Mercedes GLB: un SUV más en la familia

Mercedes sigue ampliando su gama de producto con un nuevo SUV de tamaño compacto de hasta 7 plazas. El nuevo Mercedes GLB, entre el GLA y el GLC, aunque más cerca por tamaño del segundo, llega con un estilo muy personal. Y lo digo como algo bueno, puesto que es indudable su carácter y diseño diferenciados, con un aspecto moderno y unas medidas a caballo entre un SUV y un vehículo familiar de la vieja escuela, pero con aspecto de robustez.

Lo probamos en Málaga, empezando por la versión estrella, el GLB 35 AMG, la versión deportiva con 306 CV y tracción a las cuatro ruedas, una combinación que ya conocemos del A35 y que representa la entrada en el universo AMG. A priori los 306 CV del motor de 4 cilindros y 2 litros pueden parecer poca cosa, pero, tras arrancar y escuchar el sonido de escape, ya se percibe poderío. Una vez en marcha, rápidamente te das cuenta que la potencia es suficiente para llegar puntual a cualquier cita, incluso saliendo tarde.

Mercedes GLB: un SUV más en la familia

¡Menudo chasis!

La potencia es suficiente, pero, ¿qué tal el chasis? En una palabra: brillante. Te permite ir rápido con suma facilidad y total seguridad. Y eso es importante, porque ¿qué es lo que más te interesa cuando llevas una variante deportiva de un modelo como el Mercedes GLB AMG?

El comportamiento en el modo de conducción “Sport Plus”. Pues lo pongo en ese modo para adentrarme en las montañas de Ronda, con unas carreteritas llenas de curvas en las que apenas hay tráfico y donde, aun a día de hoy, se puede pisar “un poco” el acelerador –siempre con cabeza y sentido común– y sacar partido de un vehículo tan brillante como el que nos ocupa, sin tener que temer por ciclistas o radares.

Mercedes GLB

Dicho esto, quiero recordar que soy poco amante de los SUV, sin embargo, el Mercedes GLB es más bajo de lo habitual y su chasis y tracción le confieren un carácter deportivo sin llegar a ser radical que–lo confieso–, me hace disfrutar como un niño tras el volante.

Tracciona y frena de forma excelente, tiene una estabilidad fuera de lo común, y se nota ligero, pero con gran aplomo. Si hay que ponerle un, pero, es que incluso con el ESP desconectado o en modo “Sport Handling”, la electrónica resulta en ocasiones intrusiva, cortando el gas en plena curva, en exceso en pro de la seguridad. En cualquier caso, en comportamiento deportivo “normal” no hay nada que objetar. Aun así, considerando la brillantez del chasis, unos 50 o 100 CV adicionales no le harían ningún daño al GLB. ¿Tocará esperar a una versión 45 AMG? En cualquier caso, mientras tanto el 35 es más que suficiente.

motor

Aún hay esperanza para el Mercedes GLB

No cabe duda que el GLB es un vehículo ideal para
familias con niños, para parejas a las que los tiempos en que se movían en
deportivos biplazas han quedado atrás. Ahora la necesidad obliga a tener un
vehículo amplio por dentro y con aspecto de SUV, algo tan de moda como
práctico para llevar a los niños, la compra, la suegra, y al perro… y todo a
la vez si hace falta. La suerte es que, a pesar de cumplir estas
características, el GLB es estéticamente muy atractivo y personal.

Aunque esa no es la mejor parte: lo mejor de todo es que si los niños lloran, la suegra se queja, y el perro ladra, tu plan de sábado es ir al supermercado y tu vida en general ya no tiene sentido, puedes aprovechar la función “Race Start” del GLB 35 a modo de launch control para arrancar disparado de 0 a 100 km/h en apenas 5,2 segundos para que todos, niños, suegra y perro se callen y te sientas vivo otra vez.

Bromas aparte y más allá de la configuración deportiva, en
modo “Confort” el GLB es un vehículo comodísimo, con un consumo
homologado muy ajustado de tan solo 7,5 litros a los 100 km. La mecánica
del motor de 4 cilindros turbo, combinado con la caja automática de 8
relaciones, además de dar un altísimo rendimiento también permite sacar este reducido
consumo, convirtiendo un vehículo auténticamente deportivo en un utilitario
para toda la familia sin peros.

Una estética exclusiva

Más allá de las magníficas prestaciones, la estética de la versión AMG es acorde con la mecánica, con un sinfín de detalles exteriores que dan un aire mucho más deportivo al Mercedes GLB

AMG 35

Un interior amplio

En el interior, totalmente en la línea del resto de la gama actual
de Mercedes, los asientos de piel sintética también recogen muchísimo
mejor a los ocupantes, algo necesario vistas las cualidades dinámicas. Además,
el habitáculo es de lo más espacioso y práctico, e incluso permite viajar a
cinco adultos con una más que notable comodidad.

Y, además, con capacidades off-road. Más allá de probar y disfrutar con el AMG, Mercedes también había preparado un circuito off-road para comprobar las capacidades todoterreno del GLB. En este caso con la versión 220d de protagonista, pudimos comprobar de primera mano sus notables aptitudes. La electrónica es en este caso la gran aliada en pro de un comportamiento sorprendente. Desde el control de descenso, el asistente de arrancada en pendiente, o las cámaras que permiten ver lo que tenemos por delante o alrededor a través de la pantalla del salpicadero, convierten en fácil lo difícil. De esta forma, el GLB nos dejó más que claro que más allá de ser un SUV muy bueno sobre asfalto, fuera del mismo también tiene mucho que decir.

Versiones desde 150 CV

El nuevo GLB está disponible en tres versiones gasolina de 163, 224 y 306 CV para el AMG, y diésel de 150 y 190 CV, con un precio que parte en los 42.625 euros. Asimismo, las dos versiones de acceso, tanto diésel como gasolina, están disponibles en tracción delantera o total, mientras que el resto solo están disponibles en tracción a las cuatro ruedas.

Conclusión personal del Mercedes GLB AMG

Con su estética personal, el Mercedes GLB gustará o no, pero al menos tiene un carácter propio y no dejará indiferente a nadie. A mí me ha gustado, mucho más que el antiguo GLK. Me entra por los ojos, y –sobre todo en la versión AMG– me gusta mucho cómo se comporta. Los consumos ajustados, sumados a que se trata de un vehículo cómodo y amplio lo hacen ideal como vehículo familiar. Lástima que no tenga hijos.

Texto por: Dani Blasco