Prueba Jeep Avenger gasolina: el modelo más europeo de la firma

Tiene todo el carácter de la firma americana, tracción delantera y un motor gasolina de 100 CV. Argumentos más que suficientes para moverte con soltura sin tener que buscar enchufes por todas partes.


Con sus 4,08 metros de largo y sus cortos voladizos, el Avenger es el más pequeño de la familia Jeep. Pero que no te asuste que no sea 4×4, porque su carrocería destaca por ofrecer unos ángulos de ataque y ventral de 20º, y 32º de salida. Lo que le convierten en todo un Jeep que puede hacer excursiones lejos del asfalto. Además, estas cotas también pueden ser útiles en ciudad, para enfrentarse a rampas de estacionamiento pronunciadas o a calles en cuesta con total seguridad.


 



 


Que no sea 4×4 tiene una explicación. Desde la marca optaron por utilizar la plataforma e-CMP2 del Grupo Stellantis, la misma que utilizan el Opel Mokka y el Peugeot 2008, entre otros. Esta está más orientada a la electrificación que al 4×4, por eso no admite esa posibilidad. Por suerte, los responsables de la marca pensaron que no todo el mundo tiene un enchufe cerca y, además de la versión 100% eléctrica –vigente Coche del Año en Europa–, lanzaron al mercado esta variante con motor 1.2 gasolina. Desarrolla 100 CV y 205 Nm, que son más que suficientes para moverlo con soltura. Solo hace falta jugar con la caja de cambios, manual de 6 relaciones, en ocasiones puntuales, para tener un poco más de energía. Si eres de pedal alegre, los consumos se irán más allá de los siete litros, pero si eres consciente de lo que tienes entre manos, tampoco es difícil alcanzar los 5,5 l/100 que homologa la marca.


 



 


Fiel a su legado mantiene la legendaria rejilla de 7 ranuras y, si prestas un poco de atención, la verás en miniatura junto a unos faros redondos en infinidad de sitios. Desde las llantas al interior, pasando por los grupos ópticos… esos detalles nos encantan. Como dibujar unas montañas en la luna trasera o un niño mirando por un telescopio en la luna delantera. Ese espíritu aventurero también se refleja en sus pasos de rueda abultados y trapezoidales, que le confieren un aspecto sólido y robusto. Dentro, pese a sus contenidas dimensiones, también hay espacio de sobra para cuatro ocupantes adultos.


 



 


Tampoco faltan altas dosis de personalización, tanto exterior como interior –incluida la iluminación– y también está a la última en conectividad. Es compatible con Apple Car Play y Android Auto y cuenta con pantalla táctil y cuadro de instrumentos digital de 10,25”, además de sistema de carga inalámbrica para smartphones. En cuanto a las ayudas a la conducción, cuenta con Asistente para Atascos, Detección de Ángulo Muerto, sensores de estacionamiento 360º y una cámara de visión trasera que representa el entorno del vehículo a vista de dron. En definitiva, mucho y muy bueno.


Los precios de esta variante se mueven entre los 21.800 y los 26.000 euros, según acabados. La versión eléctrica cuesta unos 15.000 euros más y, hasta que no tengamos unas infraestructuras en condiciones, yo no descartaría la opción gasolina