Mercedes Clase G AMG Line 2018, extra de deportividad antes del AMG 63

Hace una semana escasa que se nos presentó el nuevo Mercedes Clase G 2018, la mayor renovación del impertérrito todoterreno alemán que cambia para seguir siendo igual de efectivo fuera del asfalto, pero mejorando dentro de este. Ahora podemos ver como es el Clase G en su faceta más deportiva hasta el momento, un Mercedes Clase G AMG Line 2018 que será la antesala al bestial AMG 63 que conoceremos en un futuro no muy lejano.

Con esta versión tenemos por lo tanto la cara más deportiva del nuevo Clase G 2018 del que por ahora no conocemos su versión AMG. Este acabado aporta unos nuevos paragolpes específicos y nuevas llantas multirradio de aleación de 20 pulgadas, creadas por AMG. Lleva pasos de rueda de mayor tamaño y múltiples inserciones en aluminio cepillado y unas pinzas de freno con la inscripción de Mercedes-Benz en las pinzas delanteras.

El Clase G AMG Line se nos presenta sobre la versión más potente, es decir, la que monta el bloque V8 biturbo de 4.0 litros. Con este motor el G rinde 422 CV y 610 Nm de par, asociado con la tracción total y el cambio automático 9G-Tronic de 9 velocidades. Es por el momento la única versión presentada tanto para el mercado europeo como para el americano. El escape deportivo irá asociado de serie en este nivel de acabado.

Por dentro también hay diferentes elementos de personalización. El Mercedes Clase G AMG Line lleva un volante específico de tres radios hecho en cuero Nappa. También incorpora alfombrillas con el emblema de AMG. Tanto los cinturones, como la consola central y los asientos integran inserciones de color rojo en sus costuras.

Aunque esto es lo más deportivo que veremos en un Clase G por ahora, la versión AMG G 63 no tardaría en llegar, quizás para Ginebra. Si eres de los que prefieren un V12, por ahora la estrategia es reservar las versiones 65 para Maybach, empleando esos bloques solo en la marca secundaria de mayor exclusividad de Mercedes.