Escribir consejos para comprar coches deportivos –o con carisma– de ocasión tiene un grave problema: al final te terminan gustando todos. Eso es lo que me pasó hace algo más de un año al relatar lo buenos que eran los Porsche 911 de la generación 996. El primer 911 refrigerado por agua no ha recibido todavía el favor que merece, lo que significa que, por un precio similar el de un utilitario, puedes comprar uno en bastante buen estado y disfrutar de un 911 sin ninguna de las pegas de un coche clásico.
El 996 no es tan caro como el 993, cuyos precios rozan ya el disparate y, en cambio, es perfectamente utilizable en el día a día. Tampoco es tan caro como el más moderno 997, en el que las unidades que valen la pena rozan los 50.000 mil euros. Aquí estamos hablando entre 20.000 y 30.000, incluso menos si encuentras algún particular con ganas de darle salida a su coche.
Ese fue el encargo que di hace unos meses a un par de empresas, que nos facilitan algunos de los mejores deportivos de ocasión que hemos probado. Han ido apareciendo GT2 o GT3 fuera de mi alcance, e incluso algún Cabrio o modelos automáticos Tiptronic que no me acababan de convencer del todo, a pesar de sus buenos precios. Esto redujo los elegidos a dos: o bien un Carrera 4 con la carrocería ancha del Turbo o un Carrera 2 con caja manual y, francamente, me apetecía más este último. Quería sentir la sencillez de conducción de un modelo de tracción trasera con sus 300 CV, así que se inició la búsqueda, y no me importaba nada uno de la primera serie, los del conocido faro “huevo frito” con el intermitente en naranja, aunque los siguientes llevaban control de estabilidad, siempre más seguro cuando llueve.
AMOR A PRIMERA VISTA
Entonces apareció esta unidad: color plata, interior negro, volante de tres radios y un mantenimiento impoluto, a pesar de un kilometraje más alto de lo previsto, rozando ya los 200.000 kilómetros. Lo cierto es que ya es casi imposible encontrar coches con menos de 100.000 o 150.000 kilómetros por el simple hecho de que, son tan versátiles, que se terminan utilizando muy a menudo. En este caso el coche es de un segundo dueño que lo ha utilizado a diario.
Fue verlo y saber que sería mío. Con los rodamientos del sistema IMS cambiados y un conjunto de facturas que, además, me demostraron que mantener este coche no es tan barato como un VW Golf GTI, pero no roza el disparate, decidí llevármelo a mi garaje.
Tras unas semanas, llegan mis primeras impresiones. El tiempo no pasa por el Porsche 911/996, cuyo diseño tiene ya dos décadas. Es más, se podría decir que está mejorando con los años. Las curvas de la trasera son mejores que las de los modelos originales, y su suavidad se mantiene en los 911 de hoy en día, con algunos ángulos más, pero la misma inspiración. El frontal, con el intermitente en blanco, gana en diseño, e incluso esta “carrocería estrecha” resulta llamativa. Las llantas de 18 pulgadas “Turbo look” son fundamentales para llenar esos pasos de rueda.
Por dentro, tiene el volante de tres brazos –hay algunos 911 con uno de cuatro que, personalmente, no me gusta tanto– y un conjunto de relojes perfecto, aunque las teclas dejan ver el paso de los años. Me gusta más en negro que en los habituales beige, que hay que cuidarlos en extremo para que luzcan bien.
En marcha, ofrece mucho más de lo esperado, ya que es casi como un coche de hoy en día. Como el protagonista ya es mío no me da miedo estrujarlo como los que nos prestan los particulares o empresas para los reportajes, así que exprimir los 300 CV de este motor es un placer. Por supuesto tiene menos adherencia que cualquier 911 actual, así que se va de delante mucho antes que los modelos posteriores, pero… también se va antes de atrás, y los derrapajes con su zaga son de una sencillez incomparable, porque se pueden corregir y retomar sin tener que ir a velocidades gigantes como en los coches de hoy en día, y todo ello con un balance dinámico realmente bueno, al que contribuyen, eso sí, buenos amortiguadores y buenas ruedas, equipamiento imprescindible en cualquier Porsche 911.
LA VOZ DE LA EXPERIENCIA
El especialista que me lo ha vendido me recomienda que, o lo utilice muy a menudo o lo deje en un garaje sin líquidos y en alto. Lo peor para estos coches es un uso inconsistente o para trayectos cortos, además de pasar varias noches durmiendo a la intemperie. Por mi parte lo estoy utilizando casi todas las semanas, y no me importa ir al trabajo por la carretera más larga. El consumo habitual ronda entre los 12 y los 14 litros, el seguro no me ha salido por un disparate y el mantenimiento va a ser el habitual en esto coches, con más gasto que en un compacto, pero es la mejor manera de mantener el valor y venderlo en el futuro por una cantidad similar al coste.
En resumen, este nueveonce se ha convertido en la mejor manera de entrar en el universo Porsche. Por menos de lo que cuesta un GTI se accede a un mundo de sensaciones y, para los que ya tengan familia, siempre estarán las cuatro plazas. Solo hay que buscar el más adecuado, y para mí el Carrera es la joya de los 996, el único con el que disfrutar cada día de un pilotaje que mezcla modernidad y sensaciones.
Mercado nacional
996 GT3 Mk1 (diciembre de 2000). El GT3 tipo 996 es conocido por tener un enfoque muy racing, y dispone del fantástico motor “Mezger” 3.6 de 360 CV. Este tiene 73.500 km y está a la venta en Autotrade por 67.000 euros.
996 Carrera 4S (junio de 2005). Imponente aspecto gracias a la carrocería ancha tipo Turbo. Con 128.400 km, es 4×4 y lleva el 3.6 de 320 CV, Tiptronic, equipo de sonido Bose y navegador. En Autotrade, por 38.500 euros.