Cuando sientes que el mundo gira cada vez más deprisa, es un alivio subir al Morgan Supersport y llegar a tu primer cruce. Es en ese momento cuando accionas la palanca del intermitente y te das cuenta de que el clic-clac suena a un ritmo un poco más lento, como un metrónomo relajante y olvidas los 349 correos sin leer que te estaban carcomiendo el subconsciente. Y respiras.
Pongámonos en situación
Morgan ha pasado la mayor parte de sus 116 años comerciando con el pasado, pero con el nuevo Supersport, todo eso cambia. Para empezar, no hay opción de llantas de radios. Ni tampoco ventilación en el capó. En su lugar, este es un Morgan que reconoce lo que vino antes, pero que mira con confianza hacia el futuro: un diseño retro con un giro moderno. Es un gran salto para una empresa que está cambiando rápidamente.


El Supersport emplea una nueva plataforma, la CXV. Basada en la estructura de aluminio adherido del Plus Six (que dejará de producirse pronto), es lo suficientemente nueva como para que Morgan haya tenido que realizar pruebas de choque desde cero. La rigidez torsional ha aumentado un 10%, con un 10% adicional si se elige el techo rígido (una opción de 4.966 euros). La dirección también es un 13% más rápida que antes y Morgan ha eliminado una de las juntas universales para reducir la fricción y, en teoría, mejorar el tacto.
Sobre el coche
Cuenta con suspensión de doble horquilla en las cuatro ruedas y, a diferencia del Plus Six, barras estabilizadoras delantera y trasera de serie. Hay opción de diferencial autoblocante (2.770 euros) y, al igual que en el Plus Six, un pack de conducción dinámica (3.552 euros) compuesto por cuatro amortiguadores Nitron, una opción que todos los clientes del Supersport han seleccionado hasta ahora.
Los amortiguadores Nitron son unidades de aluminio presurizadas con gas, monotubo y de una sola válvula; los Spax de serie son de doble tubo, una válvula y acero. También son ajustables en 24 niveles: los coches salen de fábrica en el nivel 15 desde la máxima dureza, pero los propietarios pueden ajustarlos a mano sin quitar la rueda. Todo se siente un poco como un coche de “track day”. Aunque también hay guiños al público clásico de Morgan. Nitron usa ojales de goma para reducir ruido y vibraciones, y Morgan ha configurado el coche con 80 mm extra (delante) y 70 mm (detrás) de recorrido de suspensión, para mejorar su comportamiento en carreteras irregulares.

Lleva el mismo motor BMW de seis cilindros en línea y doble turbo del Plus Six con la misma potencia (335 CV y 500 Nm) y también asociado al automático ZF de ocho marchas. El 0-100 km/h del Supersport es más rápido que el de cualquier Porsche Cayman excepto el GT4 RS, y también más rápido que el Plus Six.
Parte del mérito es de su aerodinámica mejorada, los nuevos neumáticos y la geometría anti-hundimiento en el eje trasero. Esta mejora en rendimiento llega a pesar de un aumento de peso de 25 kg frente al Plus Six. Aun así, es un coche muy ligero: si los 1170 kg del Supersport te parecen demasiados, hay opciones de aligeramiento, como llantas forjadas que ahorran 1,1 kg por rueda.
Modos de conducción
Hay que familiarizarse con los modos del cambio automático: Normal, Sport y Sport+. Cerca del pub de Jeremy Clarkson he estado usando el modo Normal, pero permite que la centralita suba marchas en cuanto puede. Así que al entrar a una rotonda en retención y acelerar, reduce bruscamente. Rompe un poco la fluidez que hasta entonces había tenido el conjunto.
El siguiente tramo de viaje es por autovía, el tipo de carretera que normalmente da miedo a los propietarios de un Morgan. Pero con el nuevo techo rígido, el Supersport es casi tolerable (por debajo de 80 km/h se puede mantener una conversación). Incluso pongo música desde el móvil y escucho algo de esa cosa moderna llamada “pop” a través del sistema de sonido Sennheiser de 4.260 euros.

En el interior
De serie hay altavoces en las puertas y el mamparo trasero; el sistema Sennheiser añade altavoces mejorados, subwoofer y actuadores que hacen vibrar el chasis, convirtiendo el coche en una especie de altavoz. También incluye altavoces con cancelación activa de ruido para llamadas manos libres, una novedad en Morgan.
En el interior hay relojes analógicos (velocímetro a la izquierda, cuentarrevoluciones a la derecha y reloj en el centro), con un diseño moderno y nítido. Pero no los uso realmente, ya que la pantalla digital delante de mí me da toda la información. Es el mismo componente del Plus Four y Plus Six.


Al principio temía que la dirección fuese demasiado nerviosa, pero con el tiempo desapareció esa sensación, y ahora, en estas carreteras, es gloriosa. Aunque sea asistida eléctricamente, tiene tanto tacto y respuesta que no echo de menos un sistema hidráulico. Es el tipo de coche que mantiene la diversión constante, hasta que llega el momento de dejar de disfrutar y entregar el paquete de Nitron en la fábrica antes de que cierren las puertas.
¿Podrías usar el Supersport a diario? Necesitarías compromiso. Pero el hecho de que nos lo preguntemos ya dice mucho de lo usable que es comparado con otros Morgan. Se siente increíblemente bien construido y coherente. Es excéntrico, pero no irritante. Y, lo más importante, lleva a Morgan al 2025 sin olvidar de dónde viene.
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