El Concurso de Elegancia de Villa d’Este rindió homenaje a los coches de los playboys

Como cada año el aristocrático Hotel Villa d’Este fue el escenario donde se celebró el Concurso de Elegancia homónimo. Algunos visitantes llegan en lancha o en hidroavión, y los coches participantes se dividen en varias categorías. Este año se rindió homenaje a los coches de los playboys.

El Concurso de Elegancia de Villa d’Este rindió homenaje a los coches de los playboys

Los automóviles más bellos de la historia se reúnen cada mes de junio a orillas del Lago di Como, en una combinación única de tradición, elegancia y extravagancia bien dosificada. El Concurso de Elegancia se celebró por primera vez en 1929 y hasta 1949, con la excepción de los años de Guerra. Fue a partir de 1999 cuando fue adquiriendo el prestigio del que hoy disfruta gracias al apoyo de BMW Group.

Este año el leiv motiv del evento era “la vuelta al mundo en 80 días, viaje a través de una era de récords”. Por eso muchos de los modelos seleccionados para esta edición crearon sensación en su momento, debido a sus logros ya fuera en competición, logrando récords de velocidad o por sus innovaciones técnicas.

Shelby Cobra 427 de 1966.

Hubo cincuenta y un coches expuestos en los jardines, todos fascinantes y con evocadoras historias detrás. Como en otras ocasiones, lo modelos se dividen en varios grupos (ocho en total más los prototipos modernos) con sugerentes nombres: “demonios de la velocidad: pioneros de la resistencia de la época dorada”, y aquí se incluyen bólidos de los años 20 y 30 como Bugatti, Bentley o el Lurani Nibbio de 1935. Otro grupo para modelos de los años 30 fue el llamado: “viajando con estilo: 40 años alrededor del mundo”, con gloriosos Mercedes, Hispano-Suiza, Duesemberg o Rolls-Royce.

Algo que también nos gusta mucho de Villa d’Este es el pintoresco origen de muchos de los coches. El soberbio Mercedes 540 K Cabriolet A de 1938 fue comprado por un editor de Berlín y tras la Guerra fue ocultado en un granero en Ucrania, hasta que un americano lo encontró a principios de los 60.

Sugerente vista parcial el Lamborghini Miura P 400.

De entre los ocho grupos de coches, el que más nos gustó fue Fast and flamboyant: playboy’s toys, todo un homenaje a los coches de los playboys. Encontramos varios coches fascinantes, como el Dual Ghia L 6.4 (1962) de color negro que perteneció al showman y cantante italoamericano. Dean Martin, y que llevaba un soporte para revolver bajo el asiento del conductor. Estos coches era carísimos en su época, más que los Rolls-Royce, y se fabricaban en Italia con mecánica americana. Este lleva un 6.2 V8 de 335 CV.

El Dual Ghia «ex-Dean Martin».

El Lamborghini Miura P400 rojo con líneas longitudinales verdes fue el vehículo perfecto para las correrías del hijo playboy de Arthur Conan Doyle, el inventor de Sherlock Holmes, quien dilapidó rápidamente la fortuna amasada por su padre. Hoy pertenece al suizo Jean-Pierre Slavic.

El Lamborghini Miura P 400 que perteneció al hijo de Arthur Conan Doyle.

Otro juguete para vividores fue el raro Ferrari 365 California, el último de los deportivos de máximo lujo fabricados por la marca en los años 60, como los 400 Superamerica o los 500 Superfast. Entre 1966 y 1967 Sólo se fabricaron catorce unidades de este modelo, frente a las cientos del unidades producidas del fantástico 275 GTB. Y posiblemente el que se expuso es el único en color blanco.

Ferrari 365 California de 1967, uno de los 14 fabricados.

No obstante el coche de los playboys que más llamó la atención fue el Ferrari 365 GT/4 BB de 1976, el único que salió de fábrica pintado en el llamativo color verde germoglio (brote). Este modelo de Ferrari fue el primer deportivo de la marca fabricado en serie con motor central. El que se expuso en el Concurso ha sido restaurado por el especialista en Ferrari André Herklotz, yerno del primer propietario.

Ferrari 365 GT/4 Berlinetta Boxer de 1976, y el único que salió de la fábrica en este color.

En el grupo de los coches de los vividores también brilló el Ferrari 250 GT Spyder California prototipo de 1957, con su motor 3.0 V12 de 250 CV. Sin ninguna duda es el más valioso de todos los «coches de playboy» de este reportaje, con un valor que ronda los 10 millones de euros.

Más información sobre el evento en la revista Car de julio.