III Ruta Exhibición de coches de época Las Rozas – San Lorenzo

III Ruta Exhibición de coches de época Las Rozas – San Lorenzo

Cuando comienzan a entrar en caravana los veinte coches de época por la calle peatonal de Las Rozas en busca de su lugar de estacionamiento, se crea un efecto mágico en el público que por segundos se paraliza, quedándose boquiabierto ante la visión de ese espectáculo tan insólito que en ese instante ocurre en su barrio.


Es el momento que te convences de que meses de trabajo han merecido la pena.
Oír el sonido de un Packard del año 1927, ver el giro de las grandes ruedas de madera de un Cadillac de 1917 o el aspecto tan señorial de un Rolls Royce de 1934, te transporta a otra época, siendo consciente de que el coche no se diseñó para ser útil, barato y caduco, sino para ser una eterna obra de arte.

Una edición con récord de visitantes

Nunca llegamos a pensar que en esta exhibición, ya la tercera edición, recibiríamos tantos visitantes y además tan curiosos.
Pocos datos dimos en los carteles informativos instalados en los parabrisas, para un público tan interesado.
Alineados uno tras otro, fueron examinados al mínimo detalle, siendo un claro ganador para los niños el Amilcar CGSS del año 1927, que lo veían como un juguete de su tamaño.

Una ruta con historia y compañerismo

Visita de la Corporación municipal, despedida tras dos horas a los roceños e inicio de una ruta de treinta kilómetros subiendo el puerto de Galapagar, por supuesto en directa, hasta la Ermita de la Virgen de Gracia, donde los Hermanos Romeros nos estaban esperando para invitarnos a un merecido aperitivo en un lugar tan emblemático como el bosque de La Herrería.

Un espectáculo que detiene el tiempo

Despacio, muy despacio, apretando bien fuerte ese enorme volante y acompañados en todo momento de ese traqueteo del pistón, seguimos por un camino rodeado de monte durante un día algo nublado, agradeciendo la suerte de estar allí y poder apreciar esta afición tan especial.

El broche final en San Lorenzo de El Escorial

Y llegamos al final de nuestro destino, San Lorenzo de El Escorial, donde nos esperaban ansiosos un numeroso grupo de sanlorentinos para ver ese espectáculo de hace cien años en un marco tan apropiado como las inmediaciones del Monasterio.
Finalmente, charla y comida, entrega de trofeos sin faltar el de Fomento de la Afición al Joven Participante, y a esperar la próxima reunión en octubre por el centro de Madrid.

Una pasión que no se detiene

Una vez más nos hemos reunido, quedándote en la retina la alegría de los visitantes, la satisfacción de los participantes y el convencimiento de las corporaciones municipales.
Creo yo que estamos haciendo bien nuestra labor: promocionar el coche de época ante la desgracia paulatina de verlo abandonado y arrinconado, para luego dejarle ir a otras tierras por el desinterés de las nuevas generaciones.
En el Veteran Car Club de España no sabemos hacerlo de otra manera y ya tenemos sesenta y tres años cumplidos.