¿Sacar 421 CV de un motor de 2.0 litros y cuatro cilindros salvajes? ¿Cómo lo hacen? Intentar explicar al ceo de AMG, Tobias Moers, que la potencia máxima de un motor es solo un número… El hombre no puede contener el orgullo de que el nuevo propulsor M139 de 421 CV AMG, que monta el A45s, sea el motor turbo de cuatro cilindros más potente en producción. Pero todavía hay más, los rivales no están ni cerca. El del BMW M135i rinde 306 CV. El del Honda Civic Type R, 320 CV. De acuerdo, son coches en otra línea de precios, pero lo cierto es que con las mismas herramientas básicas: cuatro cilindros, 2.0 litros de desplazamiento y un turbo –el motor AMG es un 30% más potente– o 50 CV más por litro. Entonces, ¿cómo lo ha hecho AMG? La clave de la eficiencia y la potencia en el M139 es la orientación. Descrito por Moers como una unidad “fundamentalmente nueva”, el bloque está girado 180 grados comparado con el predecesor, así que el colector de escape y el turbo se asientan detrás del motor, y el sistema de admisión va delante. ¿Las ventajas? Menos “tubería” y entrada más directa y eficiente para el escape y admisión, junto a un capó más bajo para una menor resistencia.

Pero la potencia no es nada sin control, y AMG ha trabajado duro en evitar que el M139 y 4 cilindros salvajes se convierta en un motor como una granada de mano, con retardo e insensible. La turbina del turbo de doble caracola está alimentada por dos conductos independientes del colector, de modo que la corriente de presión del turbocompresor es más constante en todo el orden de encendido de la mecánica, aumentando su par y la capacidad para responder a las órdenes de su pie derecho. Con ese fin, el turbo gira sobre rodamientos más caros y de baja fricción, un detalle heredado de los V8 de AMG.
La potencia y la durabilidad aumentan aún más con un sistema de enfriamiento que trabaja a destajo –el turbo está refrigerado por aire, agua y aceite–, un cárter de diseño superrígido inspirado en la competición y pistones de aluminio forjado que funcionan en cámaras recubiertas con un recubrimiento de baja fricción desarrollado en la F1. Y, por supuesto, al igual que sus V8, cada M139 es ensamblado con todo su amor por un solo técnico de AMG, de manera que esos 4 cilindros salvajes hayan sido construidos con el máximo mimo.

Solo lo mejor
El gran turbo de doble desplazamiento se trata como a la realeza, con conductos gemelos del colector de escape para aumentar el par y la respuesta. También tiene un sistema de enfriamiento robusto, gira sobre rodamientos de rodillos y es manejado por una válvula de descarga electrónica, para optimizar el turbo para cualquier combinación de posición del acelerador.

Listo en todo
La atención al detalle está en
todas partes. La bomba de agua es eléctrica, no está vinculada a la velocidad
del cigüeñal, por lo que funciona tan fuerte como sea necesario. Y cada válvula
de escape tiene la opción de dos levas, en lugar de una comprometida.
Girado por completo
En relación con su predecesor, el motor M139 de AMG gira 180°