La firma fundada por Ray Mallock ha anunciado la producción de diez unidades de esta máquina con alma de GT1, que toma como base el Porsche 992.1 Turbo S.

¿A quien no le gusta un Porsche con enormes alerones y aspecto de correr en Le Mans? Los porschistas más acérrimos sueñan con el reciente GT3 RS, heredero de una tradición que se remonta a los años 70. Desde el 2.7 RS del 73 al 911 Carrera RSR turbo “Martini” del 74, todo bien aficionado lleva un “super911” en el corazón. Por eso nos ha gustado tanto el RMLP39, un modelo que toma como base a “Mr. Turbo” y lo mejora con más ligereza, más potencia (912 CV a 7.300 rpm.) y más carga aerodinámica.

Este proyecto ha nacido en RML Group, una empresa respetada en el amplio y variado universo británico del motorsport. Fue fundada por el piloto y preparador Ray Mallock (RM Ltd.) en 1984 y comenzaron trabajando con monoplazas, para pasar después a modelos del Gr. C (resistencia). En 1999 lanzaron la barchetta Mallock P20 y después trabajaron también en el Saleen S7. En carreras de turismo (WTCC) se aliaron con Vauxhall, Nissan, Seat y Chevrolet, y también desarrollaron el Nissan Juke-R, con mecánica del GT-R. En los últimos tiempos desarrollaron la versión de calle del Aston Vulcan y han fabricado el Short Wheelbase, una réplica del Ferrari 250 SWB sobre la base del 550 Maranello. Ellos han fabricado el Lotus Emira GT4 y las 24 unidades del Bizzarrini 5300 GT Corsa Continuation. Desde hace años la empresa la dirige Michael mallock, hijo del fundador.

En cuanto a la filosofía del nuevo modelo, destacan que a diferencia de muchos coches especiales de alto rendimiento, “el P39 no requiere que el conductor sufra en un ambiente estrecho y ruidoso a cambio del mejor rendimiento en pista. El P39 mantiene la conducción ya dócil del coche que se toma como base (el sensacional 992.1 Turbo S), gracias a un extenso ajuste del chasis y la suspensión. El RML P39 es un automóvil diseñado para ser conducido y disfrutado todos los días en todas las condiciones”.

No han detallado las mejoras para que el motor biturbo pase de 650 a 912 CV, pero sin duda pasa por turbos más grandes, intercoolers nuevos y más presión. La carrocería es de fibra de carbono y la aerodinámica activa cuenta con DRS. Con esto y la suspensión en el punto más bajo, produce más downforce que el GT3 RS. Que nosotros sepamos el RML39 aún no rueda (de hecho las imágenes parecen renders), pero aún así en las simulaciones han estimado un tiempo por vuelta en Nürburgring Nordschleife de 6:45, frente al los 6:49 del 992 GT3 RS (con muchos CV menos) y los 7:17 del 992 Turbo S. Una producción limitada a diez unidades nos parece muy corta, teniendo en cuenta la cantidad de locos por los nueves onces que hay en el planeta. Por supuesto cada unidad será configurada exactamente a gusto del cliente, y rondará el millón de euros.