Rhoda Bueno y Miguel Andrada: unidos por la pasión Porsche

La historia de Rhoda Bueno y Miguel Andrada no es la típica aventura sobre la propiedad de un coche. Sí, han tenido muchos Porsche a lo largo de los años, pero fue el emblemático 911 el que encendió en ellos esa chispa de fascinación por los circuitos, por la velocidad que no solo se mide en kilómetros por hora, sino en emociones compartidas y momentos imborrables.

Rhoda Bueno junto a su marido Miguel Andrada
Rhoda Bueno junto a su marido Miguel Andrada

En el universo de los Andrada, Porsche es más que una marca; es una brújula que guía su estilo de vida. Para ellos, conducir no es solo trasladarse, es abrazar cada curva del camino y compartir ese entusiasmo con una comunidad que entiende el lenguaje de los motores como una forma de arte. “Los coches son increíbles”, afirma Rhoda con una sonrisa que parece iluminar su garaje, “pero Porsche para nosotros es un estilo de vida”.

Un garaje con alma

La pasión que esta pareja profesa por sus coches no se esconde, se exhibe con elegancia en la entrada de su casa en el distrito de North Bay, en Foster City, cerca de San Francisco. Frente a su residencia, un tributo al diseño moderno de Joseph Eichler, descansan como guardianes silenciosos tres joyas sobre ruedas: el 911 GT3 de Rhoda en un audaz Rubystar rojo, el 718 Cayman GT4 RS de Miguel en verde Fjordgreen y un Macan GTS en Carmín, completando la trilogía.

Porsche GT4 RS y 911 GT3 de Miguel Andrada y Rhoda Bueno exhibidos en la puerta de su casa
Porsche GT4 RS y 911 GT3 de Miguel Andrada y Rhoda Bueno exhibidos en la puerta de su casa

Su hogar no es solo una casa; es un espacio donde la estética minimalista y la ingeniería convergen, recordando el ADN de Porsche. “Apreciamos las líneas puras y la sencillez sofisticada”, explica Miguel, señalando el salón donde los detalles evocan la misma filosofía de diseño. Una tabla de skateboard rosa con un 911 clásico decora la chimenea, un guiño evidente al coche de Rhoda.

El nacimiento de una pasión

La conexión de los Andrada con Porsche viene de tiempos y lugares lejanos. Miguel, originario de Filipinas, recuerda con nitidez aquel día en su adolescencia cuando vio por primera vez un anuncio del 911 Turbo (993) en una revista. El eslogan decía, provocativamente, «kills bugs fast» (mata bichos rápidamente). “Fue un flechazo instantáneo”, comenta aún emocionado. Rhoda, criada en la isla de Oahu, tuvo su propio momento de revelación al contemplar un póster de un 911 Carrera RS en rojo Rubystar. “Aquella imagen se me quedó grabada para siempre”, confiesa, y hoy el destino ha hecho que una versión moderna de aquel coche esté aparcada frente a su casa.

La comunidad que une

Desde que se conocieron en 2005, los Andrada han cultivado una pasión compartida por los viajes, la gastronomía, los relojes y, por supuesto, Porsche. Ya fuera con un Panamera, un Macan o sus actuales modelos GT, la pareja ha encontrado en la marca no solo experiencias al volante, sino una comunidad con la que han tejido lazos profundos. Su verdadera inmersión en el mundo de los circuitos ocurrió cuando Rhoda participó en un Porsche Track Day con su 911 Turbo S. “Esos días en pista te abren puertas”, dice Rhoda. “No vamos solo a conducir, vamos a conectar con personas que comparten nuestra misma pasión”.

Porsche GT4 RS de Miguel Andrada en color Fjordgreen
Porsche GT4 RS de Miguel Andrada en color Fjordgreen

Con los años, esa comunidad se ha convertido en una extensión de su familia. Organizadores de eventos, participantes en actividades de clubes y protagonistas de excursiones memorables como la reciente en las Montañas Rocosas de Colorado, Rhoda y Miguel saben que la verdadera magia de Porsche no solo está en el rugido del motor, sino en las amistades que nacen en cada curva.

Empoderamiento sobre ruedas

Rhoda también ha tomado la iniciativa de fomentar la presencia femenina en un entorno que históricamente ha sido dominado por hombres. Al darse cuenta de que apenas había mujeres en los Track Days, creó FemPowered, un grupo de entusiastas que se reúnen varias veces al año para disfrutar de rutas en carretera y circuitos. “Organizamos Track Days exclusivos para mujeres, y es increíble ver cómo crecen en confianza y habilidad”, comenta. Miguel, con una sonrisa de complicidad, añade: “Muchas veces, ellas conducen mejor que los hombres, quizás porque no tienen un ego que se interponga”.

Un futuro en movimiento

Este año, el calendario de los Andrada vuelve a estar repleto de emociones y motores: Track Days, nuevos cursos de conducción y la incorporación de dos modelos más a su colección, un Taycan Turbo S y un 911 GT3 RS en Aubergine para Miguel. Tras dos décadas de vivencias en común, la pareja escribe un nuevo capítulo en su historia con Porsche, convencida de que lo mejor aún está por venir.

Casco de Miguel Andrada con el que disfruta de su Porsche GT4 RS en circuito
Casco de Miguel Andrada con el que disfruta de su Porsche GT4 RS en circuito

Porque al final, Porsche para los Andrada no es solo velocidad. Es la promesa de un viaje eterno donde el verdadero destino siempre será la pasión compartida.