Desde que dejó de producirse el Mondial T y hasta que salió el California en 2008, Ferrari no dispuso de un descapotable 2+2 plazas. La configuración V8 en posición delantera/central del California se ha mantenido en sus sucesores.
California (2008)

Concebido por Montezemolo como un rival para coches como el Mercedes SL 55 AMG, empleó un 4.3 V8 atmosférico de 489 CV CV y techo duro retráctil. El diseñador Paul Bracq dijo que este coche le recordaba a un VW Karmann-Ghia…
California T (2014)

Empleó el monocasco de aluminio que usaba el California. El principal cambio fue el nuevo V8 biturbo 3.855 cc. con 560 CV. Adoptó faros parecidos a los del F12 o el FF, y la entrada de aire sobre el capó se sustituyó por dos salidas.
Portofino (2017)

Modelo nuevo, diseñado por Manzoni y con techo duro. El V8 biturbo (600 CV) lleva más cilindrada (3.955 cc.) e incorpora gestion variable de sobrealimentación. Otra mejora es el nuevo diferencial electrónico (E-Diff3).
Portofino M (2020)

Portofino M (2020)
Las diferencias estéticas son sutiles y la potencia sube a 620 CV. En el interior se mejoró la conectividad y los asistentes de conducción. Con cinco modos de conducción, montó el Side Slip Control, para derrapar con seguridad.
Roma (2020)

Comparte plataforma y mecánica con el Portofino M. Es un elegante GT pero sigue siendo muy emocionante. 3.8 V8 biturbo, 620 CV. El Spider con techo de lona sigue a la venta hasta que llegue el Amalfi Spider.
Amalfi (2025)

La evolución del Roma insiste en unas líneas muy bellas, de inspiración clásica y escultural. En el frontal desaparece la rejilla pintada del Roma, con una entrada de aire más moderna. Mejora el interior y alcanza los 640 CV.
EL NUEVO FERRARI AMALFI, un coupé V8 2+2 con motor central delantero que sustituye al Ferrari Roma en la gama del Cavallino Rampante, se presentó hace unas semanas. El Ferrari Amalfi redefine el concepto de deportividad contemporánea, combinando alto rendimiento, versatilidad y estética refinada. Diseñado para quienes buscan disfrutar de la conducción deportiva sin sacrificar la comodidad y el estilo, el Ferrari Amalfi destaca por su equilibrio sin precedentes entre adrenalina y facilidad de uso para el día a día.

El diseño del vehículo se basa en un enfoque fluido y minimalista, con volúmenes esculpidos y superficies limpias que expresan modernidad y dinamismo. El frontal está dominado por una gran entrada de aire y un capó largo y esculpido que alberga el motor V8 turbo de 640 CV. En la parte trasera, el alerón activo integrado contribuye a la estabilidad a alta velocidad, mientras que las llantas forjadas y los detalles de fibra de carbono completan una estética deportiva y sofisticada.




En el interior, el habitáculo adopta un diseño de doble cabina, con un nuevo volante con botones físicos y el regreso del icónico botón de arranque. La pantalla central integrada y los controles ergonómicos garantizan una interacción intuitiva con el coche, incluso durante la conducción dinámica.
El uso extensivo de fibra de carbono y las costuras en contraste añaden un toque de exclusividad, mientras que la configuración 2+2 permite utilizar los asientos traseros para aumentar significativamente la practicidad del coche, ampliando la capacidad de carga y facilitando viajes con niños.
El corazón del Ferrari Amalfi es un V8 biturbo evolucionado, derivado de la galardonada familia F154, capaz de desarrollar 640 CV gracias a las nuevas calibraciones de la turboalimentación. La aclamada transmisión de doble embrague de ocho velocidades garantiza cambios de marcha rápidos y suaves. Su rendimiento es excepcional: de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos y de 0 a 200 km/h en 9 segundos, con una relación potencia-peso de 2,29 kg/CV, la mejor de su categoría.

La dinámica de conducción se ha perfeccionado con la introducción del sistema de frenado por cable, el controlador ABS Evo, diseñado para todo tipo de superficies y condiciones, y una caja de dirección recalibrada para una respuesta aún más precisa y progresiva. La aerodinámica activa, con el nuevo alerón trasero móvil integrado, garantiza la estabilidad en todas las condiciones de conducción y posiciones del Manettino, lo que ayuda a maximizar el rendimiento dinámico.