El Defender más brutal

Ya en 1979 el 109 (Serie III) comenzó a usar el 3.5 V8 de origen Buick que llevaban los Range Rover, pero rebajado de potencia desde los 130 a 91 CV. Esa mecánica también se montó en algunas unidades de batalla corta. Los Land Rover “90” y “110” pasaron a llamarse “Defender 90” y “Defender 110” a partir de 1990, y en 1998 se lanzó un lujoso Defender 50 aniversario con el 4.0 V8 del Range Rover. Mas curioso aún fueron los Defender con motor BMW 2.8 de seis cilindros en línea fabricados en Sudáfrica entre 1997 y 2000. Desde entonces ha habido varios preparadores que han montado motores de ocho cilindros en los Defender modernos, como hacen actualmente los especialistas británicos Nene Overland o Wildcat Automotive.

La nueva interpretación del Defender por parte de la firma británica Kahn se llama Flying Huntsman 105 Longnose, (cazador volador 105 -pulgadas- nariz larga), y es diferente al resto porque además de la mecánica, también modifican sus proporciones. Como su nombre indica el morro es 40 cm. más largo que en un Defender normal, para poder albergar un motor americano 6.2 V8 combinado con un cambio automático de seis marchas. Cualquiera que haya conducido un Defender por asfalto verá con escepticismo este ingenio mecánico, habida cuenta de que es un verdadero “hierro” y su chasis no está ni remotamente preparado para digerir una potencia que ronda los 500 CV. Por eso los preparadores aseguran que con la suspensión y los frenos modificados es un vehículo que “literalmente puede llevarte a cualquier sitio con rapidez y seguridad”.

El Defender más brutal

Seguimos dudando de ello pero también debemos situar al Defender Longnose en su sitio, que es el de los coches para millonarios (en Londres abundan), juguetes de capricho para pasear y poco más. Hay que reconocer que este Defender tiene encanto, y sentir como suena y como acelera con ese motor V8 debe ser una experiencia.

Kahn Design, fundada por Afzal Kahn, comenzó como una empresa de preparación de Land Rover, con algunas piezas de diseño propio como las llantas RSR de 1996. Hoy son los RS y LE Series sus productos estrella, basados en el Defender, aunque también preparan otros modelos Land Rover e incluso coches de otras marcas. Para ello disponen de diseñadores, técnicos e ingenieros propios. La idea que han llevado adelante es ofrecer sus Defender tan equipados y lujosos como si fueran Bentley. Interiores tapizados en cuero, alcántara o fibra de carbono, lujosos asientos deportivos, potentes equipos de sonido, etc.

La empresa tiene puntos de venta en Bradford, Chelsea y Leeds, y el precio de su nuevo Defender Long Nose rondará los 160.000 euros, mas o menos como un Range Rover 5.0 V8 Supercharged Autobiography. Su presentación oficial será en marzo, en el salón de Ginebra.