Bugatti y Cosworth, dos nombres icónicos en la ingeniería automotriz, han unido fuerzas para crear el Bugatti Tourbillon, un hipercoche híbrido con 1.775 CV que redefine los límites del rendimiento, el lujo y la tecnología. Con un motor V16 de 8.3 litros apoyado por tres motores eléctricos, este modelo alcanza una velocidad máxima de 444 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 2 segundos. Cada componente se fabrica con una precisión artesanal en los talleres de Cosworth, situados cerca del circuito de Silverstone.

Sobre el V16
Este motor, resultado de 18 meses de colaboración técnica, destaca por su potencia y por su complejidad mecánica. Con un peso total de 240 kg, el V16 combina robustez y ligereza extrema. Los componentes internos, como el cigüeñal de acero macizo reducido a 22.6 kg, pasan por procesos de mecanizado que aseguran una precisión milimétrica. Además, el sonido del motor a 9.000 rpm proporciona una experiencia sensorial única, una mezcla de resonancia profunda y explosiones controladas.

La herencia de Cosworth se plasma en cada detalle del motor. Este taller legendario ha demostrado ser el «Vaticano del Automóvil», como lo describen algunos expertos del sector, por su capacidad de innovar constantemente. Desde los motores que revolucionaron la Fórmula 1 hasta sus recientes colaboraciones en supercoches de edición limitada, Cosworth mantiene su estatus de referencia en el automovilismo mundial.
Una obra de arte en la muñeca
Como complemento perfecto a la exclusividad del hipercoche, Bugatti ha colaborado con Jacob & Co. para diseñar un reloj que encapsula la esencia del Tourbillon. Este reloj presenta un motor miniaturizado en forma de W16, compuesto por 557 piezas, que realiza una animación de 20 segundos mostrando el motor en movimiento. La caja, diseñada para reflejar la estética del coche, cuenta con subesferas que simulan el tablero del hipercoche. La fabricación de esta joya de la relojería requirió 18 meses de trabajo especializado.

El precio de este reloj de edición limitada supera los 300.000 euros, y solo se han producido 150 unidades. Es un tributo a la excelencia técnica y el diseño artístico que Bugatti y Cosworth han llevado al más alto nivel con el Tourbillon.
Un futuro destinado a la tradición

Mientras el mundo avanza hacia la electrificación, Cosworth y Bugatti mantienen viva la esencia de los motores de combustión interna, explorando nuevas tecnologías como los combustibles sintéticos. Para ambas marcas, la obsesión por la perfección es tanto una estrategia de mercado como una filosofía que impulsa cada proyecto. El Tourbillon es prueba de ello: un vehículo que no solo transporta, sino que define el significado de lujo sobre ruedas.