Cientos de clásicos y deportivos decomisados por la hacienda trasalpina fueron subastados a finales del año pasado en Milán, y miles de coleccionistas acudieron a la llamada.
A finales de noviembre el mundillo de los clásicos anduvo revolucionado por la subasta (llamada Duemila Ruote) que RM Sotheby´s organizó en Milán. Aunque la casa decía que los cientos de automóviles que se ofrecían procedían de la colección de Luigi Compiano, lo que todo el mundo comentaba es que también provenían de incautaciones llevadas a cabo por la Hacienda Italiana durante varios años. Compiano tenía una buena colección pero no tan grande, y no es normal que alguien tenga 70 Porsche 911 o 22 Jaguar E.

Como quizá hayan oído, durante una época reciente la Guardia di Finanza se puso muy dura, e incluso paraban a los conductores de coches llamativos para informarse de sus datos fiscales: “¿o sea que usted gana 30.000 euros al año y conduce un Porsche Turbo?” y en ese plan. Esto hizo que muchos aficionados dejaran de sacar sus coches a la calle o simplemente los vendieran. Además el estado se quedó con muchos de ellos.

Los lotes de la subasta fruto de los decomisos de la Hacienda italiana eran muy atractivos, con muchos Porsche, Jaguar y Alfa pero también Ferrari del máximo nivel. Pero lo más llamativo era que los coches se ofrecían sin reserva, es decir, sin precio mínimo, y además nos pusieron los dientes largos con unas estimaciones de precios de venta muy por debajo de lo que marca el mercado en los últimos años.

Así que nuestro amigo y asesor Carlos de Miguel, periodista de motor y gentleman driver, se juntó con tres amigos para ver si podían “pescar” algo. Hicieron una selección de lo que les interesaba y mandaron a Milán a William, su mecánico de confianza, para que viera los coches y pujara, hasta un determinado margen, por lo que mereciera la pena. Según la empresa se reunieron 3.000 potenciales pujadores en la sala procedentes de 57 países, y muchos más que operaron por teléfono.

En el catálogo había de todo, mucho Maserati (México, Kyalami, Ghibli), De Tomaso Pantera GT5 (143.400 euros), Alfa 6C 2500 (156.800), Giulia Sprint GTA (336.000), 75 de Alfa Corse (56.000) o un Lancia Delta HF Integrale “Repsol-ex Sainz”(336.000). Incluso un Mercedes 600 de 1965 (78.400 euros) o un 300 E AMG de 1988 que se vendió por 88.000 euros.

Pero pronto se dieron cuenta de que no había nada que hacer, porque los precios de venta estaban siendo altísimos. 56.000 euros por un BMW M635 CSi, 336.000 por un Lancia Aurelia B20… William les mandaba wsps diciendo: “la gente esta loca”, y cosas por el estilo. Como es normal en todas las subastas de alto nivel, en los puestos de cabeza en cuanto a cotizaciones dominaron los Ferrari.

En primera posición el 275 GTB/6C seguido del Maserati MC12, que básicamente es un Enzo recarrozado. En tercer lugar un F40 y en quinto rcar19_lugar un “Daytona”, ambos con precios altos pero no disparatados. Mucha más original fue el Lancia de Grupo C con motor Ferrari, una pieza rara e interesante con potencial de revalorización. Otro coche de carreras poderoso fue el Viper GTS-R de 2003, vendido por 240.800 euros.

Pero el precio Ferrari más escandaloso fueron los 537.000 euros pagados por un Ferrari 599 GTB de 2007. Ni era convertible (SA Aperta) ni GTO, y su abultado precio se justifica en ser uno de los pocos 599 que se fabricaron con cambio manual.
Los Porsche más especiales también lograron resultados altos, con el 959 y el Carrera GT en los puestos de cabeza. Atención también al 911 (993) GT2 de competición vendido por más de 600.000 euros, una versión que en poco tiempo está logrando resultados muy elevados. En septiembre, el fundador de Whatsapp Jam Poum pagó casi dos millones por un 993 GT2 de calle. Finalmente se vendieron 817 lotes incluyendo automóviles, motores, muchas motos, automobilia y varias embarcaciones. Se facturaron 51,2 millones de euros.

