El pasado fin de semana se celebró en el sur de Inglaterra una nueva edición del Festival of Speed de Goodwood. Este año se ha cumplido el 25 aniversario del evento, y se han conmemorado además los 70 años del Porsche.

No hay nada en el mundo que se pueda comparar a los festivales que se celebran en la finca de Goodwood, propiedad de Lord March. El Festival of Speed (FoS) se celebra en julio, y el Goodwood Revival, en septiembre. El que acaba de celebrarse se organiza alrededor la carretera en cuesta (hillclimb) que rodea la mansión. No hay un sitio donde se pueda ver tanto motorsport concentrado. Coches y motos de todas las épocas y de todas las especialidades, procedentes de imponentes colecciones y conducidos por los mejores pilotos de todos los tiempos.

Hay varias categorías que van rodando uno tras otro, ya sean monoplazas de F1, Grupo C de Le Mans, coches de drift (derrapaje) o modelos de rallyes del Grupo B. Este año Porsche ha tenido gran protagonismo por su 70 aniversario, y pudimos ver desde el 804 de F1 pasando por varios 917, y hasta el 935 que condujo Paul Newman en Le Mans.


Todos los coches recorren el mismo tramo y su tiempo queda registrado. No obstante para muchos pilotos lo importante no es el tiempo sino hacer que el publico disfrute.

Este año se ha producido un hecho inédito en el Festival, y es que el mejor tiempo (43.86 seg.) lo haya hecho Romain Dumas al volante un coche eléctrico, el prototipo de Volkswagen I.D R que recientemente ha ganado la subida en cuesta de Pikes Peak.

También rodó el supercoche eléctrico NIO EP9. Otra primicia fue el Robocar de la firma Roborace, primer modelo autónomo que recorre el trazado, algo sorprendente pero quizá poco emocionante para los apasionados del deporte del motor. Lo que sí fue muy emotivo fue que rodara el joven piloto Billy Monger en su monoplaza Carlin F3 de dos litros, justo un año después de perder las dos piernas en un grave accidente.

Pero quizá lo mejor de todo, más allá de ver rodar los coches, es ir al área de boxes, abierta al público. Allí puedes ver y saludar a Walter Röhrl o a Jackie Stewart mientras pasa a tu lado un Ferrari de F1 de Niki Lauda, un Mercedes de Fangio o René Arnoux en el Renault RS01.

Nuestro compatriota Marc Gené también rodó, con el Ferrari F60 de F1. Entre los pilotos de motos, estuvieron Giacomo Agostini, Randy Mamola, John McGinness o Carl Fogarty.

El festival ofrece otros muchos puntos de interés, como exposiciones estáticas de modelos excepcionales. El ningún otro lugar podrás ver juntos tantos supercoches, desde los más modernos a los de décadas pasadas.

Como un McLaren F1 de los 90 (en realidad había dos, uno de ellos el de Rowan Atkinson “Mr. Bean”) junto a un Bugatti Veyron, un Pagani Zonda, Ferrari F50 y LaFerrari, Koenigsegg, Lamborghini Reventón y muchos más.

Otro punto de interés ya tradicional es la exposición de Cartier de modelos clásicos excepcionales, donde es posible ver modelos clásicos, muchos de ellos únicos y valorados en muchos millones.



Además todas las grandes marcas tienen grandes stands donde muestras sus mejores modelos, como Maserati, que expuso la nueva gama de su SUV Levante 2019, con las nuevas versiones deportivas Trofeo y GTS.

En el Festival of Speed también hay actividades para los niños y un enorme mercadillo donde se puede comprar de todo, incluyendo numerosos especialistas en clásicos o preparaciones. Y por supuesto un gran área de restauración. Visitar el FoS es una actividad perfecta para hacer en familia (en especial si a tus hijos les gustan los coches) y en general un día no basta para verlo todo. Querido lector, ni Le Mans, ni el GP de Mónaco, ni las 500 Millas de Indianápolis ni el Salón de Ginebra, que siendo apasionantes, no lo son tanto con el evento inglés. Nada como los festivales de Goodwood.
