Durante el año que acaba muchos Porsche han alcanzado precios astronómicos en subastas, pero ninguno tan fascinante como el 911 GT1 Evolution “race car” vendido por 2,7 millones.
El pasado mes de mayo se subastó en Mónaco el 911 GT1 más deseable de todos, un Evolution de circuito fabricado en 1997 pero homologado para carretera. El 911 GT1 es una de esas rarezas maravillosas que nacieron gracias a las normativas para competición. Fue desarrollado a mediados de los años 90 para competir en la Clase GT1 de las carreras de resistencia, y por aquel entonces la FIA (Federación internacional) exigía fabricar al menos veinticinco unidades “de calle”.
Así nacieron rivales exóticos del 911 GT1 como el Mercedes CLK-GTR, el Toyota GT-One, el Nissan R390 GT o el McLaren F1 GTR Longtail. Todos ellos se vendían por un precio que rondaba el millón de dólares. En 1996 el 911 GT1 de primera generación (con frontal estilo 993) debutó en Le Mans. Más tarde una pequeña serie de estos coches fueron fabricados por el departamento de competición como modelos de calle, para poder homologarlo para Le Mans. Según RM Sotheby´s, los tres primeros GT1 de calle llevaban los faros tipo 993, y los restantes, los del 911 tipo 996. Todos usaban la base de los 962, así como su seis cilindros biturbo con 550 CV.
El que nos ocupa es del tipo GT1 Evolution, pero no fabricado como modelo de calle sino para competición. Y según la casa de subastas RM Sotheby´s, es el único de este tipo que es legal para circular por las calles. Concretamente ganó el campeonato GT canadiense entre 1999 y 2001, y también compitió en Sebring (Florida).
Una de las cosas que gustará a los conductores más “carreristas” es que lógicamente está preparado para entrar en circuito, y que además prescinde de los lujos que sí incorporaban los modelos GT1 homologados para la calle. En el interior no hay un cuadro de mandos al estilo 911 ni moqueta ni tapizados ni cuero, solo la carrocería desnuda unos báckets Recaro y lo necesario para correr. Además es más potente que el de calle y más ligero, y supera los 600 CV.
En la misma subasta que el GT1 Evolution se vendió un 959 “Komfort” Stage II de 1988 por 896.000 euros, un Carrera GT de 2005 por 600.000 y un 911 Carrera RS 2.7 Touring de 1973 por unos increíbles 610.400 euros.