En invierno, un turista puede ir a Tenerife a bañarse en la playa, a comer papas con mojo picón, al carnaval o a pasar unos días con su secretaria. Pero también se puede ir a conducir. Muchos no saben que la isla es un paraíso para los aficionados al volante gracias a innumerables carreteras reviradas con el asfalto en perfecto estado, y con unos paisajes épicos. Por eso también la afición a los rallyes es enorme y hay mucho nivel. Un periodista local nos cuenta que cada vez más pilotos canarios eligen un Porsche 911 para correr.
Nosotros también hemos conducido un Porsche por Tenerife, e incluso hemos podido correr por una carretera cerrada al tráfico, en el tramo conocido por los pilotos locales como “La Chiquita”. El objetivo fue probar los nuevos 911 Carrera. Son la evolución del 911 tipo 991, que ahora se llama 991/II. En nuestro número de octubre dedicamos un reportaje a sus principales novedades técnicas, así que ahora trataremos de centrarnos en las sensaciones.
No obstante, es necesario recordar cuáles son esas evoluciones. La principal, una verdadera revolución, es que los Porsche 911 Carrera y Carrera S emplearán motores seis cilindros bóxer 3.0 biturbo, en lugar de los 3.4 y 3.8 atmosféricos que llevaban hasta ahora. La potencia pasa de 350 CV a 370 CV en el Carrera y de 400 a 420 CV en el Carrera S, y el consumo se ha reducido hasta en 1 litro cada 100 km. La principal diferencia entre ambas versiones es el tipo de turbocompresor y la presión a la que sopla.
Al arrancar suena muy bien, a 911, un dato a resaltar porque al ser biturbo es lógico que la melodía pierda algo de gracia. Un colega con el oído muy fino me dice que se nota que el sonido ahora es más de escape que de aspiración…, pues igual sí. En cuanto sales a la carretera queda muy claro que estos coches ofrecen más par, mucho más. Han usado dos turbos pequeños porque son más rápidos en reaccionar. En el Carrera y el Carrera S el par máximo es de 450 y 500 Nm respectivamente (60 Nm más que antes). Pero esta cifra no es lo que marca la gran diferencia, sino el hecho de que se mantiene constante entre 1.700 y 5.000 rpm, lo que proporciona un empuje y una elasticidad fantástica.
Estábamos encantados con la brisa marina y el tiempo cálido, así que buscamos algún sitio propicio para presumir de coche y tomar una cerveza. En la playa de Las Teresitas nos cruzamos con un fiel lector de CAR y le preguntamos: “Tío, por aquí todas las chatis tienen 70 años, ¿no? Es que habéis venido en un mal día…”. Lástima de 911 Blue Miami.