El Hyundai Tucson 48V es un gran ejemplo de cómo ha evolucionado el SUV coreano en su cuarta generación. Desde que se presentó os hemos dado unas cuantas razones para amarlo (aquí puedes ver el artículo completo) y ahora nos ponemos a sus mandos de nuevo.

Entre la gran oferta mecánica disponible (diésel, gasolina, híbridos ligeros, híbrido e híbrido enchufable), nos hemos decantado por el gasolina de 150 CV con una pequeña hibridación.
Se trata de la versión 1.6 T-GDI con la ayuda de un pequeño motor eléctrico de 48V acoplado en el cigüeñal que ayuda al motor de propulsión en situaciones puntuales. Suele actuar cuando se arranca el vehículo o en situaciones de aceleraciones repentinas.

Con etiqueta ECO
Con este sistema no esperes el consumo de un diésel pero, a cambio, obtendrás la etiqueta ECO de la DGT y las ventajas que ella supone. Vamos, que pondrás un pequeño grano de arena para salvar el planeta y tu bolsillo también te lo agradecerá un poco.

Asociado a esta mecánica se pueden elegir dos acabados: Maxx (31.200 euros) o Tecno (35.000 euros). Este último, el de nuestra prueba, se puede elegir con cambio manual de 6 velocidades o automático de 7 relaciones (DCT). Nuestro protagonista es automático y cuesta 37.350 euros.

Con la versión de 150 CV no puedes tener tracción total. Si quieres un plus de agarre tienes que elegir el mismo motor pero con 180 CV. Conviene recordar que los precios del Hyundai Tucson oscilan entre los 26.900 y los 46.600 euros.

Automático y tracción delantera
Salvo excepciones contadas, siempre recomiendo el cambio automático por la comodidad que este ofrece. En el caso del Hyundai Tucson 48V, se prescinde de la palanca de cambios y, en su lugar, tenemos tres botones (D, N y R). Prácticos y funcionales, es fácil acostumbrarse a ellos y además ayudan a que el interior sea más limpio.

Otra ventaja del cambio automático es que, en cuanto dejamos de pisar el acelerador, se pone automáticamente en “modo vela”. Una especie de punto muerto que nos ayuda a rebajar el consumo y las emisiones contaminantes.

Las cifras oficiales de consumo son de 6,5 l/100 km y nosotros, en conducción más urbana, hemos estado entre 7 y 8 litros. Registros en todo caso bastante buenas dadas las dimensiones del Hyundai Tucson 48V y sus casi 1.500 kilos de peso.

De segundo apellido confort
Del cambio radical en el diseño exterior respecto a la anterior generación ya hemos hablado mucho, pero en el confort también se han esforzado mucho los ingenieros de Hyundai. Tanto en las plazas de conductor como de acompañante se respira una atmósfera de comodidad muy superior a la del Tucson que reemplaza.

En este sentido me ha sorprendido gratamente el espacio para las plazas traseras, donde podrán viajar cómodamente adultos sin tener que tocar su cabeza con el techo y con espacio de sobra para las rodillas.

La suspensión también trabaja bastante bien. Puede que perdamos algo de dinamismo si queremos afrontar una curva rápida con el cuchillo entre los dientes, pero el Hyundai Tucson 48V no fue concebido para eso…
Al volante, la dirección es tan directa y comunicativa que a veces parece que estamos conduciendo un vehículo de menor tamaño.
Pensando en todo
Me gustaría destacar el diseño del volante. Estamos muy acostumbrados a los volantes de tres radios pero en el nuevo Tucson tenemos dos radios extras en la parte inferior. Muy útiles para descansar los brazos cuando llevas muchos kilómetros o cuando te sumerges en la madrileña M30 y su límite de 70 km/h.

Con el Hyundai Tucson 48V no esperes prestaciones de deportivo, pero si tendrás potencia suficiente (150 CV/250 Nm) como para afrontar adelantamientos sin problemas. La velocidad máxima es de 190 km/h y hace el 0 a 100 km/h en 9,6 segundos. Además, tienes tres modos de conducción (Eco, Normal y Sport) para adaptar mejor la respuesta del acelerador a cada circunstancia.

Tecnología de la buena
No soy muy amigo de la conducción autónoma y de las correcciones de trayectoria, pero el Hyundai Tucson 48V tiene algunas cosas que me han conquistado. Me refiero al sistema que te avisa cuando estás parado en un semáforo y el tráfico se mueve y no te das cuenta. Imagínate, estas concentrado en tus cosas y no te das cuenta que el semáforo se ha puesto en verde. No pasa nada, nuestro Tucson de pruebas emite una pequeña señal acústica y nos ponemos en marcha.

Otra cosa que me ha llamado la atención es el sistema de calidad del aire para el habitáculo. En mi trayecto diario del trabajo a casa tengo que pasar por la M30 y el primer día no entendía por qué el Tucson me subía las ventanillas justo antes de meterme en el túnel… Pero luego vi que me decía que así se garantizaba la calidad del aire.
Modo Normal Modo Sport Modo Eco
En fin, pequeños detalles que nos ayudan a comprender mejor el salto cualitativo que ha dado el nuevo Hyundai Tucson en esta cuarta generación. Pura magia ECO.
