El M4 más emocional

Si en generaciones anteriores la versión descapotable tardó algún tiempo en llegar, en esta ocasión su lanzamiento ha sido casi simultáneo al de la versión cupé. Antes de hablar del techo recordaremos las cualidades básicas de este reciente deportivo (la versión de cuatro puertas es la que ahora se llama M3). Supone un llamativo cambio evolutivo en la saga M3, ya que es el primero que aprovecha la turboalimentación (emplea dos turbos) y el primero también que tiene menos cilindrada 3 litros) que el modelo al que sustituye (el V8 de 4 litros). Son dos cilindros menos y 1.020 cc. menos de cubicaje. El peso total se ha reducido en 80 kilos, gasta menos y gracias al aumento del par motor, un 40 % superior (típico de los sobrealimentados), se siente mucho más rápido que antes. La entrega de potencia es diferente, y ahora hay más empuje a cualquier régimen.

Respecto al techo, como en el modelo anterior es abatible en tres segmentos y en interior está totalmente revestido para mejorar el aislamiento. Al pulsar el botón la capota dura tarda 20 segundos en retirarse, y se puede accionar a un máximo de 18 km/h. Para reducir las turbulencias se puede pedir un deflector de rejilla que se coloca sobre las plazas traseras. También puede llevar asientos calefactados y sistema de ventilación a la altura de la nuca, que expulsa aire caliente por el apoyacabezas. El objetivo es poder conducir a cielo abierto incluso en invierno. Si el techo está abierto el volumen de carga del maletero es del 220 litros, y si está cerrado sube hasta 370 litros (en el M3 Coupé la capacidad es de 445 litros).

@font-face { font-family: «Cambria Math»; }p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal { margin: 0cm 0cm 0.0001pt; font-size: 10pt; font-family: «Times New Roman»; }.MsoChpDefault { font-size: 10pt; }div.WordSection1 { page: WordSection1; }

El mecanismo de capota y los refuerzos hace que el Cabrio pese 178 kilos más que el cupé.

A la izquierda de la palanca de cambio hay tres botones para regular la respuesta del acelerador, la dureza de la suspensión y el tacto de la dirección. Cada uno de ellos permite elegir entre tres posiciones: Comfort, Sport y Sport Plus, y se pueden grabar las preferencias en los botones M1 y M2 del volante. Pronto comprobamos que

el sonido es agradable y deportivo, ni tan metálico como en el E46 ni tan grave como el F80 V8. No lleva un botón específico para modificar el sonido, pero el rugido cambia cuando se selecciona el modo Sport Plus.

Hay tanto par disponible que puedes ir a 2.000 rpm. en sexta, pisar el acelerador a fondo y salir disparado hacia el horizonte. El M3 manual pasa de 0 a 100 en 4,3 segundos, y en solo 4,1 si lleva el brillante cambio M DCT de doble embrague opcional. Este coche no se disfruta solo en puertos o en glorietas. La autopista alemana está muy despejada y comprobamos que empuja como una bestia muy por encima de 200 km/h, velocidad que alcanza en 9,3 segundos. El Cabrio cuesta 10.000 euros más que el cupé y creemos que merece la pena pagarlos, porque los descapotables se disfrutan mucho más y porque la menor rigidez estructural no es un problema en absoluto.