Nada más aterrizar en el aeropuerto de Keflavik nos encontramos una fila de Land Rover Discovery. A simple vista lo que más llama la atención es su cintura elevada, que combina a la perfección con unos rasgos robustos y un pilar C muy marcado, pero que no resta iluminación a su amplio interior, reforzada por el techo panorámico que tenía nuestro modelo (1.270 euros). Además, pese a ser compacto (4.590 mm), todas las versiones pueden configurarse con un habitáculo de 7 plazas –un extra de unos 1.500 euros, pero que varía en función de los motores– y ofrecen una excelente capacidad de carga. Otra evolución es la disposición de los asientos, a modo de estadio de fútbol, con las filas ligeramente elevadas para mejorar la visibilidad. Además, cada fila tiene su propia ventilación y hay un puerto USB para cada ocupante. Los acabados y ajustes son de primer nivel y tanto el salpicadero como la consola central tienen un diseño muy limpio, sin millones de botones como en otros modelos de la competencia.
Antes de comenzar la ruta nos cuentan que en Islandia el límite de velocidad es de 90 km/h en el mejor de los casos. Nuestros Land Rover Discovery Sport tienen ruedas de invierno con clavos y, aún así, también nos recomiendan mucha precaución porque ha nevado mucho y hay algunos tramos donde pueden aparecer placas de hielo…Nos ponemos a los mandos y empezamos nuestra ruta, que nos llevaría a una estación geotermal donde aprovechan las altas temperaturas de la tierra volcánica para producir electricidad. Muy aplicados estos islandeses. Casi tanto como los ingenieros de Land Rover, que junto a su eficiente sistema Terrain Response han sabido incorporar una nueva suspensión trasera multibrazo integral que mejora de forma notable el comportamiento. Elegimos el modo hierba/gravilla/nieve en el Terrain Response –este sistema ofrece cuatro modos de conducción para adaptarse al medio–. El sistema proporciona par al eje trasero de forma constante, pero lo que más sorprende es el nivel de delicadeza, porque incluso con las ruedas de invierno con clavos, hay muy poco ruido en el habitáculo. En eso tiene mucho que ver la nueva suspensión, ya que el eje trasero tiene mucha articulación y absorbe gran parte del ruido y también las vibraciones. En estas circunstancias el Land Rover Discovery es muy capaz y se coloca fácilmente, ofrece una conducción muy gratificante que te anima a ir cada vez más rápido… hasta que te encuentras a un islandés enterrado en la nieve tras haber practicado un poco de patinaje artístico… y piensas que no te gustaría estar en su lugar.
De vuelta a Reikiavik la noche cerrada hace acto de presencia. No es que la rueda de prensa haya durado mucho, es que aquí las horas de luz se podría decir que son muy escasas. En esta temporada el día se reduce de las 11.30 a las 15.30. Después nos dirigimos hacia un río para comprobar la capacidad de vadeo del Land Rover Discovery Sport que, con 60 centímetros, es líder en su categoría. Puede que en España esta cualidad no sea una de las que más incentiven su compra, pero en Islandia se pueden ver hasta cascadas de 20 metros generadas por el deshielo de los glaciares. No obstante, aunque sea realmente cómodo, no podemos olvidar la naturaleza todoterreno de nuestro protagonista.
La seguridad es otro de los puntos fuertes de este modelo y dentro de un amplio equipamiento tecnológico que incluye, entre otros, el sistema autónomo de frenada inteligente (AEB), alerta de cambio involuntario de carril, sensor de reconocimiento de señales de tráfico, monitorización de ángulo muerto o sensor de aproximación de vehículos y detector de tráfico marcha atrás, destaca un airbag para peatones que minimiza las consecuencias de una colisión.
En España solo se comercializará con mecánicas diésel. Se podrá elegir entre un 2.2 TD4 de 150 CV o un 2.2 SD4 de 190 CV –en la oferta también hay un motor gasolina 2.0 Si4 de 240 CV pero no llegará a nuestro país–. Ambos se podrán asociar a una caja de cambios manual de 6 velocidades o a la automática de 9 relaciones de ZF, la misma que ya incorpora el Evoque. De momento todas las versiones son de tracción total, pero para el segundo semestre de 2015 está prevista la variante con tracción delantera. Los precios oscilan entre los 36.350 y los 61.374 euros. Justo antes de llegar al hotel y finalizar nuestra aventura se nos viene a la cabeza el eslogan de la famosa firma de vaqueros Levi Strauss: “It’s no use, they can’t be ripped” (No lo intentes, no se puede romper).