El futuro del coleccionismo

Nuestra afición está en continua evolución y el mercado de coches de colección es un reflejo de ello. El cambio de gustos hacia coches más modernos, provocado por el cambio generacional, es un hecho indiscutible, y ello se nota no solo en la evolución de precios de los distintos segmentos del mercado, sino también en el ambiente que se vive en los eventos y dentro de las salas de subastas.


El futuro del coleccionismo


Desde hace mas de una década asisto puntualmente a la ‘Semana de Monterey’ en California, lo que me sirve no solo para retomar contacto con clientes y otros profesionales del sector, sino también para coger el pulso del mercado y ayudarme a identificar sus tendencias.


El coleccionismo depende del relevo generacional


Es indudable que el relevo generacional es actualmente la principal fuerza en el mercado de coches de colección, y este año se ha vivido más que en ninguna otra edición. Algo de lo más impactante respecto a otros años ha sido la invasión de la península de Monterey por parte de chavales veinteañeros, por supuesto armados de sus teléfonos móviles, esperando captar algún coche para sus cuentas en redes sociales.


En el coleccionismo, los clásicos siguen triunfando


Su principal objetivo son los ‘supercars’ que circulan de evento a evento, conducidos a menudo por chavales muy jóvenes también, o tener la opción de ver de cerca, o incluso estrechar la mano de idolos como Horacio Pagani o Christian von Koenigsegg.


Dentro de las salas de subastas, se viven situaciones que reflejan el pulso del mercado en los diferentes segmentos. Cuando aparece un coche de los últimos 30 años, el ambiente es, por lo general, vibrante. Muchos coleccionistas levantan la mano y las pujas suben como la espuma.


Lo clásico sigue triunfando en el coleccionismo


No todos los proyectos triunfan, pero algunos especialistas han presentado modelos con gran éxito, a la estela de los pioneros Singer. Un buen ejemplo este año ha sido sido el GT One, una re-interpretación del Porsche 911 GT1 con base Porsche 993 desarrollada por el especialista inglés Tuthill, los cuales vendieron toda la producción (22 unidades) el mismo día de la presentación en The Quail.


¿El precio? Aproximadamente 2.000.000 de libras (2.350.000 euros) antes de impuestos. Además, se vendió el primer Singer DLS en subasta pública por parte de Gooding & Co. por 3.085.000 dólares (2.800.000 euros), reflejando su cotización en el mercado privado de los últimos meses.


Estos coches se entregaron durante el último año y su precio base original era 1.900.000 dólares (1.700.000 euros). Su significante apreciación demuestra el interés por estas transformaciones. Estemos de acuerdo o no, el mercado está dispuesto a pagar hoy en día el triple por un DLS de Singer o por una transformación de Tuthill ‘sobre plano’, que por una unidad excelente de 911 2.7 RS Lightweight original fabricada por Porsche en 1973.El coleccionismo de coches se dio cita en Pebble Beach


De hecho, estas transformaciones cotizan por encima de cualquier otro Porsche de calle, excepto el 911 GT1. Una prueba más del brutal cambio de gustos que el relevo generacional nos esta trayendo. Otro sector actualmente con fuerza en el mercado es el de los V12 manuales de los años ‘90 y ‘00, con nuevos récords en F50, 550 Maranello, Diablo y Murciélago, pues los coleccionistas, conscientes de la próxima desaparición de estas mecánicas, quieren añadir las mejores unidades a sus garajes antes de que sea demasiado tarde.


Sin embargo, y a pesar de todo los comentarios anteriores, que se refieren sobre todo a las tendencias de mercado, no hay que olvidar que la gran mayoría de coches importantes siguen siendo modelos con más de 5 décadas de historia: 6 de los 10 coches más caros subastados este año en Monterey eran anteriores a 1970. Veremos por cuánto tiempo.