Consejo: Cursos de conducción. La autoescuela no es suficiente

Esta mañana de camino a la redacción de CAR he visto situaciones que me han hecho pensar que hay algo que tenemos que mejorar por nuestras vidas, las de los demás y a favor de la seguridad vial en general; pero sobretodo en la importancia de los cursos de conducción. 

Llevamos una semana de lluvia y frío en casi toda España y todos sabemos que cuando la climatología es adversa, el tráfico se convierte en una aventura muy desesperante. Hoy en concreto, en un trayecto de 25 kilómetros he visto tres golpes, uno de ellos bastante fuerte, con la presencia de varias ambulancias y de los bomberos. Estoy segura de que la principal causa de alguno de ellos ha sido el agua, y eso me ha hecho reflexionar. 

El problema es claro: no sabemos conducir. Todos los que hemos pasado por la autoescuela podremos recordar lo que nos explicaban nuestros profesores, incluso nos pudimos quedar con algún consejo de los que nos dieron, pero lo único que anhelamos cuando empezamos nuestras clases es conseguir la tarjeta en la que pone que podemos circular con un turismo. Allí nos enseñan a desplazar un vehículo de un punto «A» a un punto «B» de una forma segura y respetando las normas del tráfico, pero no está de más, una vez tengamos nuestro carné, ir a ver a profesionales que nos enseñen a dar un paso más. Circular es una cosa, conducir es otra.

Consejo: Cursos de conducción. La autoescuela no es suficiente

Los cursos de conducción no son solo para pilotos o apasionados del automóvil que se quieren divertir. En una actividad así, lo que podemos aprender es a reaccionar ante una situación complicada, a controlar el coche y a utilizar de una forma correcta los sistemas de seguridad que lleva nuestro turismo, que por poco alentador que sea, muchas veces no sabemos ni lo que son, ni que están ahí, ni cómo funcionan. Una decisión equivocada en un segundo puede marcar la diferencia entre seguir con nuestra vida o cambiarla para siempre.

Las propias marcas de coches tienen sus cursos de conducción. Aquí un ejemplo de cómo son este tipo de cursos en BMW y Mini:

Algo como hacer un derrapaje o saber hacer una frenada en condiciones sin perder el control puede evitar una salida de carretera o un impacto contra otro coche, y así salvarnos la vida a nosotros y a los demás. Esto es muy típico sobre todo cuando, en días como estos últimos, el asfalto está mojado y es más deslizante de lo normal. 

Cursos de conducción

En muchas provincias de España se pueden realizar fácilmente este tipo de prácticas, en instalaciones acondicionadas para ello y bajo la supervisión de profesionales que se han formado para enseñar a conducir.

Además os aseguro que no es ninguna tortura, al revés. A parte de didáctico, es divertido.