Mercedes vuelve a mover las líneas del lujo, esta vez desde un territorio históricamente funcional: el monovolumen. La marca toma su legado de vehículos espaciosos, versátiles y emblemáticos, y lo proyecta hacia un futuro donde el confort absoluto, el diseño escultórico y la inmersión digital conviven en armonía. Según explica la propio marca, la ambición es crear “un nuevo segmento único” en el que el monovolumen se eleva al territorio de las limusinas de máximo prestigio.

El Vision V como nueva cúspide
El Vision V se presenta como la expresión más alta de esa filosofía. Es una berlina con chófer concebida para quienes buscan algo más que desplazarse: un refugio móvil, un salón privado, un espacio diseñado para proteger del ruido del mundo exterior. La gran puerta lateral automática de apertura amplia y el estribo iluminado anticipan esa vocación de bienvenida ceremonial.
Tras ellos, se abre un “Private Lounge” con una amplitud y una atmósfera que transmiten la serenidad propia de un salón doméstico de lujo, reforzado por una pared de cristal inteligente que puede volverse opaca en milisegundos, otorgando privacidad inmediata.

Materiales y diseño interior
Los materiales elevan el listón incluso para Mercedes-Benz. Cuero napa blanco cristal, hilo de seda, madera de raíz de poro abierto y aluminio pulido se mezclan en una estética que combina tradición artesanal y modernidad tecnológica.
Los altavoces de cristal suspendidos, los módulos de almacenamiento tratados como pequeñas piezas de mobiliario y la consola central con mesa desplegable –que se convierte en un tablero de ajedrez– proyectan una sensibilidad escandinava interpretada desde la precisión alemana.

Asientos futuristas y bienestar
Los asientos, concebidos como tumbonas futuristas, marcan otro punto de distinción. Con cojines tubulares, bases de aluminio pulido y la capacidad de reclinarse hasta una posición plana, constituyen probablemente uno de los diseños de asiento más radicales jamás vistos en un monovolumen. La iluminación envolvente, la fragancia integrada y la cuidada ergonomía anticipan un nivel de bienestar diseñado para viajes largos.

Ecosistema digital inmersivo
Pero el Vision V no sería un manifiesto de futuro sin su ecosistema digital. Su pantalla retráctil de 65″ –oculta bajo el suelo y capaz de emerger como un tótem tecnológico– es el núcleo de una experiencia inmersiva sin precedentes. Con resolución 4K, Dolby Atmos, 42 altavoces y siete proyectores que expanden el contenido a ventanas y superficies interiores, el vehículo se transforma en sala de cine, estudio de trabajo, espacio de gaming o escenario de karaoke.
Mercedes-Benz ha estructurado esta interacción en siete mundos temáticos que van desde el entretenimiento hasta la exploración con navegación 3D, mostrando una comprensión profunda de cómo el automóvil del futuro no solo mueve personas, sino experiencias completas.
Diseño exterior y presencia

El diseño exterior responde a la misma ambición. Con voladizos cortos, línea de cintura estrecha y una silueta baja que fluye hacia una zaga redondeada, el Vision V combina aerodinámica avanzada con un lenguaje estético hiperescultórico.
Las láminas iluminadas –casi 200 en el frontal y más de 450 en la zaga– transforman la carrocería en una pieza cinética, uniendo tradición cromada con la dimensión digital de la marca. Incluso las llantas de 24″ aportan iluminación integrada, estableciendo continuidad visual de día y de noche.








