Maserati Levante: Papá ha metido el Maserati por el campo

Escucho ese sonido maravilloso, la calma antes de la tormenta. Cada reducción de marcha en el modo “Sport” nos acerca a algo parecido a un éxtasis sonoro, algo que provoca un deseo latente. Al volante del Levante lo que te pide el cuerpo es tomar cada curva y salir de ella como si fuera la de llegada a meta. Bajar una marcha (tiene ocho) y subirlo de vueltas en cuanto tienes ocasión, o lanzarlo en la autobahn por encima de los 270 km/h. Nos estamos dando un baño de sabrosa «italianidad». Más allá de su agresivo y bello diseño exterior, nos acoge un interior forrado de cuero, seda, aluminio y fibra de carbono, sin olvidar también un monitor de última generación. ¿Echarías de menos 14 sistemas de asistencia, 168 Led y un head-up display?. En las mentes que guían Maserati, el progreso y la modernidad se puede entender de otra manera.

Maserati Levante: Papá ha metido el Maserati por el campo
No ha sido diseñado para subir por enormes rocas, pero te llevará con una sonrisa de oreja a oreja hasta tu casa en la estación de esquí o a las cuadras de los purasangre.

El Levante marca una verdadera revolución para la marca. Este modelo llega para ser el Maserati de los SUV. No ha sido diseñado para subir por enormes rocas, pero te llevará con una sonrisa de oreja a oreja hasta tu casa en la estación de esquí o a las cuadras de los purasangre. Un SUV light, para entendernos, capaz de ofrecer muy altas prestaciones, con mucho carácter y a tope de equipamiento. “Queríamos que nuestro coche fuera más deportivo que el BMW y más cómodo que el Porsche”, nos dice Harald Wester, el alemán que dirige Alfa Romeo y Maserati. En términos comerciales, este coche es quizá el más importante de la historia de la empresa, ya que disparará las ventas y será el modelo más demandado de la gama. En un mundo automovilístico que se ha vuelto loco por los SUV, ninguna marca aparte de Ferrari puede permitirse no tener un 4×4 de este tipo en su gama.

Levante
Dentro encontramos un interior de cuero, seda, aluminio y fibra de carbono, sin olvidar también un monitor de última generación. Las imágenes corresponden al acabado Zegna.

Pudimos conducir el nuevo coche en carreteras secundarias italianas, en autopista y en la pista de pruebas del grupo FCA en Balocco. Hay dos versiones: el 3.0 V6 diésel de 275 CV (82.275 euros) y el Levante S 3.0 V6 biturbo de 430 CV (105.560). Con un enorme par máximo de 600 Nm, el diésel es una aparato que exprime el sistema 4WD cada vez que se le exige a fondo. El gasolina rinde 580 Nm, y necesita subir hasta las 4.500 rpm para lograrlo. Pero ya se sabe que lo bonito es el camino, no solo el destino. En estos tiempos de petróleo barato se puede consumir gasolina con mucha alegría. Según los datos de homologación gasta unos más que razonables 10,9 litros a los 100 km, aunque a nuestro ritmo el depósito de 80 litros se acabó un poco antes… Cualquier sentimiento de culpabilidad se borra de tu mente tan pronto como le das vida al acelerador y comienzan a brotar los decibelios. Las ondas de sonido son suficientes para tumbar la torre de Pisa, la contundente aceleración te lanza hacia la niebla de la mañana, cada reducción de marcha pone en alerta a los cuervos, cada ¡bbrrooom! hace mover la cabeza a las ovejas en perfecta sincronía. Es un sonido realmente ejemplar, vivo, excitante y profundo.

Levante
Los italianos ya forman parte de este elitista y selecto club donde reinaban alemanes e ingleses.


