Brad Pitt, piloto de F1 con APX GP

El actor estadounidense protagoniza una nueva película sobre el gran circo de la F1 con el equipo APX GP, con el respaldo de Liberty Media, Lewis Hamilton y el director de Top Gun: Maverick

Este verano llega a los cines Apex, una superproducción ambientada en el mundo de la Fórmula 1 con Brad Pitt al volante y un equipo de producción de primer nivel. El filme, dirigido por Joseph Kosinski y respaldado por figuras clave de Hollywood y del paddock como Jerry Bruckheimer, Lewis Hamilton y la propia Liberty Media, promete espectacularidad. Pero… ¿será suficiente para triunfar en un terreno donde tantas películas han patinado?

Monoplaza de APX GP usado en la película
Monoplaza de Apex GP usado en la película

Una producción de alto octanaje… ¿y alto riesgo?

Con un presupuesto ambicioso y localizaciones reales en Grandes Premios del campeonato, Apex se posiciona como una de las apuestas cinematográficas más importantes del año para acercar la Fórmula 1 al público estadounidense. El director Joseph Kosinski, conocido por su enfoque realista en Top Gun: Maverick, busca trasladar ese mismo efecto inmersivo al asfalto.

La trama gira en torno al ficticio equipo APXGP, donde el veterano piloto Sonny Hayes (Brad Pitt) actúa como mentor del joven Joshua Pearce (Damson Idris). Completan el reparto Javier Bardem, como propietario del equipo, y apariciones especiales de figuras reales de la F1.

Casco del equipo APX GP
Casco del equipo APX GP

Entre el motor y el melodrama

Aunque la producción está rodeada de nombres potentes —Plan B Entertainment, Dawn Apollo Films de Lewis Hamilton, y Bruckheimer Films— la experiencia nos obliga a levantar el pie del acelerador del entusiasmo. Las películas sobre coches suelen enfrentarse a dos curvas peligrosas: previsibilidad narrativa y poca credibilidad técnica.

Títulos como Rush o Le Mans ‘66 han elevado el listón, pero incluso ellos han caído en clichés visuales y diálogos de brocha gorda. Los tráilers de Apex no ayudan: frases como “tenemos que construir nuestro coche para el combate” y planos de pilotos mirándose fijamente en plena carrera anticipan un guion poco inspirado. Y aunque Pitt sigue teniendo presencia en pantalla, su edad puede jugar en contra del realismo del papel.

Ficción, espectáculo y un resultado cantado

Por lo que se sabe hasta ahora, Apex tiene todos los ingredientes para convertirse en un éxito comercial: nombres conocidos, acceso total al universo F1, tecnología de primer nivel y una historia pensada para emocionar. Pero también hay señales de alerta: la historia parece previsible y poco novedosa, y ya es difícil imaginar que los coches de APX terminen en un anodino 14º y 17º puesto.

La comparación con películas anteriores es inevitable, y lo cierto es que será complicado que Apex supere el nivel de Rush o incluso de Ford v Ferrari, que supieron equilibrar emoción, rigor histórico y profundidad en los personajes.

Mono del equipo APX GP
Mono del equipo APX GP

Una apuesta ambiciosa que busca la pole… pero podría acabar en boxes

Apex quiere ser la nueva gran película de automovilismo, pero el reto es monumental. Aun así, el proyecto despierta curiosidad, especialmente por ver cómo la F1 real se fusiona con la ficción cinematográfica. Que Brad Pitt se atreva con este papel ya es un mérito. Que el resultado final convenza a aficionados y cinéfilos, eso está por ver. ¿Nos vemos en el cine? Probablemente sí. Pero con el freno de mano puesto.