Prueba Mercedes GLC Coupé: ¿es un SUV o es un coupé?

En los Alpes italianos conocimos de primera mano al nuevo miembro de la familia Coupé de Mercedes, la más amplia del mercado y de su historia. ¿Entonces el Mercedes GLC Coupé es eso, un coupé? Para la marca es el coupé de los SUV. Entonces con la pregunta respondida vamos a ver otras cuestiones relevantes acerca de este SUV mediano de tintes más deportivos. 

Es obligado empezar por la silueta, con su carrocería de cinco puertas algunos podrían pensar que por qué demonios lo han denominado así a esta variante si hay tantas puertas. Pues principalmente por su estética, su perfil lateral con la altura de un todocamino pero el estilo, la elegancia y el porte atlético de un coupé. Nos gusta más que el GLC normal no vamos a engañaros, porque mantiene el poderoso frontal con la parrilla diamantada, las tomas de aire laterales, y además en su zaga tenemos un culo con las ópticas similares al Clase C Coupé, las más elegantes del mercado. 

Prueba Mercedes GLC Coupé: ¿es un SUV o es un coupé?

El hecho de ser esta carrocería implica dos grandes cuestiones, el espacio de las plazas traseras, reducido con respecto a la versión estándar, pero que sigue siendo suficiente para alguien de 1,85 metros de estatura, pero no más. El maletero es el segundo factor, perdiendo 50 litros en pos de la estética, lo que lo sitúa en 500 litros de capacidad que se pueden convertir en 1.400 si abatiéramos las plazas traseras. Además sus medidas varían, siendo 76 milímetros más largo, 37 más bajo y de ancho 40 mm más.

Por lo demás el interior sigue siendo el mismo de materiales de calidad con cuero, plásticos duros y molduras plateadas en especial en el acabado Designo que incorporaban las versiones que probamos. El navegador integrado junto a la pantalla de 8,3 pulgadas con el control típico de mercedes del mando giratorio es más que satisfactorio su uso. 

Mercedes-Benz GLC 250 Coupé; Exterieur: brilliantblau; Interie

En cuento a motorizaciones llegarán desde este mes el motor 220d de 170 CV diésel, el 250d 4Matic del mismo combustible y de 204 CV, y el gasolina 250 4Matic de 211 CV. El precio de partida de la gama es de 52.000 euros para el 220d. Pudimos probar el motor de gasolina 250 4Matic, la tracción total permanente, que en el ascenso por las carreteras de montaña se mostró muy ágil para pesar casi 1.800 kilos, y es que el Mercedes GLC Coupé con este motor de cuatro cilindros puede acelerar de 0 a 100 en 7,3 km/h. En los modos SPORT y SPORT + el cambio se gestionaba de manera satisfactoria para no tener que hacer uso de las levas al salir o entrar a una curva. Además el DYNAMIC BODY CONTROL ofrecía una estabilidad intachable en esos dos modos más deportivos.

Mercedes-Benz GLC Coupé (C253), Press Test Drive Turin 2016

No tanto con la suspensión neumática AIR BODY CONTROL, muy cómoda y estable en carretera y de perfecta absorción de los baches, pero que en una conducción más viva y deportiva pecaba de cierto subviraje en las curvas en las que se entraba más rápido. Con ella se podía ajustar la altura del vehículo desde un botón situado en la consola central tras el botón del DYNAMIC SELECT, con los modos ECO, CONFORT, SPORT, SPORT + e INDIViDUAL. La altura podía subir o bajar 15 milímetros, bajando automáticamente en el modo ECO, y pudiendo hacerlo también desde un botón situado en el lateral del maletero.

El motor 350d 4Matic nos ofreció unos consumos más que aceptables a pesar de ser un V6 turbodiésel de 258 CV, estuvimos por debajo de los 7,5 litros en conducción de autopista y carretera en un 50% ambas partes. Todo ello con una respuesta enérgica y una marcha silenciosa con un buen aislamiento de sonido. La calidad de Mercedes-Benz se hacía notar en este aspecto.

Mercedes GLC Coupé Press Test Drive Turin 2016

También tuvimos la ocasión de ponernos al volante de la versión híbrida enchufable, el Mercedes GLC Coupé 350e, que tiene una potencia combinada entre el motor de 2 litros gasolina y el eléctrico de 320 CV y es capaz de hacer un consumo medio de 2.5 litros. Aquí tenemos varios modos de conducción. El E-Mode nos permite conducir hasta 34 kilómetros sin gastar un solo litro de gasolina. Luego tenemos el tradicional modo híbrido y otros dos que ayudan a ahorrar pila de las baterías situadas en el maletero o bien recargar la batería, pero esto eleva el consumo.

El motor eléctrico ofrece la gran ventaja de tener un par muy alto desde bajas revoluciones por lo que aceleramos en 5,9 segundos desde parado hasta los 100 km/h con el 350e. Mercedes ha desarrollado un sistema por el cual si el coche detecta que no hace falta aplicar más velocidad el pedal del acelerador sitúa una especie de tope para que no sigamos acelerando y levantemos el pie. En modo eléctrico también se notaba el recorrido por el cual el coche aceleraba sólo con el motor eléctrico y el punto en el que al sobrepasarlo entraba en juego el motor de combustión.

Mercedes GLC Coupé; Exterieur: diamantweiß; Interi

La manera de diferenciar si es el Plugin-Hybrid es, además de las letras detrás, las pinzas de freno en azul, las insignias en los laterales y unas ópticas con los bordes de las ópticas LED en azul. El sonido es nulo en el E-Mode y si activamos el modo SPORT y SPORT+ automáticamente tenemos toda la potencia. Las baterías se recargan en marcha a través de un sistema de regeneración por frenado, que se nos indica en la barra que se ilumina en verde bajo el cuenta revoluciones.

Mercedes GLC Coupé

Para esta versión híbrida, el 300 gasolina, el 350d y el AMG habrá que esperar más adelante a su llegada. Por ahora el Mercedes GLC Coupé se coloca como rival del BMW X4 y e incluso el Jaguar F-Pace, con un estilo mucho más deportivo y sin duda una oferta de motorizaciones que nada tendrá que envidiar a la competencia, con el extra del híbrido enchufable. En cuanto al equipamiento incluso tiene motivos para sacarle los colores a la competencia, con la cámara de visión trasera y suspensión deportiva como equipamiento de serie, además de llantas de 18 pulgadas y el cambio automático 9G-TRONIC.