¿Cómo es posible que un coche de tales dimensiones y especificaciones (8 CV de serie) se convierta en un pequeño torpedo eléctrico de 800 CV capaz de humillar a un Porsche 918 Spyder? Así nos lo cuenta J. Smith, ex redactor de CAR.
¿Quién necesita un Veyron?
“Hemos hecho el cuarto de milla en Santa Pod en 9,86 segundos, a una velocidad media de 200 km/h, lo que le convierte en el eléctrico más rápido en esa distancia. El coche de serie tenía una punta de 65 km/h. No te engañes, estamos en tiempos de un 918 Spyder”.
Siempre dentro de la legalidad
“Participa en la categoría Street Eliminator Series, para coches que pueden circular por carretera. Hay un tramo por carretera obligatorio antes de la carrera, y los slick no están permitidos. El Enfield originariamente tenía 8 CV. Ahora tenemos 800 CV”.
Su suavidad es sorprendente
“Me gustaría decirte soy mejor piloto que el resto de los rivales y que el coche es una bestia difícil de dominar, pero la verdad es que es muy suave y estable en la conducción. No “culea” ni pierde tracción ni cuando voy a más de 200 km/h. Y todo con el chasis original”.
Fuerte y silencioso
“Sin la potente sinfonía del V8 puedes escuchar muchas otras cosas que antes parecían inexistentes. El chirrido de la suspensión, el sonido de la banda de rodadura de los neumáticos, el viento. Es una experiencia espeluznante, pero me gusta bastante”.
88 baterías, 400 V y 600 kW (800 CV)
“Cuando va al máximo hace un sonido único, como si fuese un pequeño reactor. Los motores están a unos 20 centímetros de mi rodilla izquierda y cuando empiezan a vibrar a alta velocidad, soy consciente de la cantidad de corriente que pasa cerca de mí…”.
Gran personalidad
“Quería que mi coche tuviera el alma de la época dorada de los hot rod, añadiendo más potencia. Los coches eléctricos siempre reciben críticas por la creencia general de que por ser silenciosos no pueden ser divertidos. Creo que pueden tener carácter y personalidad.”