Dúo de Leyendas en el Retromobile 2025


En el universo de los clásicos, hay piezas que trascienden el tiempo y el mercado. En Retromobile 2025, el McLaren F1 de Simon Kidston y el exclusivo Ferrari 275 GTB/4 NART Spider fueron las estrellas que más brillaron entre superdeportivos modernos y restomods

Ferrari 275 GTB
Ferrari 275 GTB

Joyas para unos pocos elegidos

La edición 2025 de Retromobile confirmó una tendencia imparable: los deportivos de los años 80 y 90 son los nuevos clásicos de culto. Pero entre ellos, dos joyas sobresalieron por su exclusividad, estado y pedigree.

La pureza británica elevada al mito

En el stand del renombrado especialista Simon Kidston, un McLaren F1 blanco con apenas 1.000 millas fue el centro de todas las miradas. Vendido originalmente en Japón, su valor estimado ronda los 20 millones de euros, lo que lo convierte en uno de los coches más codiciados del planeta.

Este modelo, creado por Gordon Murray, representa el pináculo del automovilismo analógico: motor V12 atmosférico, posición central de conducción y una aerodinámica pensada para la carretera… y para la historia.

Mclaren F1 en el Retromobile 2025
Mclaren F1 en el Retromobile 2025

Ferrari 275 GTB/4 NART Spider

A su lado, otro mito con bandera italiana: el Ferrari 275 GTB/4 NART Spider, una de solo diez unidades fabricadas por encargo del importador estadounidense Luigi Chinetti. Su presencia en París es casi milagrosa, y su valor supera fácilmente los 20 millones, siendo uno de los Ferraris más raros y deseados del planeta.

Ferrari 275 GTB en el Retromobile 2025
Ferrari 275 GTB en el Retromobile 2025

Un escenario de seis cifras (o más)

En otros stands, como el de Joe Macari, se vieron también piezas estratosféricas: otro McLaren F1 de competición, un Maserati MC12, dos unidades de LaFerrari, un Aston Valkyrie y el espectacular Singer ACS, un restomod de Porsche 964 preparado para todoterreno, con fibra de carbono, tracción total y motor biturbo.

Cuando la pasión no entiende de cifras

Estos coches no son solo inversiones millonarias. Son arte en movimiento, mitos contemporáneos que conectan generaciones. Y París, una vez más, fue su mejor escaparate.