La economía y el Ferrari Daytona

El vendedor del Ferrari 250 GTO más caro fue Eric Heerema, un holandés residente en Sussex (UK), y como comprador aparece Craig McCaw, norteamericano y cofundador de McCaw Cellular, empresa vendida a AT&T en 1993 por 11.500 millones de dólares, quién desembolsó la friolera de 27,77 millones de euros. En todo caso, en las transacciones privadas es difícil verificar las cifras. El coche más caro vendido públicamente en subasta es un Ferrari 250 Testarossa de 1957, que alcanzó los 11,66 millones de euros el año pasado.

La economía y el Ferrari Daytona

Es curiosa la evolución del Ferrari 365 GTB/4 “Daytona” (1968-1974), el último V12 con motor delantero fabricado por la marca hasta 1996. Según el experto estadounidense Michael Sheehan, cuando llegó la crisis del petróleo de 1973 en las tiendas del sur de California se podían encontrar Daytona y Miura (Lamborghini) por 15.000 dólares, y Ferrari Dino por la mitad. Ese mismo año Nick Mason, batería de Pink Floyd, compró su 250 GTO –como el de los 27 millones de euros– por 35.000 libras. Cuando los consumidores aceptaron el nuevo precio de los combustibles y la economía americana comenzó a tirar con fuerza, el mercado de Ferrari tuvo su primer boom. Entre 1975 y 1979, los Daytona pasaron de costar 15.000 dólares a cotizarse en 75.000. Después, la Reserva Federal americana subió los tipos de interés para contener la inflación y tanto el mercado inmobiliario como el de deportivos lo sufrieron. En 1984 los Daytona se encontraban por unos 50.000 dólares. Cuando las cosas volvieron a funcionar, muchos baby boombers se dieron el capricho de su vida, y los japoneses comenzaron a volverse locos con los Ferrari. El resultado fue que a finales de 1989 se podía vender un Daytona por unos 500.000 dólares. La crisis de la bolsa de octubre de 1987 no afectó a su demanda, porque muchos optaron por invertir en inmuebles o coches clásicos. Eran tiempos disparatados en que los entonces nuevos F40 se llegaron a revender por 200 millones de pesetas, cuando su precio de fábrica era de 40 millones. En 1990 los europeos y estadounidenses ya estaban menos animados a comprar, y en Japón llegó la crisis. En 1994, el Daytona que había costado 500.000 dólares se podía comprar por 125.000. El precio del Daytona fuera creciendo hasta superar los 300.000 dólares en 2007. Luego empezó la crisis de las sub-prime, con la peor recesión desde 1929. Los Daytona lo notaron cayendo hasta los 200.000 dólares.

A finales de 2009 los precios en subasta comenzaron de nuevo a subir, y hoy un Daytona –se fabricaron 1.284 unidades– se cotiza en más de 350.000 dólares. El mercado está claramente al alza ya que, como declaró hace poco el jefe de Talacrest –especialista británico– John Collins, “es difícil encontrar ciertos coches, hay mucha demanda porque los árabes y los chinos han entrado en el mercado”. Si busca uno con matrícula original española la tarea es complicada, porque en la época solo se matricularon cuatro unidades. Todas siguen en nuestro país, en manos de reputados coleccionistas con poca necesidad de vender.