Por primera vez en mucho tiempo, el gran nombre de la ‘silly season’ no es un piloto, es un ingeniero. No podía ser otro que el canadiense Adrian Newey. Tras confirmarse el futuro de Carlos Sainz como nuevo piloto de Williams, lo más importante que quedaba por saber era su futuro.
Desde que se conociese la noticia de que Adrian Newey dejaba Red Bull en mayo, el mundo del automovilismo estaba expectante ante la decisión del canadiense. Finalmente, ha sido Lawrence Stroll el que ha conseguido convertir a uno de los ingenieros más conocidos de la historia.
Un contrato inalcanzable
Aunque el proyecto de Aston Martin es más que interesante, más aún ha sido la oferta que le ha hecho Aston Martin. Un contrato de 100 millones de dólares por cuatro años, a razón de 25 millones. Esto le coloca en el podio de salarios, solo superado por Max Verstappen y Lewis Hamilton.
Otro de los motivos por los que se ha decantado por el equipo de Fernando Alonso es por su asociación con Honda a partir de 2026 como motorista de Aston Martin. Adrian Newey conoce muy bien Honda y que su combinación siempre suele traer éxito.