nuestro favorito por sus cambios enérgicos y su facilidad de uso en ciudad.
LOS PATA NEGRA
Hoy en día es casi una norma: los Porsche de “circuito” cuestan más que los modelos “de calle” en los que se basan. Pero en los años 90 no era así. El 968 Club Sport, por ejemplo, costaba menos que el 968 estándar. Y tenía sentido: le habían quitado los asientos traseros, el aire acondicionado, el airbag, el aislamiento acústico y los elevalunas eléctricos, ahorrando 50 kg.

El Club Sport añadía suspensión rebajada 20 mm, asientos baquet Recaro manuales y llantas de 17 pulgadas, una pulgada más grandes. El motor, sin embargo, mantenía sus 240 CV sin cambios. En esencia fue una solución rápida para Porsche, que por entonces andaba escaso de fondos y esperaba el lanzamiento del Boxster. Pero el Club Porsche nos recuerda que la producción limitada a solo 1.923 unidades juega a favor de los coleccionistas. Lo resumen así: “El 968 es raro y… probablemente el Porsche mejor construido de todos”.
Esta preciosa unidad en blanco Grand Prix (también se ofrecían negro, azul, rojo y amarillo) lleva vinilos opcionales y llantas a juego. “Hace ocho años podías comprar uno en muy buen estado por 22.000 euros”, recuerda el propietario. “Hoy están más cerca de 35.000. Al fin y al cabo, por 50.000 entras ya en territorio Cayman GT4. Eso sí, un Cayman S te saldrá más barato de mantener en dos años que un Club Sport con más de 30 años”.
PARA TODA LA FAMILIA
¿Y si buscas algo con más plazas, mayor altura libre al suelo y un toque deportivo? Podrías mirar un 911 Dakar o, tal vez con más lógica, un Macan GTS, que ofrece confort, espacio, acabados de lujo y una conducción bastante solvente. Desde su debut en 2014 solo ha existido una generación, pero Porsche ha ido renovándolo para prolongar su vida hasta la llegada del nuevo 100% eléctrico.
Dos actualizaciones clave: en 2019 llegaron los faros LED y un nuevo sistema multimedia, y en 2022 se sustituyeron los botones físicos por mandos hápticos. Además, es el único Porsche de esta guía que puedes encontrar con motor diésel, y a partir de solo 20.000 euros.

Nuestra unidad es un GTS casi nueva, con un V6 biturbo de 2.9 litros y 440 CV, prácticamente idéntico al del Audi RS4. El experto vendedor lo tiene claro: “he vendido unos ochenta Macan, entre diésel y gasolina de cuatro cilindros, pero siempre vuelvo al GTS«, dice. “El restyling de 2019, con los nuevos pilotos traseros, aún parece actual. Y prefiero los mandos tipo Panamera a los hápticos más recientes. Hay que vigilar el diferencial central, pero sigue pareciendo nuevo. Se venden rápido, mantienen bien su valor y creo que la llegada del nuevo modelo eléctrico solo va a reforzar esa tendencia”.