ESCENARIO: FRANCIA, la ciudad del amor, del Sena, del Ratatouille y de Zidane. En esta mágica ciudad se dio una gala con glamour, música en directo, barcos, baile… Citroën realizó un despliegue de medios que no dejó a nadie indiferente para presentar al mundo uno de sus hijos más aplicados, el renovado C5 Aircross.
El buque insignia de Citroën
El Citroën C5 es el buque insignia de la marca y lleva 10 años rompiendo moldes. Estamos ante su segunda actualización, y no es un tema meramente estético.

Destacan el nuevo sistema de pantallas sobredimensionadas, sus formas cuadradas y su nueva firma lumínica. Luces traseras Light Wings y frontales Matrix LED 2.0 refuerzan su apuesta por la seguridad.
Gama electrificada
La marca ha decidido abordar la electrificación con fuerza, lanzando versiones:
- 213 CV, autonomía de 520 km
- 231 CV, autonomía de 680 km
- También una microhíbrida de 145 CV
- Y una híbrida enchufable de 194 CV con 86 km eléctricos.

Más grande, más imponente
El nuevo C5 Aircross es más grande que su predecesor: 4,65 m de largo (51 mm más para las piernas), 1,90 m de ancho y 1,66 m de alto. Se presentó en varios colores, pero el favorito fue el verde, disponible solo en una edición limitada con zonas en negro brillo.
Sensaciones iniciales
Ninguno tuvo la oportunidad de probar el coche, pero a primera vista, ha ganado en tecnología y apariencia. Tendremos que esperar para dar nuestro veredicto final, pero esto pinta realmente bien. El rival a batir ha llegado y lo ha hecho para quedarse.

El broche final
Terminamos el evento con mesas redondas y una comida, si es que se le podía llamar así. Un descendiente del Cid Campeador no puede alimentarse a base de pinchos miniatura de colorines y Macarons. Pero se lo perdonamos, porque el evento fue una maravilla, y el coche potenció aún más la experiencia.