Más allá del sentido común: Mercedes Clase G eléctrico

A los genios nadie les pide que sean coherentes o moderados, les basta con ser ellos mismos para fascinar a la audiencia. Al Clase G le pasa algo parecido, incluso ahora que ofrece una poderosa versión 100% eléctrica con 587 CV.

Posiblemente los coches más icónicos y atemporales del mercado son el Porsche 911, el Mercedes-Benz Clase G y el Jeep Wrangler. El primero lleva el motor en el lugar equivocado, y el segundo es como una caja con todos los cristales planos. Aún así hay muy pocos aficionados al motor que no quieran tener uno en el garaje. Y además son ecológicos, porque nunca acaban en un desguace a no ser que estén totalmente irrecuperables.

Desde que el primer G se lanzó en 1979, en Mercedes han querido conservar su estilo intacto y les ha ido muy bien. Land Rover en cambio ha evolucionado mucho el diseño del Defender, y también ha sido un éxito comercial. Además de la imagen cuadriculada del G, los ingenieros de la estrella siempre se han ocupado de que este 4×4 se mantenga en la vanguardia técnica, acoplándole la magnífica tecnología empleada en el resto de la gama.

Mercedes G Eléctrico Trasera
Mercedes G Eléctrico Trasera

Al mismo tiempo han sabido mantener detalles genuinos, como el sonido metálico al cerrar sus puertas (que exigen empujar con decisión) o los intermitentes tipo “ojos de rana” sobre las aletas delanteras. Recordamos que cuando el Clase G se renovó por completo en 2018, se gastaron una fortuna para mantenerlos. Desarrollaron un sistema para que bajaran en caso de atropello y cumplieran así con la normativa de seguridad, pero resultaron ser cinco veces más caros que unos convencionales. El nuevo los sigue empleando.

Ahora llega la nueva generación del Clase G, que mantiene el esquema técnico de todoterreno “puro”: chasis de escalera o de vigas con la carrocería encima, tres bloqueos mecánicos de diferencial y reductora, así como un eje trasero rígido y suspensión delantera independiente.

Mercedes Clase G Eléctrico en su hábitat natural
Mercedes Clase G Eléctrico en su hábitat natural

La denominación interna del nuevo G es el N465 (los de combustión), y W465 para el eléctrico. Exteriormente los cambios son mínimos. Debemos fijarnos en la nueva parrilla del radiador con cuatro lamas horizontales (en lugar de las tres anteriores), en los paragolpes delanteros y traseros rediseñados o en las llantas. La parrilla negra es opcional en el eléctrico y, más al detalle todavía, descubriremos el nuevo revestimiento redondeado de los montantes delanteros, o un atisbo de spoiler en el borde del techo, sobre el parabrisas.

La técnica

Sus motores de combustión estrenan hibridación ligera de 48V, pero la gran novedad en la gama es la versión G580, 100% eléctrica. Un G que se puede enchufar en casa y con etiqueta Cero de la DGT, nos parece una idea interesante. Al fi n y al cabo, muchos se usan solo en entornos urbanos. Y también sería muy práctico si tienes una villa o una finca donde lo puedes cargar, aun mejor con paneles solares. Resulta esclarecedor saber que, según la propia marca, el 90% de quienes han comprado un G en los últimos años, nunca lo han sacado del asfalto.

Mercedes G Eléctrico en su estado más salvaje, exprimiendo su esencia off road
Mercedes G Eléctrico en su estado más salvaje, exprimiendo su esencia off road

Lo que no esperábamos es que el G eléctrico fuera aún más eficaz, en conducción todoterreno, que las versiones de combustión. La clave de este logro es que lleva un motor eléctrico en cada rueda. Es un concepto técnico muy interesante, y ya se usó en el super-exótico SLS-AMG Electric Drive de 2013. De este deportivo, según nos confirmó un responsable de AMG, solo se hicieron 11 unidades.

En el “mundo G” todo debe ser a lo grande, y por eso el G580 lleva la batería más potente de toda la gama de eléctricos Mercedes. Ofrece nada menos que 116 kWh de potencia, una cifra que a un SUV convencional le daría una autonomía enorme. Como referencia, un SUV EQE 350+, con una batería de 90 kWh, ofrece una autonomía de 617 km.

Pero el G tiene algo contra lo que no se puede luchar: la física. Pesa casi 3.100 kg y es tan aerodinámico como una caja de zapatos, de modo que gasta bastante electricidad (unos 40 kWh a los 100 km). Por eso la autonomía real en carretera es de unos 350 km, aunque oficialmente ronde los 450 km. En ciudad sí podría hacer unos 500 km.

Así es por dentro

Nos subimos y encontramos un habitáculo tan lujoso y avanzado que podría ser de un Clase S. Vemos dos grandes pantallas con una calidad de imagen sensacional. El sistema de infoentretenimiento MBUX para el conductor y el sistema multimedia que incluye el control táctil, se encuentra por primera vez en todas las variantes del Clase G. Por supuesto permite conectar el smartphone de forma inalámbrica a través de Android Auto o Apple CarPlay, y también introduce en la asistencia por voz, capaz de dialogar y aprender.

Mercedes G Eléctrico Interior
Mercedes G Eléctrico Interior

Comenzamos rodando por carretera e inmediatamente constatamos que el G580 empuja y acelera mucho: 587 CV y 1.164 Nm de par, con los que acelera de 0 a 100 en solo 4,7 segundos. La velocidad máxima es de 180 km/h, porque ya se sabe que a alta velocidad los eléctricos consumen la batería rapidísimo. Todos los nuevos G incluyen ahora suspensión regulable adaptativa, que en los modelos anteriores era opcional. La principal ventaja en carretera es que con la estabilización del balanceo y el cabeceo se reducen automáticamente los movimientos de la carrocería. El conductor puede seleccionar entre varios modos de conducción (Confort, Sport, Eco o Individual) en el mando (metálico, nada de plástico) Dynamic Select, que está la consola central. También podemos seleccionar si queremos que haga ruido, aunque para ello hay que dar varios pasos en la pantalla.

