Julià Automobile: el arte del backdating

Julià Automobile: el arte del backdating

En un mundo del motor donde lo exclusivo tiende cada vez más a lo estridente y la espectacularidad, Julià Automobile propone un concepto bastante distinto: elegancia atemporal con una reinterpretación estética y mecánica del 911 ejecutadas con una obsesión por el detalle que convierte cada uno de sus proyectos backdating en una pieza única.

Una filosofía clara: técnica moderna, alma clásica

Desde su sede en Montgat, esta empresa familiar liderada por Jan Egui aún acompañado de su padre, Josep Egui, una leyenda en el sector— se ha consolidado en los últimos años como uno de los nombres más reputados del panorama europeo en este arte consistente en reinterpretar los míticos Porsche 911.

El backdating, si es que alguien aún no sabe lo que es a día de hoy, consiste en tomar un Porsche 911 de las últimas generaciones refrigeradas por aire —principalmente de los 964 o incluso 993— y transformarlos estéticamente para darles aspecto y acabados anteriores a 1973.

Pero Julià Automobile va mucho más allá de una transformación estética. Cada vehículo es desmontado por completo, restaurado hasta el último tornillo y actualizado con componentes modernos que ofrecen mayores prestaciones.

El objetivo: conseguir un 911 que sea clásico de aspecto, con acabados artesanales de altísima calidad, pero con un rendimiento de coche moderno. Es decir, fusionar lo mejor de los 911 del pasado y del presente en un único elemento. Con estas premisas, las especificaciones y acabados solo dependen del cliente y, por supuesto, de su presupuesto.

Como podéis imaginar, llevar a cabo un proyecto de estas características no es algo precisamente barato, aunque… ¿cuál es el precio de la exclusividad?

El proceso de preparación de un backdating siempre empieza con una reunión, o varias, con Jan Egui. El objetivo es detallar características, acabados, colores, materiales y especificaciones del futuro proyecto.

Sus creaciones pueden combinar carrocerías ensanchadas de inspiración ST o RSR, motores 3.2 o 3.8 preparados, interiores artesanales y soluciones modernas como frenos ABS, aire acondicionado, dirección asistida, inyección electrónica, suspensiones de alto rendimiento, tapizados hechos a medida y un larguísimo etcétera.

Como dice Jan: “De nuestro taller nunca salen dos backdatings iguales, puesto que cada unidad es el reflejo del gusto y estilo de cada cliente”.

De la planificación a la realidad

Una vez todos los detalles del proyecto están perfilados y la base del coche se despoja por completo, empieza el trabajo de creación. Es así como el equipo de artesanos y especialistas del taller —empezando por el mago de las carrocerías Mohamed Karimi y acabando por el “Doctor Bardina” como máximo responsable de la parte mecánica— se pone manos a la obra para ejecutar con maestría y pasión otro trabajo que permitirá dar forma al futuro backdating.

Cada proyecto de estas características requiere entre 1.000 y 1.200 horas de trabajo especializado, en un proceso donde se documenta cada fase con fotografías, vídeos y reuniones personalizadas con el cliente.

Actualmente, el 40 % de los proyectos que salen de las instalaciones de Julià Automobile tienen destino fuera de España, y la demanda no deja de crecer, hasta el punto de que ya existe una lista de espera para poder encargar un proyecto de estas características.

Es por ello que algunos de sus coches se han revalorizado notablemente tras su entrega, llegando a revenderse por precios significativamente más elevados de lo que costó el proyecto en sí. Esto no hace sino reforzar la reputación ganada por el taller a nivel internacional en los últimos años.

Alguien podría pensar que los backdatings son una moda. Sin embargo, el hecho de que no se trate de réplicas, sino de homenajes con alma a los clásicos 911 —con prestaciones muy mejoradas y totalmente utilizables para el día a día— dispara el atractivo de este tipo de vehículo para sus usuarios.

Algo que en Julià Automobile han sabido leer e interpretar a la perfección. Fundado como taller en los años 20 y especializado en Porsche desde la década de 1970, Julià Automobile está hoy liderado por Jan Egui, la cuarta generación de una familia que ha hecho de la pasión por los clásicos su forma de vida.

Jan ha sabido combinar formación técnica y sensibilidad empresarial para proyectar la marca más allá del círculo de los puristas, posicionándose como un referente europeo en el sector. Y lo que le queda por delante.