La restauración de un automóvil clásico es un proceso más trabajoso y provocará más quebraderos de cabeza que ir a un concesionario y elegir un coche a dedo, pero al final será una experiencia más gratificante. Y si además ese coche puede presumir de un pasado peculiar, como el Lamborghini Miura de Onassi, el resultado final será casi mágico.
Por todo ello le alabamos el gusto al comprador del Lamborghini Miura S de 1969 que perteneció al armador griego Aristóteles Onassis. Fue subastado en Londres y alcanzó un valor de 312.000 euros. La casa de subastas Coys distribuyó unas fotos del deportivo en el lugar en el que ha pasado las últimas décadas, un apartado aparcamiento en el Hilton de Atenas. Abollado, averiado, sucio y con una curiosa hilera de faros antiniebla en el morro, su atractivo nos parece aún mayor si cabe. Al parecer el biplaza fue usado por Onassis durante algún tiempo, y después se lo regaló a su cantante favorito, su compatriota Stamatis Kokotas. El Lamborghini debe su nombre al ganadero español Eduardo Miura, y siempre fue muy apreciado por los músicos pendencieros y extrovertidos. En esta lista dorada destacan nombres como Frank Sinatra, Rod Stewart, Tommy Lommi (Black Sabbath) o Jay Kay (Jamiroquai).
Para crearlo lo ingenieros se inspiraron en el Ford GT40 con motor central. El primer Lamborghini Miura, expuesto en 1966, llevaba un motor 4.0 V12 de 350 CV. La primera evolución llegó a finales de 1968 con el P400 S. Aunque exteriormente era casi idéntico –apenas unos cromados en los cerquillos del parabrisas y ventanillas–, el coche recibió modificaciones que mejoraron el comportamiento y la comodidad, y l a potencia aumentó hasta los 370 CV. Pero hubo que esperar hasta 1971 para que viera la luz el SV de 385 CV, del que se fabricaron 150 unidades. El 15 de enero de 1973 salía de la planta de Sant’Agata Bolognese el último Miura, un SV en un discreto color blanco. En total se fabricaron 750 coches, y en los últimos años su cotización se ha disparado. Si hace una década se encontraban por menos de 80.000 euros, hoy los P400 –los primeros– pueden superar los 300.000 euros. Los más valorados son los SV (solo 150 unidades), que ya se acercan al millón de euros.