Salimos del asfalto y comenzamos a rodar por una pista. Después el camino se va poniendo complicado. Si has hecho todoterreno con “hierros” tipo el Defender original, alucinarás con el nivel de comodidad del G en este terreno, y es que la nueva suspensión compensa aún mejor las irregularidades. Para la conducción “off road” el G dispone de tres programas de conducción adicionales. El “Trail” ofrece una conducción optimizada en terrenos como caminos de tierra o grava. El programa “Rock” está concebido para circular por terrenos irregulares de dificultad media o alta, con superficies duras y rocosas. Los reglajes de la suspensión y la dirección están diseñados para ser firmes. Como tercera opción todoterreno está “Sand” (arena), con intervenciones del ESP “más ágiles”. Con el off road cockpit, las pantallas muestran datos relativos a la conducción, como un horizonte artificial, posicionamiento, brújula, altitud, ángulo de giro del eje delantero, par motor, potencia, presión y temperatura de los neumáticos o estado de los bloqueos del diferencial. También dispone de la función “capó transparente”, que se activa en el menú todoterreno de la pantalla, y que gracias a unas cámaras permite ver lo que hay bajo el capó.

Clase G Eléctrico sustituye la rueda de repuesto por un habitáculo para guardar el cable de carga
Clase G Eléctrico sustituye la rueda de repuesto por un habitáculo para guardar el cable de carga

Entre las dos salidas de aire que hay en la consola central, el G 580 lleva el “control off road”, con el botón “Low Range”, que funciona como una reductora. Y a los lados están los botones para las funciones G-Steering y el G-Turn. El primero, que bloquea una rueda trasera y permite reducir mucho el ángulo de giro, nos ha parecido lo más útil. No obstante, lo más espectacular es sin duda el llamado G-Turn, que le permite girar en círculo sobre sí mismo como si fuera un carro de combate. Habrá quien se compre este coche solo para hacer “el show”. En la marca creen que las ventas del nuevo 580 podrían alcanzar en España un 20% del total de la gama G.

Además del G580 eléctrico se venden tres versiones con motor de combustión, y la novedad es que a todos ellos se le ha acoplado un sistema de hibridación ligera de 48V. El sistema con alternadores/arrancadores integrados (ISG) puede aportar brevemente 20 CV a las tres versiones. No creemos que ningún cliente los echara en falta, pero sirve para darles un aura “sostenible” (la moda manda), ganar la etiqueta Eco y reducir mínimamente el consumo. Los gasolina y diésel seguirán siendo los preferidos por los clientes: G 450 d (3.0 turbodiésel 6 cil. en línea, 387 CV), G 500 (3.0, 6 cil. en línea biturbo, 449 CV) y G 63 AMG (4.0 V8 biturbo, 585 CV). El motor del G 500 es nuevo en la gama, ya que hasta ahora montaba un 4.0 V8 biturbo con 421 CV. El 450 d anuncia una media de consumo de entre 8 y 10 litros a los 100 km. El G 500 entre 10 y 12 litros, y el G 63, entre 14 y 15.

Nuevo Clase G Eléctrico, una bestia en todos los terrenos
Nuevo Clase G Eléctrico, una bestia en todos los terrenos

Por supuesto no perdimos la oportunidad de conducir un viejo conocido como es el G 63, para volver a enamorarnos del espíritu AMG, de ese rugido y esa brutalidad estilo hot rod. Siempre me ha parecido un poco absurdo que un coche tan alto sea tan rápido, pero inevitablemente pone una sonrisa en tu rostro y, tras una concienzuda reflexión… está claro que es el que más mola. Lo mismo piensan los clientes españoles del Clase G, porque un 65% de ellos eligen este aparato políticamente incorrecto.

El G de 2018 ya supuso un avance brutal en cuanto a comportamiento en carretera, y ahora puede llevar el tren de rodaje AMG Active Ride Control, con estabilización activa hidráulica del balanceo y amortiguación regulable adaptativa. Está disponible como opción individual, o como parte del paquete AMG Offroad PRO y del paquete AMG Performance. Las tres versiones de combustión montan la caja de cambios automática con convertidor de par de nueve velocidades, con cambios rápidos, suaves y cómodos. También permiten buenas aceleraciones, y dependiendo de la situación de conducción, puede saltar varias marchas. Si el conductor lo desea, cambiará de marcha manualmente con las levas de cambio del volante.

¿Un coche eléctrico para Off Road? y además con una nota sobresaliente
¿Un coche eléctrico para Off Road? y además con una nota sobresaliente

En cuanto a los nuevos sistemas de seguridad, por primera vez está disponible en la Clase G el asistente activo de dirección, el asistente activo de frenada de emergencia y la adaptación de la velocidad en función de la ruta.

El G 450 d cuesta 148.675 euros, el 500 sale por 159.650 y el G 63, 219.300. El G580 eléctrico costará 163.000 euros, pero durante el primer año solo se va a vender la versión ultra-equipada Edition One, por 197.000 euros. Cada año se fabrican en la factoría de Graz (Austria) unos 40.000 de estos Mercedes, y según los responsables de la marca podrían vender muchos más. Pero prefieren que siga siendo así, un modelo icónico con un precio muy alto que además conserva bien su valor a lo largo de los años. En definitiva, una máquina “más fuerte que el tiempo”, como reza su lema.