El BMW M5 siempre ha sido sinónimo de poder y precisión, pero la última versión de esta icónica berlina lleva su legado a un nuevo nivel, aunque con un precio a pagar: su peso. Con un asombroso peso en vacío de 2435 kg un incremento de 540 kg respecto a su predecesor, el nuevo M5 se enfrenta a críticas que lo tildan de «pesado». Sin embargo, BMW no solo ha añadido kilos, sino también una importante dosis de tecnología híbrida, prometiendo un rendimiento deslumbrante con una conciencia ecológica.
Electrificación en el corazón del M5
Este nuevo modelo introduce un sistema híbrido enchufable que combina un motor eléctrico de 195 CV con el clásico motor V8 bi-turbo de 4.4 litros, logrando una impresionante potencia combinada de 717 CV y un torque de 1000 Nm. Estos números, sin embargo, no se reflejan directamente en las cifras de aceleración: el nuevo M5 tarda 3,5 segundos en alcanzar los 100 km/h, 0,2 segundos más lento que el M5 Competition saliente.
A pesar de este ligero retraso en el papel, la experiencia de conducción cuenta una historia diferente. En situaciones reales, como adelantamientos en la autobahn, la potencia híbrida elimina cualquier retardo inicial del turbo, ofreciendo una respuesta instantánea y contundente. A velocidades crucero, el motor eléctrico proporciona un empuje constante, reduciendo el consumo de combustible y mejorando la eficiencia general.
Diseño y presencia: Más ancho, más atrevido
Con un ancho total de 2156 mm incluyendo los espejos, el nuevo M5 impone una presencia robusta en la carretera, dejando claro que no es solo un sedán de lujo, sino también una máquina diseñada para dominar cualquier terreno. Este aumento en dimensiones no es solo un capricho estético; está cuidadosamente calculado para proporcionar una mayor estabilidad, un agarre excepcional y una conducción más segura, especialmente en curvas pronunciadas o a altas velocidades.
El diseño también refleja un equilibrio magistral entre agresividad y sofisticación. Las líneas musculosas fluyen armoniosamente hacia los pasos de rueda ensanchados, otorgándole un aire de dinamismo sin caer en el exceso visual. Esta es una declaración de intenciones: el M5 es poderoso, pero no necesita ser estridente para llamar la atención.
A pesar de su tamaño y presencia dominante, el M5 mantiene el carácter elegante y discreto que ha sido una marca distintiva de este modelo desde su debut hace 40 años. Es un vehículo que atrae miradas sin pedirlo, ofreciendo lo mejor de la ingeniería alemana en un paquete que combina lujo y rendimiento en perfecta armonía.
En carretera: Dominando con precisión quirúrgica
El peso extra podría hacer temer una pérdida de agilidad, pero el M5 sorprende. Gracias a su dirección de relación variable, el eje trasero direccional y un sistema de suspensión altamente ajustable, este titán de dos toneladas se maneja con una facilidad sorprendente en carreteras sinuosas. Las configuraciones de chasis y frenos permiten personalizar la experiencia de conducción, desde una configuración cómoda para largas distancias hasta un modo deportivo que despierta el verdadero carácter del M5.
En su ajuste intermedio «Sport», la suspensión logra un equilibrio ideal entre comodidad y control, mientras que los frenos opcionales de carbono ofrecen una sensación precisa y confiable incluso en las condiciones más exigentes.
Tecnología híbrida: Beneficios que trascienden el rendimiento
Más allá del rendimiento, el sistema híbrido ofrece ventajas financieras. Con unas emisiones de 37 g/km de CO2, el M5 es significativamente más asequible en ciertos mercados europeos, como Irlanda, donde los impuestos se calculan según las emisiones. Incluso en el Reino Unido, los beneficios fiscales para flotas podrían ahorrar miles de libras a los conductores.
El peso de la evolución
El BMW M5 híbrido representa un cambio audaz hacia un futuro más sostenible, sin comprometer su esencia como un vehículo de alto rendimiento. Aunque el peso adicional puede ser motivo de debate, la combinación de potencia híbrida, tecnología avanzada y un diseño audaz justifica su lugar en la cima del segmento de berlinas deportivas.
En palabras de Frank van Meel, jefe de BMW M: “No juzguen al M5 por los números en el papel; júzguenlo por cómo se siente al conducirlo”. Y, tras esta experiencia, podemos confirmar que el nuevo M5 no solo vale su peso, sino que redefine lo que significa ser un sedán deportivo en la era moderna.
Precio base: aproximadamente 128.700 €
Consumo combinado: 1,7 l/100 km
Autonomía eléctrica: Hasta 50 km