Son aproximadamente 1.335 kilómetros si quieres conducir desde Tucson, Arizona, hasta Santa Cruz, California. El Hyundai que ha evolucionado de Tucson a Santa Cruz es ideal para un viaje así: fácil de llevar, divertido, cómodo y, de hecho, la camioneta más accesible que he conducido.

Diseñado para California
El Santa Cruz lleva varios años a la venta en Norteamérica y se fabrica en la planta de Hyundai en Alabama. Según la marca, ha sido “diseñado para California”, aunque en realidad está pensado para quienes buscan un SUV familiar con estilo llamativo y espíritu aventurero.
Desde su lanzamiento en 2021, el modelo causó sensación y recientemente ha sido renovado con un frontal más robusto, nuevas tecnologías y una versión más aventurera llamada XRT, que es la razón por la que lo estamos probando hoy. Algunas de las rutas polvorientas y rocosas que serpentean alrededor del centro técnico de Hyundai están lejos de ser un simple paseo. Entre dunas de arena profunda y senderos marcados por surcos profundos entre la maleza, hay pendientes extremadamente inclinadas que solo verías en un campo de pruebas. O tal vez en el centro de Lincoln.

Hyundai Santa Cruz: SUV popular entre familias
Uno pensaría que una pick-up basada en un SUV popular entre las familias simplemente adoptaría una estética todoterreno sin verdadera capacidad. Después de todo, su chasis es de turismo, y se ofrece con tracción delantera. Además, a diferencia de las pick-ups de cabina extendida con una segunda fila apretada, esta es un auténtico cinco plazas con cuatro puertas.
Pero estamos hablando de Hyundai, y Hyundai hace las cosas bien. En carretera, el Santa Cruz destaca por su conducción sencilla, dirección ligera, cambio ágil y potencia suficiente gracias al motor turbo de cuatro cilindros. Es un vehículo moderno, ágil y bien equilibrado, completamente distinto a una camioneta tradicional.

Peso cercano a dos toneladas
Sin embargo, es fuera del asfalto donde el Santa Cruz realmente sorprende. Al pisar el acelerador sobre la arena, el motor puede gritar como un niño mimado, pero la tracción es impresionante. Los cuatro neumáticos todoterreno se aferran al suelo y lanzan al Santa Cruz hacia adelante con fuerza, con suficiente impulso como para terminar en el árbol de Joshua más cercano si no tienes cuidado.
Su peso cercano a las dos toneladas probablemente también ayuda a mantenerlo estable. Nunca funcionaría en Europa, y Hyundai no tiene planes de traerlo ni de fabricarlo con volante a la derecha, pero eso no le quita lo peculiar, lo interesante ni lo competente que es.

