Fórmula e: La fórmula del éxito

En 2014 la Formula 1 pasaba por una de las temporadas con menos emoción y más insípidas de todos los tiempos. Pero entonces, de forma paralela se encendía una luz en el horizonte, algo cobraba vida. Algo parecido a un monoplaza de carreras, pero que no hacía ruido ni contaminaba. Ese algo era la fórmula e, una F1 futurista. Para ser sinceros no sabemos si el futuro de la F1 es ser la fórmula e, pero ya hay elementos eléctricos en los monoplazas que llevan Alonso y compañía, así que al menos por ahí debe comenzar ese futuro. En 2014 el exitoso empresario español Alejandro Agag, con la aprobación de la FIA y la colaboración de varias marcas y empresas importantes como Renault o TAG Heuer, principal patrocinador, logró encender el interruptor de la primera competición de automovilismo 100% eléctrica, y CAR estuvo allí para contarlo.

El espectáculo continúa

Una temporada después, la fórmula de la competición eléctrica ha logrado reunir los elementos necesarios para interesar al público y continuar un segundo año. El planteamiento es sencillo. Para acercar la competición lo máximo posible al público los circuitos se construyen y desmontan en las principales ciudades del planeta, como Moscú, París, Londres, Buenos Aires o Pekín. Como son eléctricos no hacen ruido y no contaminan, posibilitando la competición en el centro de la ciudad. ¿Se imaginan verlos pasar por la Castellana? Según declaró el presidente de la fórmula e, el propio Agag, es algo difícil ya que la demanda europea está cubierta con las ciudades actuales. El otro ingrediente necesario son los bólidos. Para favorecer la competitividad y reducir costes los chasis y la carrocería son idénticos para los 40 monoplazas.

No se asusten, no corren todos a la vez, hay dos coches por piloto, ya que las baterías duran alrededor de media hora debido a la velocidad de la carrera, y por lo tanto es necesario cambiar de coche. Aquí entra en juego la gestión de la autonomía y las estrategias, un punto fuerte para darle emoción a la carrera. Esta segunda temporada se ha permitido a los equipos innovar en algunos elementos secundarios de los motores y en la suspensión trasera, pero el resto será igual para todos.

Los monoplazas rondan los 225 CV y una velocidad máxima de 230 km/h aproximadamente. Suficiente para los enrevesados trazados urbanos. Como aliciente para los seguidores, estos podrán votar a sus pilotos favoritos en los primeros minutos de la carrera para darles potencia extra durante unos instantes. Esto permite la interacción directa gracias a este “Fan Boost”, que más de algún piloto de F1 actual desearía haber podido tener esta temporada. La fórmula e ha experimentado un gran progreso con esas mejoras por equipo pero hay factores que deben permanecer inmutables. Uno de ellos son los neumáticos. Michelin se ha encargado de crear ruedas aptas para su uso tanto en lluvia como en seco, y que aguanten todo el fin de semana de carrera. Esto es un importante avance en cuanto a materia de sostenibilidad y sobre todo un reto para pilotos y equipos. Más emoción a la carrera por lo tanto. Para que se hagan una idea de lo importante que es esta competición en cuanto a tecnología, Williams está detrás de las baterías que se usan, McLaren desarrolla el motor eléctrico y la unidad de control, Renault supervisa todos los sistemas y el sistema de regeneración de energía es de su creación.

CON LIGEROS CAMBIOS

El coche denominado el año pasado SparkRenault SRT_01E, este año puede sufrir modificaciones en el invertidor y la transmisión, y en el futuro, las baterías. Esta apertura está inteligentemente pensada para que esa competitividad por mejorar el coche se implemente después en los coches de calle. Algo muy a tener en cuenta también es que los coches deben aguantar toda la temporada. La carrocería en fibra de carbono desarrollada por Dallara puede que no llegue entera ni a final de carrera en alguna ocasión, por lo que la durabilidad se aplica al conjunto mecánico. La sostenibilidad y filosofía ecológica también deben estar presentes en cuanto a no derrochar en recursos y materiales. Seguro que más de un piloto se lo piensa dos veces antes de meter un hachazo en una curva. Al volante hay pilotos jóvenes como Nicolas Prost, hijo por supuesto, y algún que otro nombre conocido como Jacques Villeneuve, Nick Heidfeld, Bruno Senna, Sébastien Buemi o Lucas di Grassi.

Muchos vienen de la F1, ya que aunque muchos lo nieguen, el parecido es cuanto menos peculiar y por lo tanto se encuentran en su salsa. La primera temporada estuvo reñida y finalmente se la llevó por un punto el hijo del campeón del mundo Nelson Piquet, Nelsinho. El campeonato de equipos en cambio fue para el e.Dams Renault. La temporada actual ha comenzado en septiembre del año pasado y acabará en verano. Aunque el año pasado se podía ver por televisión parece que ninguna cadena ha querido apostar por la fórmula e de momento. Pero como ejemplo de que los tiempos cambian y la proyección de futuro que representa este deporte eléctrico, se pueden ver desde el ordenador o el móvil, gracias a un acuerdo con Facebook. La próxima  carrera será el día 6 de febrero en Buenos Aires, donde podremos ver el que para algunos es el futuro de la competición. Gracias a Alejandro Agag y empresas como TAG Heuer, el deporte de motor el día de mañana se habrá adaptado a las nuevas tecnologías y podremos seguir disfrutándolo, quién sabe si incluso más que hoy en día.