Parece que la ambición del empresario americano no conoce límites, y así lo ha demostrado con su nueva idea: el BFR. Se trata de un cohete recuperable de 120 metros de altura capaz de viajar a cualquier parte del mundo en menos de 1 hora. ¿Que quiere decir todo esto? Pues que los largos e interminales viajes como un Madrid-Nueva York podrían reducirse a 30 minutos.
El «Big Fucking Rocket» (así lo ha apodado Elon Musk) no solo será capaz de albergar pasajeros, sino que también posibilitará el transporte de mercancías tan pesadas como un satélite. Como ocurre con todos los proyectos de la empresa Space X, la eficiencia es la clave a la hora de reducir costes. Y es que estamos hablando de que la empresa de Musk posee la tecnología para desarrollar un cohete que pueda aterrizar de forma automática, lo que reduce los costes de manera muy notable -ya que los cohetes, tras su lanzamiento, no pueden volver a utilizarse-.
Por ello, los costes del BFR serán más bajos de lo estimado, ya que el propio Musk ha confirmado que los billetes para tomar el cochete podrían tener el mismo coste que los de una aerolínea tradicional. ¿Te lo imaginas? Ya no es solo el dinero ahorrado, sino el tiempo perdido en los largos viajes intercontinentales, que reducirían su tiempo en más de un 90%.
«Si podemos hacer esto, entonces podremos utilizar todos los recursos que se utilizaron en el Falcon9, Dragon y Heavy en nuestra nueva obra», afirmó Musk.
El equipo apunta a construir el BFR y prepararlo para el lanzamiento en unos cinco años, con un objetivo primario de llegar al mercado en 2022. Si este proyecto tiene éxito, SpaceX pretende enviar cuatro misiones tripuladas a Marte para 2024, con cuatro naves con 100 personas en cada una alojadas en 40 cabinas.
Otros proyectos están en camino, como una plataforma subterránea para vehículos. Con esta tecnología se podrían cubrir desde Westwood hasta el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles en solo cinco minutos (24 km); un trayecto que normalmente se realizaría en más de 45 minutos.