Descenso al infierno verde con BMW

En la agenda de cualquier quemado hay varias cosas que hay que hacer sí o sí. Y una de las principales es rodar en Nürburgring Nordschleife. El circuito se inauguró en 1927 y discurre por las montañas Eifel, alrededor del pueblo y del castillo de Nurburg. Es un trazado extremadamente complicado porque mide 20,8 km. de largo y está lleno de curvas (73) y desniveles (300 m. de diferencia entre el punto más alto y el más bajo). Además apenas hay escapatorias y el tiempo es muy cambiante.

Descenso al infierno verde con BMW

El último GP de F1 se disputó en el Nordschleife en 1976. Cinco pilotos de la categoría reina se mataron allí entre 1954 y 1969, más que en ningún otro circuito, y otros muchos sufrieron percances graves. Actualmente cuando los F1 o los DTM corren en Nürburgring lo hacen en el circuito moderno y “corto” inaugurado en 1994, que está pegado al antiguo y que mide 4,57 km. La prueba más importante que sigue disputándose en el Nordschleife son las 24 Horas, que se disputan en un trazado de 25 km. porque se integra además el circuito nuevo.

Llegamos hasta allí y calculamos que la mitad de los Nissan GT-R y los M3 de Alemania deben andar hoy por la zona. El público es mayoritariamente masculino y muy internacional. En BMW trabajan personas que viven el automóvil con tanta pasión como sus clientes, y nos prestaron para rodar un M235i y un M2. Puro carácter BMW, con el tamaño perfecto, el de un M3 E30, y con un tacto inconfundible. No hay coches equivalentes en ninguna otra marca.

Descenso al infierno verde con BMW

El personal que pulula por el aparcamiento conduce sobre todo lleva BMW´s cupés, muchos de ellos Serie 3 E36 preparados, y sobre todo M3. También abundan los 911’s, los Renault Megane RS, muchos Golf GTI, Audi RS, algunos León Cupra… pero nadie te va a mirar mal porque conduzcas un coche barato o viejo; aquí lo que marca la diferencia es la experiencia y las pelotas. Una norma es no adelantar nunca por la derecha. Y otra cosa importante, el que rompe paga. No solo la reparación de tu coche, también el vallado, y pagarás también por el tiempo que la pista permanezca cerrada.

Descenso al infierno verde con BMW

El M235i y el M2 son los modelos que más nos gustan de toda la gama (el M235i acaba de ser sustituido por el M240i). A la pista se accede como si fuera un peaje. Una vuelta cuesta 29 euros, 4 vueltas 105 euros, 9 vueltas 220 euros, etc. Además llueve, lo que hace que el viejo asfalto sea aún más delicado. Rodamos ligeros pero con precaución, hay muchas curvas ciegas, otras peraltadas al revés, etc. En estas circunstancias, ir muy concentrado en tu flamante M2 y que te adelante un Corsa puede suponer un golpe para tu autoestima. Pero no lo fue, y nos enfrentamos a la experiencia con ganas de aprender. Bajo la lluvia el 235i subvira en algunas curvas y desliza el eje trasero en otras. Luego el BMW M2 parece más asentado, con su diferencial autoblocante controlado electrónicamente, y eso que, con tiene gomas más anchas y más potencia, debería ser más delicado. Con la lluvia, tan variable en cada vuelta y casi en cada curva, es difícil sacar conclusiones.

Descenso al infierno verde con BMW

Con sus 326 CV (más que un M3 E36) el M235i es un deportivo muy serio y gratificante (de 0 a 100 en 5 seg.), aunque el M2 de 370 CV (ambos con motor 3.0 de 6 cilindros en línea turbo) se siente más preciso, rabioso y rápido sobre un circuito. Una conclusión, aparte de que me compraría un M2 mañana mismo, es que no hace falta ir a Nürburgring con un BMW M4 GTS. Puedes entrar con un Clio Sport y también lo pasarán en grande. De hecho, hay que dar muchas vueltas hasta que puedas empezar a correr sin jugártela demasiado.

Descenso al infierno verde con BMW

Otra forma de rodar aquí es contratar una vuelta en el BMW Ring-Taxi Experience, donde te llevan de copiloto en un M5 a cambio de 225 euros (pueden ir tres pasajeros). Y si quieres conducir y no tienes coche, hay modelos preparados que se pueden alquilar. Toda la información está disponible en www.nuerburgring.de.

Así lo ven los maestros…

OLYMPUS DIGITAL CAMERAJackie Stewart Ganó allí el GP de Alemania de 1968 con su Matra bajo una lluvia torrencial, y él fue el primero que lo llamó “el infierno verde. “Ningún otro circuito era más agotador y peligroso”

 

 

 

 

OLYMPUS DIGITAL CAMERANike Lauda: “Para un piloto representa el mayor desafío, en términos de riesgo, habilidad para conducir y otros muchos obstáculos que hay que superar. Esa es la verdad hoy y la ha sido durante los últimos 90 años”.

 

 

 

 

walter-roehrlWalter Röhrl: “Si quieres seguir vivo, dependes de tu cerebro y tu pie derecho. Mi entusiasmo por el Ring me ha acompañado por más de 40 años, cada vuelta es un desafío”.