Henrik fisker estuvo detrás de algunos de los coches más atractivos de principios de siglo. Diseñó el BMW Z8 de finales de los noventa (y ayudó a dar forma al X5 de primera generación) antes de supervisar el DB9 y el V8 Vantage como director de diseño de Aston Martin, a principios de los 2000. Pero su historia desde entonces, bajo la marca Fisker, ha sido bastante irregular, por decirlo cortésmente.
Para cambiar esa dinámica ha presentado un SUV totalmente eléctrico, el Fisker Ocean, autoproclamado como “el vehículo más sostenible del mundo” gracias a sus elementos reciclados, la energía solar a bordo y fábricas neutras en carbono. Se lanzará a finales de este año, pero antes debemos ponernos en contexto. En 2005 fundó Fisker Coachbuild y de ella nacieron un Mercedes SL reelaborado, el Tramonto, y el Latigo CS, basado en un BMW Serie 6. “Mirando hacia atrás, no estoy muy orgulloso”, reflexiona. “Traté de complacer demasiado a alguien más”. En 2007, Tesla lo contrató para realizar el diseño inicial del Model S y, ese mismo año, creó Fisker Automotive. En 2011 llegó la berlina eléctrica Karma, que tenía un motor de gasolina para alimentar la batería y extender la autonomía. Fue el único modelo de producción de la empresa, a pesar del importante respaldo financiero del gobierno de EE UU y la estrella de cine Leonardo DiCaprio.
“En el Jogger y el Sandero no tienes por qué comprar el navegador, puedes usar tu teléfono móvil”
Fisker tiró la toalla en 2013 y la empresa quebró, aunque renació como Karma Automotive dos años más tarde, respaldada por capital chino, pero esa aventura también duro poco. En 2016, fundó Fisker Inc y en el pasado Salón de Los Ángeles se presentó su primer automóvil de producción, el Ocean, donde pudimos entrevistar a Henrik Fisker.
Al grano, ¿por qué alguien debería creer en su última aventura? “En 2007 estábamos en el Salvaje Oeste”, reconoce. “Solo había tres compañías de baterías: Panasonic hizo un trato con Tesla, LG Chem tenía una exclusiva con GM y A123, una empresa nueva de Boston que no tuvimos más remedio que usar, quebró.
“Ahora tenemos nuevos patrocinadores y una cadena de suministro más madura en lo que se refiere a los componentes eléctricos. Cuando Fisker comenzó, todos los fabricantes de eléctricos eran tipos de Silicon Valley. Hoy, Wall Street apuesta claramente porque la mayoría del mercado girará en torno a los vehículos eléctricos”.
Fisker también cuenta con el respaldo del fabricante austriaco Magna Steyr. Esta empresa ya construye por el Jaguar i-Pace, el Mercedes Clase G y el Toyota Supra, y también fabricará el Fisker Ocean. “Eso elimina mucho riesgo, por lo que podemos centrarnos en desarrollar el vehículo”, nos dice el danés-estadounidense de 58 años.
Sin embargo, ¿cómo destacará el Ocean, de 4.775 mm –un poco más largo que un Tesla Model Y–, en el ya congestionado segmento de los SUV eléctricos? Uno de sus puntos fuertes es su pantalla central giratoria, que puede cambiar de vertical a horizontal. “Mide 17,1 pulgadas, por lo que es como tener tu propia sala de cine dentro del automóvil”, dice entusiasmado. Fisker también apunta a una importante autonomía (630 km), un buen tiempo en el 0 a 100 km/h de 3,6 segundos y un techo con paneles solares que, bajo los cielos de California, podría conseguir 3.220 kilómetros extras al año.
El Ocean también está en camino a los climas más nublados del Reino Unido, con un precio de unos 35.000 euros para el tracción delantera de un solo motor, el Sport, aumentando a los 60.000 euros para el AWD de doble motor de altas prestaciones y autonomía. De cerca también se ve bastante bien, con una postura ancha (1.995 mm), luces superdelgadas y detalles gráficos nítidos. Fisker quiere comercializar entre 35.000 y 40.000 unidades de Ocean en el primer año, aumentando rápidamente a los 100.000 por año. Le seguirá un vehículo urbano llamado Project PEAR (Personal Electric Automotive Revolution) y dos modelos más están programados para 2025. “Uno será un vehículo deportivo entusiasta –costará más de 100.000 dólares y se desarrollará en el Reino Unido– y otro, probablemente compartirá la plataforma del Ocean”, agrega.
Una vez más, no sabemos si creer las grandes afirmaciones de Fisker, pero esta vez podemos tomarle un poco más en serio por la combinación de nuevos fondos, la fiabilidad de Magna y la tecnología del automóvil en sí. “Me gustaría llegar al millón de unidades al año e ir más allá”, continúa Fisker. “Para 2027 queremos hacer el primer vehículo neutral en CO2. Eso es difícil, pero hemos tenido la aceptación de los proveedores. La sostenibilidad solo funciona si tiene vehículos deseables. Nadie quiere una ensalada sin un buen aliño. Los primeros eléctricos eran pequeños y extraños, pero ahora hay algunos excelentes. Además, los fabricantes de automóviles tradicionales están desarrollando vehículos eléctricos, pero no están superando a nadie”.
Seis preguntas rápidas
¿Cuéntenos cuál fue su primer coche?
Un Alfasud marrón con rayas doradas. El motor
explotó después de unas pocas semanas
porque no tenía limitador de revoluciones.
¿Qué logro le hace sentir más orgulloso?
El Ocean y todo lo que hemos ganado en sostenibilidad.
¿Dígamos cuándo se equivocó últimamente?
Muchas veces. En Fisker Coachbuild aposté por diseños discretos, pero fracasaron porque no confié en mi instinto.
¿Qué es lo mejor que ha hecho en un coche?
Después de unirme a Aston, conduje un V12 a 280 km/h para no llegar tarde a mi primera cita con el director ejecutivo.
¿Superdeportivo o clásico?
Clásico. El segmento de los supercars está muy saturado. Logran velocidades que no puedes usar. No hay diversión.
Pregunta difícil… ¿En qué película de James Bond salía el Z8?
En El Mundo nunca es suficiente del año 2000, o tal vez de 1999 [1999]. ¡No estaba listo, así que construimos maquetas!
Subaru STI E-RA
Un prototipo eléctrico con 1.088 CV.
En total silencio
Como todas los marcas, Subaru es está electrizando (aunque lentamente). Su primer EV es el Solterra, basado en el Toyota bZ4X, pero la división deportiva STI lo ha convertido en el espectacular E-RA.
No es un sueño
E-RA significa “intento de récord eléctrico”, ya que desde STI quieren registrar un tiempo de vuelta de 400 segundos (6 min 40 s) en Nürburgring en 2023. Este año, se preparará en varias pistas de Japón.
Mucha fuerza
Pegado al suelo, con una espectacular aerodinámica, el E-RA es tremendamente poderoso. Tiene un motor eléctrico en cada rueda, con una potencia total de 1.088 CV. La vectorización del par lo maneja todo.
La razón de ser
Podría haber una versión “descafeinada” para competir en la nueva categoría E-GT de la FIA, que comenzará en 2023. La potencia se limitará a 585 CV y el peso de los coches oscilará entre 1.490 y 1.530 kg.