Muchos son los que piensan que el 2002 Turbo es uno de los modelos más emblemáticos de la marca alemana. Hace 50 años empezó una nueva era en BMW, fue uno de los vehículos que hizo de la marca lo que es a día de hoy. El BMW 2002 Turbo fue el primer modelo de producción en Europa que tuvo un motor con turbocompresor. Esto le dio a BMW un papel líder en la tecnología de turbocompresión, sentando al mismo tiempo las bases para el éxito de su utilización tanto en la producción en serie como en la más alta competición.
El modelo pronto se convirtió en un coche tremendamente popular, aportando millones de marcos a la casa y fortaleciendo la reputación de BMW como marca de conductores apasionados. Llevaba un motor de dos litros que desarrollaba 100 CV y pesaba unos 950 kilos. Era indiscutible que la relación peso potencia era de lo más aceptable. En 1970 varios BMW 2002 preparados se hicieron con la victoria en su categoría en las 24 horas de Nürburgring. Era el vencedor de rallyes, competiciones de ascenso y todo tipo de categorías amateur. En 1971, BMW decidió aportar una dosis extra de potencia al BMW 2002, y tuvieron entonces la genial idea de hablar con BMW Motorsport.
Pero el gran avance llego en el año 1973, cuando se introdujo el motor turbo al modelo 2002. El propulsor desarrollaba unos 170 CV a 5.800 rpm, con un par máximo de unos generosos 240 Nm a 4.900 rpm. Con un peso de solo 1.060 kilos, era un coche muy rápido: aceleraba hasta los 100 km/h en 7,3 segundos y su velocidad punta era de 209 km/h.
La silueta deportiva del BMW 2002 Hommage parece pegada a la carretera por su escasa altura y sus proporciones compactas. Aunque la gran distancia entre ejes, sus voladizos cortos y su prominente “nariz de tiburón”, le dan un toque de lo más atractivo y prometen una experiencia de conducción ágil e irresistible. Detalles aerodinámicos como grandes apéndices en la parte delantera y trasera se unen con la profusión de las tomas de aire para optimizar el flujo de aire alrededor del coche y maximizar la carga aerodinámica en cualquier situación de conducción. Un ejercicio propio de los que realizan los monoplazas de F1 en el túnel del viento.
“El llamativo diseño del BMW 2002 Hommage emplea unas formas muy dinámicas que intentan emular a uno de los vehículos más representativos de la historia de BMW”, dice Karim Habib, jefe de diseño de BMW. “Al mismo tiempo lleva a sus espaldas los grandes triunfos del deporte del motor de BMW, que fueron posibles gracias a la tecnología turbo. Como tal, el Hommage reúne el pasado y el futuro de la casa en una declaración de absoluta confianza en la conducción dinámica”.