Accidente Koenigsegg One:1 en Nürburgring: ¿Qué pasó?

A todos nos encanta que las marcas de súper deportivos como el One:1 intenten constantemente batir el record de nuestro amado Infierno Verde, es algo que da muchísimo romanticismo al circuito, la eterna batalla de marcas. Pero a raíz de un terrible y desgraciado accidente (en el que un Nissan GTR participante de la VLN Endurance salió literalmente volando por encima de las vallas del circuito y acabó aplastando a un aficionado que observaba la carrera al perder el efecto suelo de la aerodinámica en la subida de Flugplatz (Aeropuerto en alemán)) la dirección del circuito cortó por lo sano instalando un radar limitado a 250Km/h y prohibió que las marcas pasaran por él a más velocidad para batir el récord oficialmente, récord que actualmente ostenta el Radical SR8LM con un fulminante tiempo de 6 minutos 48 segundos, estamos hablando de hacer en menos de 7 minutos 21Km y 77 curvas llenas de trampas, increíble.

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Pero esto no ha hecho que las marcas desistieran de establecer bajísimos tiempos y sobretodo, que dejaran de probar hasta el límite sus coches. Por eso es normal que hayamos seguido viendo Paganis Zonda Revolution dando cientos de vueltas a cada una más rápida (A Pagani se le metió entre ceja y ceja batir sus propios récords y entró en una espiral de la que aún no ha salido). Y como no podía ser de otra manera, Koenigsegg también está metida en el ajo, poniendo a prueba su modelo más rápido (por ahora), el One:1. Este nombre le viene de “1 Kg por CV” lo que hace una de las mejores relaciones peso-potencia que existen. Además este modelo reventó el récord mundial de aceleración 0-300-0Km/h (coche de calle) al hacerlo en 17,95 segundos.

Pues hace unas semanas una unidad del One:1 se hallaba en el Nürburgring Nordschleife haciendo pruebas cuando algo pasó que no sabían muy bien qué fue. Cuando el Koenigsegg se disponía a preparar la entrada desde la secuencia de curvas de Fuchsröhre y justo antes de entrar en Adenauer Forst se le bloquearon las ruedas delanteras, dejando unas largas rayas negras de goma directas hacia el muro.

Al chocar contra el muro, el coche salió volando y durante esos segundo giró en el aire para finalmente caer con la trasera contra el suelo en la parte de fuera del circuito, evitando arboles. Con el golpe el escape quedó en contacto con un panel de fibra de carbono el cual debido a la altísima temperatura del escape después de haber estado circulando “a fondo” casi 1Km se prendió fuego. Por suerte el piloto estaba ileso y pudo salir con el extintor y apagarlo antes de que ardiera el combustible de alto octanaje.

Tras un estudio intensivo de los restos del coche, Koenigsegg ha informado que el fallo provino de el ABS delantero izquierdo, que dio fallo durante la vuelta, pero que el piloto no lo pudo ver dado que llevaba casco y estaba concentrado en conducir a altísimas velocidades; al salir de Fuchsröhre hay que llevar a cabo una frenada radical, al frenar fuerte el piloto, el sistema de frenado de emergencia reaccionó permitiendo que las ruedas de atrás siguieran girando para evitar un ladeo del coche.

La prueba de esto son las dos rayas negras que dejó el tren delantero en el asfalto. Aún así, el coche contra el muro sucedió a mas de 110Km/h. La marca está orgullosa de que el chasis monocasco de fibra de carbono esté intacto después del accidente, hasta el punto en el que el techo y las puertas seguían perfectamente alineados, el motor, caja de cambios y algunos otros sistemas estaban intactos. Gracias a esto la marca re-construirá el coche para seguir batiendo récords en el futuro.