PENSADO AL MILÍMETRO

En cuanto a los datos cuantificables las marca destaca un coeficiente aerodinámico de solo 0,31 Cx, pero hay otras muchas cosas que nos gustan, como el amplio interior, el apretado ángulo de giro (11,7 m), el bajo centro de gravedad (solo 610 mm sobre el asfalto), la distribución de peso entre los ejes 50/50, la estabilidad a alta velocidad o la sorprendente capacidad de aceleración lateral (0,95 g max). Todo esto invita a disfrutarlo a fondo, explorando sus límites. La suspensión –de doble triángulo en el eje delantero y multibrazo en el trasero–, combinada con amortiguación controlada electrónicamente y cuatro muelles neumáticos que proporcionan cinco alturas dinámicas de carrocería, juega un papel esencial en el comportamiento del coche. La geometría de la suspensión es similar a la del Ghibli, aunque reforzada y con aumento del recorrido y mayor control de los ángulos de caída y convergencia.

Levante
Los acabados son de la mejor calidad y los asientos son tremendamente confortables.

El Diésel es el modelo que más se demandará en Europa, hasta un 90% de las ventas. Pero en EE UU o Asia –donde más unidades se venderán– ya se sabe que no quieren ni oír hablar del gasoil. El nuestro lleva unas llantas de 20 pulgadas con gomas de medida 265/45 y 295/40. El motor 3.0 V6 diésel suena bien, entrega mucho par desde la zona baja y no necesita subir mucho de vueltas para ofrecer unas prestaciones de primera: de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos, alcanza 230 km/h y su consumo medio homologado es de 7,2 litros a los 100 km. El Levante S de 430 CV es un animal diferente. Más refinado, más sonoro, más potente: de 0 a 100 km/h en solo 5,2 segundos y velocidad máxima de 264 km/h. Lo único que no nos gusta es que nuestra unidad de pruebas lleva llantas de 21 pulgadas con gomas 265/40 y 295/35. Son espectaculares pero perjudican la comodidad y en una zona de asfalto muy roto a este Levante le cuesta seguir la línea recta y resulta buscón, de modo que requiere constantes correcciones. El Diésel con llanta 20 da más confianza al límite y permite relajarse. El Levante sigue usando una dirección hidráulica, de tacto agradable y carnoso y que además transmite.

Levante
Cuando tenemos en cuenta las cosas que importan y que emocionan de verdad, la experiencia que aporta el Levante roza la perfección.


CAPACIDAD PROPIA DE UN DEPORTIVO

Los discos de freno son de acero y no carbonocerámicos, pero igualmente son uno de los puntos fuertes del coche, potentes y con mucha resistencia a la fatiga bajando puertos. La capacidad de frenada es propia de un deportivo, de 100 km/h a cero en 34,5 metros. Otro valioso activo es el sistema de tracción total, que manda el par al eje trasero la mayoría del tiempo. Solo cuando es necesario y con la ayuda del sistema Torque Vectoring, puede enviar tracción al eje delantero. El reparto también depende del programa de conducción que elija el conductor: “Normal”, “Sport”, “I.C.E.”, y “Off Road”. En el interior lleva un nuevo sistema MMI que combina una pantalla táctil grande con dos mandos giratorios en el túnel de transmisión. Es un sistema fácil de usar, aunque cuesta encontrar alguna función, como los asientos calefactables.

Levante
Los 580 litros de capacidad del maletero son más que suficientes.

El diseño de la cabina es muy atractivo (ver galería), y han logrado un buen equilibrio entre el estilazo que se espera de la marca y la funcionalidad. Los asientos son muy cómodos y los 580 litros de capacidad el maletero, más que suficientes. Como es propio de un coche de este nivel, la lista de opciones es más larga que la carta de vino de un restaurante de tres estrellas, pero va muy bien equipado de serie. Prestaciones, presencia, sonido. Algunos rivales pueden presumir de una suspensión más cómoda, de llevar luces más avanzadas o de todo tipos de gadgets espaciales. Pero cuando tenemos en cuenta las cosas que importan y que emocionan de verdad, la experiencia que aporta el Levante roza la perfección. Por eso nos gustan coches con bordes ásperos pero con carácter y carisma. Coches que nunca ganarán una comparativa multitudinaria, coches que nunca comprarán los tristes… Coches como el Maserati Levante, nuestro primer SUV italiano.   

Levante