El nuevo sedán eléctrico de Volvo, con arquitectura de 800 voltios, aterrizará en los concesionarios tras el verano con un precio de partida de 72.752 euros. No es un SUV, ni lo pretende. Es una berlina de grandes dimensiones que reinterpreta el equilibrio entre diseño, tecnología y eficiencia con el inconfundible sello sueco.
Un concepto bien medido
Si Volvo tuviera que definir su ES90 en una sola palabra, sería equilibrio. No es una berlina convencional ni un crossover, sino un término medio que encuentra su esencia en el formato de lo que podríamos llamar una berlina de dos volúmenes y medio.

Con 5 metros de largo, 1,94 de ancho y 1,56 de alto, este modelo se estira con elegancia sobre una distancia entre ejes de 3,1 metros, ofreciendo una presencia imponente sin perder sofisticación. Las llantas, de entre 20 y 22 pulgadas, refuerzan su postura atlética y aerodinámica, con un coeficiente de apenas 0,25, una cifra digna de admirar en un coche de su tamaño. En la balanza, el ES90 marca 2.366 kg, pero los lleva con gracia. La aerodinámica bien trabajada y su estudiado reparto de masas permiten que la física se ponga de su lado en favor de la eficiencia, logrando esos prometedores 650 km de autonomía con un consumo medio de 16,1 kWh/100 km.
Diseño con firma Volvo y un guiño al futuro
La silueta del ES90 habla de Volvo en cada línea. Los icónicos faros en forma de ‘martillo de Thor’ iluminan el camino con determinación, mientras que los pilotos traseros en C se combinan con unas inéditas luces verticales que flanquean la luna trasera, aportando un toque de distinción.

Pero más allá del diseño, lo que realmente salta a la vista es la integración del sistema LiDAR, situado sobre el parabrisas. Esta pieza clave, junto con cinco radares, ocho cámaras y doce sensores ultrasónicos, convierte al ES90 en un centinela de la carretera, capaz de percibir su entorno incluso en condiciones adversas. Todo ello se coordina a través de la pila tecnológica Superset, un avanzado ecosistema de hardware y software que procesa 508 billones de operaciones por segundo, convirtiéndolo en el Volvo más potente jamás desarrollado en términos de computación. Y como la innovación no se detiene, las actualizaciones OTA (Over-The-Air) garantizarán que el coche siga evolucionando con mejoras en seguridad, conectividad e incluso eficiencia energética.
Minimalismo escandinavo y tecnología al servicio del confort
El acceso al habitáculo puede realizarse mediante una tarjeta o a través del smartphone. Una vez dentro, el interior respira calma y orden, con un minimalismo sofisticado que convierte cada elemento en una declaración de diseño funcional. Detrás del volante, una pantalla de 9 pulgadas sustituye al cuadro de instrumentos tradicional, permitiendo alternar entre indicadores clásicos, mapas o una vista de los alrededores basada en el sistema LiDAR.

En el centro, una segunda pantalla de 14,5 pulgadas en disposición vertical se erige como el núcleo del sistema de infoentretenimiento. La sensación de amplitud en las plazas traseras es generosa, con 8 dedos de espacio entre las rodillas y los respaldos delanteros, y un techo solar electrocrómico que filtra la luz con sutileza. La insonorización ha sido llevada al extremo, prometiendo ser la mejor en la historia de Volvo.

El maletero, con una capacidad de 424 litros, se ve complementado por un pequeño compartimento de 16 litros bajo el capó delantero, perfecto para los cables de carga. Y en la parte posterior, Volvo ha incluido un detalle práctico: un sistema que permite bajar la suspensión para facilitar la carga de objetos pesados.
Carga ultrarrápida y eficiencia eléctrica
Bajo la piel del ES90 descansa la plataforma SPA 2, construida con un 29% de aluminio reciclado y un 18% de acero reutilizado. Pero lo que realmente marca la diferencia es su sistema eléctrico de 800V, capaz de admitir cargas de hasta 350 kW en versiones de doble motor. En la variante que llegará a España, con un solo motor, la carga máxima será de 300 kW, lo que sigue permitiendo recargar del 10 al 80% en apenas 20 minutos o añadir 300 km de autonomía en 10 minutos.

El propulsor trasero entrega 333 CV y 480 Nm de par, permitiendo un 0 a 100 km/h en 6,9 segundos, con la velocidad limitada a 180 km/h, como ya es costumbre en Volvo. Además, la función Vehicle-to-Load (V2L) posibilita la utilización de la batería para alimentar pequeños dispositivos eléctricos, como un patinete o una nevera portátil.
Equipamiento y precios: lujo tecnológico escalonado
La gama española se divide en tres niveles de acabado: Core, Plus y Ultra. Desde el modelo base se incluyen sistemas de seguridad como alerta de apertura de puertas, alerta de tráfico cruzado con frenado automático, asistente de permanencia en carril y lector de señales de tráfico, entre otros. El acabado Plus eleva el listón con dirección ajustable eléctricamente, Head-Up Display y sistema de sonido Bose Premium, además de un purificador de aire avanzado.

El tope de gama, Ultra, suma un techo solar panorámico, asientos delanteros con masaje, segunda fila calefactable y reclinable, y detalles en madera auténtica. En términos de precio, el Core arranca en 72.752 euros, mientras que el Plus asciende a 76.805 euros y el Ultra alcanza los 84.973 euros.