COMIENZA LA COMPARATIVA EN EL MERCEDES
Entremos en la materia de esta comparativa, y es que el Mercedes apetece conducirlo. La combinación de lujo y eficiencia que promete su mecánica puede ser la piedra filosofal del sector. El nuevo motor suena menos que el anterior 2.2 litros, ya que ese era un punto débil de la mecánica que aun monta el resto de la gama Mercedes, pero sigue sonando a diésel, y es que aunque Mercedes hace maravillas, no hace milagros. La entrega de potencia es buena, y el cambio mueve con rapidez las marchas para ir siempre bajos de vueltas aunque con buena respuesta. Su par motor es bueno (400 Nm), pero se ve superado por los 430 Nm del Jaguar, más ágil en todo momento. Todo tiene un precio, y en esta búsqueda de la perfección el Clase E ha perdido algo de refinamiento. Ya no pilotamos la alfombra mágica de otras generaciones, ahora se notan las imperfecciones del camino, los baches y badenes y, con las llantas 20 de serie con el kit AMG, incluso la dirección no tiene la precisión que nos gustaría. Es un coche brillante, pero nos sorprende que su confort no sea majestuoso y que, cuando le exigimos en curvas incline más de lo debido. En cambio el interior sí lo es, y todas las plazas disfrutan de un gran espacio, el equipo multimedia y el cuadro de relojes de cristal refleja unas agujas virtuales que casi se pueden tocar con las manos. Sin tener un maletero gigante (540 litros), el Clase E cumple con su cometido para largos viajes y nos convence por la calidad de sus materiales.
AHORA LE TOCA AL JAGUAR
El Jaguar amenaza con su atractiva imagen. La nueva parrilla frontal parece dispuesta a engullirnos, y la posición de conducción es más baja y deportiva. El motor es totalmente nuevo y lo fabrica la propia marca para todos los modelos del consorcio Jaguar-Land Rover. Con 180 CV, su mayor par motor le permite convertirse en un ágil aliado de las mejores curvas. El interior deja menos espacio porque está enfocado a la conducción, lo que no estaría mal si este coche fuera un deportivo, pero es una cómoda berlina. Aún así no exageremos las cosas porque se viaja estupendamente. La pantalla táctil de pronto parece pequeña con respecto al Mercedes, y eso que el Jaguar lleva un año en el mercado. Pero el mando para controlarla es el más intuitivo del trío, y perderemos poco tiempo entre sus menús para encontrar todas las funciones necesarias, eso sí, no tiene el efecto wow que tiene su competencia, y créenos, con un nivel tan alto, este efecto empieza a tener importancia en las ventas. Afortunadamente, a los que conducimos estas minucias se nos olvidan en cuanto ponemos el modo “Sport”, enlazamos un par de curvas, y el coche sintoniza con nosotros como si condujéramos un GTI. Vaya manera de divertirnos, diríamos que es la mejor berlina del sector en este cometido, con volante, dirección, frenos, respuesta del cambio y trazada con maneras de líder, y con una confianza pocas veces vista en un coche de este tamaño y porte. El interior no es el más amplio, pero cuatro y sus maletas –540 litros, como el Mercedes– viajarán sobradamente cómodos y con un extra: la manera en la que absorbe este coche los baches y juntas de la carretera nos recuerda a los mejores Mercedes de antaño. Es todo suavidad, precisión y placer. Sorprendente, ¿verdad?
POR ÚLTIMO, NOS SUBIMOS AL LEXUS
Ya hace tiempo que cogemos con pinzas los datos de potencia de los modelos híbridos, porque al sumar el motor de gasolina y el eléctrico sale una cifra muy maja, pero en realidad entre el mayor peso y la entrega de potencia, las sensaciones al volante no se corresponden con la cifra anunciada. Antes de comprobar esto nos encanta el interior. Lexus ha dejado de lado la copia de los alemanes y el anodino estilo japonés para buscarse su propia alma, y lo consigue. Es un lujo acertado, sin exagerar como en el Mercedes, sin escatimar como en el Jaguar, sino como uno lo espera, discreta calidad por todas partes, y con una enorme pantalla que muestra unos mapas de aspecto excelente. Lástima que el mando con el que se usa no sea nada preciso y requiera una adaptación antes de manejarlo a gusto. En marcha el cambio automático de variación continua (CVT) es cada vez mejor en su respuesta, pero no iguala los de sus rivales, y aunque nos gusta ver las letras EV en el cuadro de mandos en ciudad o carretera, que aparecen cuando muestra un funcionamiento totalmente eléctrico, si buscamos buenas prestaciones el consumo crece y el coche no se siente muy cómodo. Es el más pesado, pero mantiene una agilidad razonable y la dirección es precisa, aunque muy suave, frena de maravilla eso sí, y aunque es el más pesado, no tiene unas inercias que entorpezcan la conducción. De espacio está sobrado, y es el más habitable de los tres en la trasera, y no ofrece el más maletero (solo 450 litros) porque las batería le restan algo de capacidad, pero sí un buen acceso y uso.
TOCA ELEGIR GANADOR
Llega el momento de elegir ganador de esta comparativa, y aunque nos gustaría que el Mercedes fuera un poco más refinado y tuviera una dirección más precisa, su rendimiento es impresionante, resulta casi tan ligero como el Jaguar, es el de menor consumo del trío y el más satisfactorio si valoramos todos los campos. Pasamos al segundo escalón para encontrarnos con el Jaguar. Nos gusta su dinámico chasis y cómo trata al conductor, pero le falta un interior un poco más al día y aprovechar mejor su ligereza para consumir algo menos. Si prescindimos de algunos caramelos de la larga lista de opciones, su precio puede ser muy atractivo. El Lexus llega en último lugar, lo que demuestra el nivel de este segmento. Tiene que ser el elegido si somos ecologistas y amantes de la naturaleza y queremos aprovechar algunas ventajas que tienen ya los coches con etiqueta eco, pero un extra de fuerza y un cambio automático convencional bordarían el que, sin duda, es el ejecutivo japonés más sensacional de cuantos se han creado, y no son pocos. El precio es muy llamativo en esta versión Executive, y aún sorprende más que haya versiones por unos 45.500 euros. Seguro que BMW y Audi toman nota de los puntos fuertes y débiles de sus rivales. No podemos esperar a su llegada el próximo año para saber dónde sitúan el listón frente a esta preparadísima competencia liderada por el nuevo Mercedes Clase E.
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